En la muerte de José Carlos / por Juan Miguel Núñez Batles

En la tarde de ayer miércoles se ha celebrado en la Iglesia de San José de la madrileña calle de Alcalá, la Misa-funeral por el alma de nuestro amigo José Carlos López Hernández, un aficionado diez y todavía mejor persona.

Juan Miguel Núñez Batles

Madrid, Jueves 13 Enero 2022

José Carlos amó el toreo desde el ejercicio permanente del rigor y la sensibilidad por sus normas, naturaleza y esencia. Su presencia era notable por supuesto en el tendido de Las Ventas, y además en las tertulias  y encuentros literarios y de tinte cultural o gastronómico en otros espacios fuera de la plaza. No obstante le distinguió siempre su singular carácter llano y moderado para intentar pasar desapercibido. Un hombre honrado e íntegro, cuyo semblante sereno infundía  en sus actuaciones tanto talento como generosidad, en definitiva, un aficionado cabal.

Muy estrechamente relacionado con los "Amigos del Conde de Colombí", los del "Círculo de la Dinastía Bienvenida", la 'Asociación El Toro de Madrid",  la "Unión de Abonados", el "Aula Taurina de San Pablo CEU", "los Cabales"... su adiós deja un gran vacío entre los que practicamos el asociacionismo taurino. Por eso, su entrañable memoria nos convoca ahora para orar juntos por él. 

Íntimo y emotivo funeral el celebrado por José Carlos, con lleno absoluto en la Iglesia de San José, aunque pocos aficionados, y la ceremonia, cantada por voces angelicales.... todo muy solemne.

El toreo necesita de figuras como él, que inspiren sentimientos tan sinceros y cercanos, tan generosos y auténticos, sin otras contrapartidas. Está bien llorar a los considerados grandes, pero no hay que olvidar que la verdadera grandeza está sobre todo en los humildes. El ejemplo de José Carlos, sin duda, es el que hay que seguir.

Descanse en paz.

Iglesia de San José, de Madrid