A propósito de Joaquín Bernadó, sigo creyendo que el toreo no ha sido justo con este admirable torero que, para su fortuna, aunque muchos ni siquiera lo sepan, ostenta récords que nadie ha igualado todavía y, sin duda, nadie le equiparará, entre otras cosas porque sus más de doscientas cincuenta tardes en Barcelona, por las razones sabidas, dicha cifra nadie la asemejará.
Pla Ventura
Toros de Lidia / 29 diciembre, 2021
Cumplimos por estas fechas sesenta y cuatro años de la inauguración de la plaza de toros de Cañaveralejo en Cali, un coso del que para fortuna de los españoles nos queda vivo uno de los componentes del terceto que la abrió, el maestro Joaquín Bernadó que, junto a Joselillo de Colombia y Gregorio Sánchez dieron el “pistoletazo de salida” en aquella plaza emblemática para Colombia. Precisamente, Joaquín Bernadó, fue el diestro que cortó la primera oreja en aquella tarde tan alegórica para los colombianos.
A propósito de Joaquín Bernadó, sigo creyendo que el toreo no ha sido justo con este admirable torero que, para su fortuna, aunque muchos ni siquiera lo sepan, ostenta récords que nadie ha igualado todavía y, sin duda, nadie le equiparará, entre otras cosas porque sus más de doscientas cincuenta tardes en Barcelona, por las razones sabidas, dicha cifra nadie la asemejará. Como sabemos, Joaquín Bernadó toreó muchísimo en América en todos los países donde se celebraban corridas de toros, la prueba de ello podría ser su comparecencia en la plaza caleña en su inauguración pero, insisto, todos los países supieron de su grandeza torera.
Entre otras naciones, tuvo que ser México el que le idolatrara por completo durante muchísimos años. Muchos han sido los diestros que han actuado en el país azteca a lo largo de la historia, algunos con más relumbrón que el diestro catalán pero, tuvo que ser Joaquín Bernadó el que ostentara el galardón de haber actuado en más de trescientos festejos en la tierra que conquistara Hernán Cortés. Bernadó, para su fortuna, alternó en México con todas las grandes figuras de su época, incluso compartió cartel con diestros de dos generaciones puesto que, igual actuaba junto a Luis Procuna, Manolo Capetillo, Alfredo Leal, Jesús Solórzano, Jaime Rangel, Rafael Rodríguez, Luis Castro El Soldado, Joselito Huerta y aquella fecundación de toreros de altísimo nivel por aquellos años, como más tarde lo hiciera junto a Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Armillita y otros muchos que tanta gloria le dieron a México. Insisto que, entre todos aquellos diestros de enorme relieve fue el maestro Joaquín Bernadó el que compartió éxitos y clamores con la torería mexicana.
Como decía, el propio toreo no le dio a Bernadó todo lo que realmente merecía pero, pese a todo, al maestro de Santa Coloma de Gramanet le sobra hasta leyenda porque Juan González Soto, un narrador fantástico y un aficionado ejemplar se encargó en el año 2014 de contar la vida de este admirable diestro en un libro que tituló Hilo de seda y oro para que, sin duda alguna, todo lo que el taurinismo olvidó del maestro catalán quedara reflejado en las páginas de tan renombrado libro que, para fortuna de Joaquín Bernadó, el día que ya no esté junto a nosotros, los aficionados puedan seguir disfrutando de lo que fue una vida ejemplar dedicada al mundo de los toros.
Todavía, a estas alturas de su vida, Bernadó, con ochenta y seis años vividos, no dará crédito a todo lo que sucediera en Cataluña hace unos años; es más, si alguien le hubiera pronosticado la locura colectiva que se desataría en Cataluña al respecto de los toros, Joaquín Bernadó pensaría que le estarían hablando de ciencia ficción y para su desdicha, como la de todos los que amamos esta bella fiesta, pudimos presenciar la hecatombe que supuso la abolición de la fiesta de los toros en aquella hermosa tierra que, como miles de veces dijimos, Barcelona, durante muchos años era el coso donde más espectáculos de daban en el mundo porque, si de cifras hablamos, lo de Madrid apenas era una broma comparado con Barcelona, razón por la cual, Bernadó tienen el rango de haber actuado en la ciudad Condal en tantísimas ocasiones que, si no recuerdo mal, el maestro Bernadó es el diestro que más veces actuó en Barcelona.
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