Indudablemente, son los astados los que marcan el porvenir de la Fiesta Nacional; y en esta, la tarde del 10 de Septiembre, los novillos de Baltasar Ibán nos regalaron emociones a raudales; y todo ello gracias a aquello que es tan difícil de ver hoy en día: la casta. ¡Bendita casta! Esa fue la principal virtud que tuvieron, especialmente los lidiados en segundo y tercer lugar: “Arbolario” y “Fusilito”. Dos novillos que merecen mención especial.
El nº 99, “Arbolario”, lidiado por Víctor Hernández fue bravo en el caballo, ofreció buena pelea en varas en el único encuentro que tuvo, empujando abajo al caballo. En la muleta, no solo apuntó los buenos aires iniciales, sino que los mejoró según iba avanzando la faena; sacando motor, y siguiendo los vuelos de la muleta por abajo. La gente lo reconoció y se marchó al desolladero con las orejas puestas en medio de una sonora ovación mientras daba la vuelta al ruedo de Villaseca.
El listón se puso alto, pero, me atrevería a decir, que su hermano, nº 61 “Fusilito” lo superó con creces. Si buenas fueron las cualidades que tuvo su hermano, “Fusilito” las mejoró y añadió alguna más. A la ya mencionada casta se unieron bravura, fiereza y poder, con una embestida rebosante de emoción. Su muerte, hizo honores a lo que se vio en el albero, de bravo, luchando hasta el último momento por su vida.
“Fusilito” tuvo la suerte de encontrarse con el otro gran protagonista de la tarde, Isaac Fonseca. Estuvo sensacional con él, y eso que no era fácil. Desde el primer momento se pudieron ver las ganas con las que el mexicano vino al Alfarero, a por todas, buscando el triunfo sin importarle en absoluto el cómo conseguirle; su objetivo era reventar Villaseca, y, ¡de qué forma lo hizo! Quedó patente una vez más su tremendo valor en el quite por tafalleras donde no se movió un ápice, al igual que en la rúbrica de su faena que fue por unas manoletinas ajustadísimas. Antes, toreó de inicio con las rodillas en tierra en los medios, ciñéndose y encajado; poniendo así a todo el público en pie. Siguió un trasteo de impoluta limpieza, llegando las cotas mas altas en un par de tandas al natural; donde se vieron trazos de naturales extraordinarios, cogiendo al animal con los vuelos y llevándolo hasta más allá de la cadera. Rubricó la gran faena con un estoconazo en todo lo alto, lo cual le permitió cortar dos orejas y poner rumbo a lograr el Alfarero de Oro.
En su sexto, el animal se paró, posiblemente acusando lo mal y mucho que se le picó. Fonseca estuvo contemplativo en una faena que no terminó de romper hasta los compases finales. De nuevo, con la mano izquierda, de uno en uno con la figura completamente vertical. Sin embargo, marró con los aceros y todo quedó en unos leves aplausos.
En cuanto al novillero Víctor Hernández, se encontró con “Arbolario”, el otro novillo premiado con la vuelta al ruedo. No estuvo a la altura de su oponente, bien es cierto que era difícil. Combinó tandas de muletazos con enganchones y otras de gran calado; pero pesaron más las primeras y fue ovacionado tras fallar con los aceros. En el quinto, no terminó de acoplarse a otro animal con casta pero que rebrincaba después de cada muletazo; quizás un puyazo más y en el sitio, hubiera cambiado esa actitud.
Por último, el novillero que abrió cartel, Ignacio Olmos, se marchó a la puerta de chiqueros. Posteriormente en la muleta, la faena careció de limpieza. Lo mejor, lo protagonizó José Otero con los palos. ¡Vaya feria está realizando! Por los mismos derroteros fue la faena al cuarto de la tarde, con demasiados altibajos. A destacar, el inicio de faena por bajo y gusto. Mató de una gran estocada, donde sufrió un derrote seco sin aparentes consecuencias.
Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). 4ª del Alfarero de Oro con un casi lleno en los tendidos. Novillos de Baltasar Ibán, de gran presencia y con un denominador común: la casta. El 2º, “Arbolario”, y el 3º “Fusilito” fueron premiados con la vuelta al ruedo.
Ficha del festejo:
Ignacio Olmos, silencio y ovación.
Víctor Hernández, ovación y silencio.
Isaac Fonseca, dos orejas y aplausos tras dos avisos.
Incidencias: La terna fue obligada a saludar. José Otero se desmonteró por cuarta tarde consecutiva tras parear al 1º. Raúl Núñez se desmonteró tras banderillear al 3º. El mayoral de Baltasar Ibán fue obligado a dar la vuelta al ruedo tras finalizar el festejo.
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