lunes, 25 de abril de 2022

Ecuador: Indulto para el venezolano Colombo y tres orejas para "El Fandi" en Riobamba


Colombo Toreó al natural con adornos de molinete, construyó una ardua faena con la mano izquierda en medio ovaciones, continuó derrochando arte y el respetable enloqueció con gritos de "torero, torero" y una fuerte petición de indulto que fue concedido. Dos orejas y rabo simbólicos.


Indulto para el venezolano Colombo
 y tres orejas para "El Fandi" en Riobamba

Francisco Racines
Quito, 23 abr (EFE).- Con un indulto para el venezolano Jesús Enrique Colombo, tres orejas para David Fandila "El Fandi" y dos para el rejoneador Álvaro Mejía, la puerta grande se abrió para toda la terna de la segunda corrida de la Feria de la ciudad ecuatoriana de Riobamba.

Se lidió un encierro de Ortuño, Santa Rosa y La Viña, con encaste Domecq y Baltazar Ibán, bien presentado y con juego variado, especialmente el último, que recibió el indulto tras una petición memorable desde las gradas.

En la corrida mixta, con más de media entrada y con una fuerte lluvia de por medio, abrió plaza el rejoneador Mejía, con un salto en el orden por antigüedad para proteger al albero.

El caballero de la tierra recibió al de Ortuño montado en un corcel andaluz castaño, con el que colocó un rejón de castigo y luego banderillas largas al natural con un equino blanco, reiletes al quiebre y con "Cigarrero" dejó un rejón de muerte fulminante, un tanto caído pero certero. Vuelta al ruedo.

Al segundo de la tarde "El Fandi" lo recibió con largas cambiadas de rodillas, continuó por verónicas ante un distraído de Santa Rosa que desarmó al diestro, fue al quite por chicuelinas y revolera, con remate de serpentina tras conducirlo hasta la cabalgadura.

Invitó a Colombo a cumplir el tercio de banderillas y ejecutó el tercer par con la suerte del violín, para continuar con la muleta por el pitón izquierdo, forzado de pecho, molinetes con música para torear al natural con jaleo y colocar una estocada completa un tanto contraria. Una oreja.

El tercero de la tarde fue para Colombo, un toro de La Viña con complicaciones que fue reemplazado y el bis de Ortuño permitió que se lo recibiera por verónicas a pies juntos y al quite por chicuelinas en los medios.

El venezolano fue recíproco con  "Fandi" en las banderillas, que incluyó recortes de ambos en plena cara del burel; continuó con la muleta con problemas con el pitón izquierdo, se adornó con molinetes después de realizar apretadas tandas por el pitón derecho, con la espada en mano ejecutó estatuarios y dejó una estocada fulminante en sitio. Una oreja y bronca al palco por la segunda.

El rejoneador Mejía, en el cuarto, repitió cabalgaduras, pero logró una mayor transmisión al tendido, colocó un rejón de castigo y cinco farpas, tres banderillas cortas al natural para tomar el rejón de muerte y acertar solo la mitad suficiente. Dos orejas.

"El Fandi", ante un quinto de La Viña, mostró verónicas, chicuelinas y lopecinas, y con las banderillas al natural y la tercera al violín, para proseguir con tandas de muleta bien ligadas con la izquierda, adornando con molinetes y toreo en redondo ante un toro que humillaba y al que le sacó también tandas con la zurda.

Extendió la faena hasta el último muletazo y dejó una estocada completa y un tanto tendida. Dos orejas y vuelta al ruedo junto al ganadero Mario Solano (La Viña).

Colombo cerró la tarde y empezó con una larga cambiada de hinojos, toreo por verónicas y al quite por delantales tras el tercio de varas, continuando con los garapullos al natural y tomar la muleta con pases por alto para ligar una buena tanda por la izquierda con el sonido de los vientos.

Toreó al natural con adornos de molinete, construyó una ardua faena con la mano izquierda en medio ovaciones, continuó derrochando arte y el respetable enloqueció con gritos de "torero, torero" y una fuerte petición de indulto que fue concedido. Dos orejas y rabo simbólicos.

Así concluyó la feria con las destacadas actuaciones de los españoles David Fandila y Carla Otero, además del venezolano Jesús Enrique Colombo y una buena labor de los diestros de la tierra. (EFE)



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