jueves, 3 de febrero de 2022

Tiranotetas comunistas / por Eduardo García Serrano


A los podemitas heterosexuales las tetas de Irene Montero les dan más miedo que el Gulag, a los podemitas arcoíris les dan más asco que un beato del Opus endomingado y a los podemitas transexuales las tetas de Irene Montero les parecen ridículas, porque las tetas que a ellos les fascinan son las de la estanquera felliniana de Amarcord y las de las hermanas Kardashian.

Tiranotetas comunistas

Eduardo García Serrano
El Correo de España / 3 Febrero 2022
Vive amarrada a la teta del Estado sin más mérito para mamar de ella, como un lechón insaciable, que el de haber calentado antes el tálamo del gorrino-alfa de la pocilga comunista succionando la nutritiva leche que fabrica cachorros que, además de un pan debajo del brazo, traen un sueldo nescafé en los pañales y una dacha palaciega con una hipoteca de atrezo gracias a que sus tetas, que riman con checas, dan mucho miedo.

De eso presume, de eso se ufana y con eso amenaza, con el miedo que provocan sus tetas, incluso entre sus tovarich que saben, mejor que nadie, que para seguir pasándolo teta y continuar mamando con fruición de la teta del Estado hay que soportar como los norcoreanos de la pocilga de Kim Jong-Un, aplaudiendo hasta con las orejas y sonriendo hasta la fractura mandibular, la tetocracia de las tiranotetas de Irene Montero.

A los podemitas heterosexuales las tetas de Irene Montero les dan más miedo que el Gulag, a los podemitas arcoíris les dan más asco que un beato del Opus endomingado y a los podemitas transexuales las tetas de Irene Montero les parecen ridículas, porque las tetas que a ellos les fascinan son las de la estanquera felliniana de Amarcord y las de las hermanas Kardashian. Para el transexual, aunque sea comunista, siempre teta exuberante y barroca, como para el acemilero siempre burro grande, ande o no ande.

A mí, las tetas de Irene Montero no me dan ningún miedo. A mí los que me dan miedo son los y las imbéciles, y si los imbéciles, con y sin tetas, están en el Poder, no es que me den miedo, me dan pánico.

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