El PP ha pasado del «con Almeida Madrid Central se acaba el 26 de mayo» al activismo climático propio de Greta Thunberg. El que era «un experimento fallido y sin sentido (…), un arma de propaganda electoral» se ha ampliado ahora con medidas más restrictivas para los vehículos sin etiqueta. Pero Madrid Central, ese plan liberticida [con Carmena y con Almeida] que perjudica más a las familias sin recursos, que se verán obligadas a adquirir un nuevo automóvil si quieren entrar en la capital de España, no es el único ejemplo de sometimiento al decálogo ideológico de la izquierda, de asunción como propia de la ideología que la mayoría de los votantes del PP no comparte.
Los populares mantienen en Madrid una subordinación total a la globalista Agenda 2030, que busca a través de una serie de imposiciones [reducción del consumo de carne, prohibición de la circulación de coches, e imposición la ideología de género, del fracasado modelo multiculturalista y de restricciones a la agricultura y la ganadería…] someter a la población mundial. Así, presumieron de la bandera LGTBI ante la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, que le conminó a colocarla en el Ayuntamiento con motivo de las fiestas del orgullo gay «[aquí está, Rita]». Dicha bandera se izó oficialmente este domingo y será permanente en la Plaza de Pedro Zerolo cuando terminen las obras en el enclave. También mantiene la línea ‘carmenita’ en «igualdad», «diversidad» y «violencia de género» [criminalizando al hombre por el hecho de serlo], y parte de las subvenciones a chiringuitos ideológicos marxistas [pese a la reducción de las nominativas].
Por otra parte, ha permitido la creación de un grupo propio [liderado por Marta Higueras] conformado por los cuatro exediles de Más Madrid que se separaron para ser «fieles al proyecto original liderado por Manuela Carmena». La decisión [que según denuncia VOX les permitirá recibir un millón de euros al año] ha permitido que se rompa el equilibrio de fuerzas políticas en las comisiones. Estos concejales de extrema izquierda se vanaglorian de que las políticas de Carmena hayan vuelto «para quedarse» y ahora afirman que quieren condicionar los Presupuestos municipales. «Somos capaces de hacer que Almeida rectifique, lo hemos demostrado con la ordenanza de Movilidad y ahora con estos presupuestos vamos a intentar lo mismo (…). Nuestro objetivo es ser el cordón sanitario de VOX, que parece que nadie lo quiere ser», añaden. Precisamente la decisión de crear el grupo fue recurrida por VOX en los tribunales por ser «ilegal» y constituir «un delito de prevaricación administrativa».
Asimismo, estudia recuperar uno de los grandes planes de la exregidora comunista: la remunicipalización de Calle 30, la empresa de titularidad mixta encargada de la gestión, explotación, conservación y mantenimiento de la M-30 y de sus infraestructuras, y ya se plantea el análisis de la viabilidad económica de la decisión.
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