domingo, 8 de mayo de 2022

El 'vergonzoso pasillo' del Atlético de Madrid en el derbi o cómo la polémica corrompió al deporte

 Ancelotti y Simeone se saludan antes de un encuentro. 

El Atlético se niega a hacerle el pasillo al Madrid porque lo ve como "un intento de escarnio" cuando solo es una acción deportiva que reconoce al campeón y dignifica a quien lo hace.

¿UNA DESHONRA?

El 'vergonzoso pasillo' del Atlético de Madrid en el derbi o cómo la polémica corrompió al deporte

Albert Ortega
El Confidencial / 08/05/2022 
El Atlético de Madrid recibe esta noche al Real Madrid en un duelo donde los locales se juegan estar en la próxima Champions League y, el Real Madrid, alargar la resaca de la descomunal remontada lograda contra el Manchester City. Sin embargo, con La Liga decidida, el trofeo levantado y afición y plantilla pensando en la final de Champions League que disputará el conjunto blanco ante el Liverpool de Jürgen Klopp, para muchos el morbo del partido está en ver si el Atlético de Madrid realiza el pasillo al Real Madrid para reconocer su título liguero. Hay una gran parte de la afición del Atlético que considera que no debe hacerse tal gesto deportivo porque sería una humillación. Hay una pequeña parte de la afición del Real Madrid que desea ver a su rival efectuando el pasillo como muestra de sometimiento. Todo alimentado por un altavoz mediático que disfruta con una polémica absurda y que contribuye a la pérdida de valores deportivos. 

El pasillo solo debería ser un gesto noble y voluntario que reconoce al campeón del torneo... pero que se ha corrompido con el tiempo espoleado por el amarillismo de una sección de la prensa y las rabietas infantiles. Un elemento sencillo, natural, protocolario y generoso. Precisamente, de esa voluntariedad parte el acto al que no se puede obligar a nadie... porque debería salir solo, por mucho que duela la temporada pésima que está haciendo el Atlético. Si a la plantilla, el cuerpo técnico y, sobre todo, a la afición del Atlético de Madrid no le nace protagonizar esa acción como ha sucedido tantas veces en el pasado entre diferentes equipos, está en su derecho, aunque no sea un gesto deportivo.

Oblak afirmó que no harán pasillo


Al Real Madrid le da igual, porque lo importante era ganar LaLiga y estar en la final de la Champions League, y así ha sido. Así lo explicaba Carlo Ancelotti: "Hagan lo que hagan, está bien, hay que respetarlo". También Luka Modric: "El pasillo en el derbi no nos interesa y del que no quiero hablar antes de un partido tan fundamental como el que nos espera mañana". Si alguien del bando blanco está muy obcecado con que le hagan el pasillo es por una cuestión muy simple: lo ve como una humillación y quiere vejar al rival. No han ayudado a calmar las aguas las declaraciones de uno de los pesos pesados del vestuario, José María Giménez, nada más perder contra el Athletic Club la semana pasada. "¿Pasillo al Madrid? Les felicitamos, pero respetamos mucho a nuestra afición", señaló tras el partido, en las que eran las primeras declaraciones públicas al respecto de la intención que el conjunto rojiblanco tenía en su siguiente partido de Liga. Poco después, Jan Oblak fue más claro: "Como capitán, soy de los que no le gusta dar ni recibir pasillos, pero el club decidirá y haremos lo que sea necesario". Una idea clara de lo que piensa el equipo.

Luego, el club remataría las afirmaciones de sus jugadores en un comunicado que alimentaba la polémica, aunque sí que dio la enhorabuena al equipo blanco por su nuevo campeonato: "Algunos quieren convertir lo que nació como un gesto de reconocimiento al campeón en un peaje público que deben pagar sus rivales, impregnado además con aroma a humillación. Bajo ningún concepto, el Atlético de Madrid va a colaborar en este intento de escarnio en el que se olvidan por completo los verdaderos valores del deporte y se fomenta la crispación y el enfrentamiento entre los aficionados". Cuestión de honorabilidad y deportividad que no parece compartir el Atlético, porque siente que se va a utilizar la imagen para desprestigiar a la plantilla y la institución. Es cierto que un sector de la prensa que genera mucho ruido lo haría, pero sería mayor el porcentaje de quienes lo verían como una situación normal y corriente que no tiene más recorrido ni historia. Simeone lo adobó en la rueda de prensa previa al derbi: "El club hizo un comunicado concreto, explicativamente perfecto. Felicitar al Real Madrid, a los futbolistas, al cuerpo técnico, porque ha hecho un grandísimo trabajo. Respeto por el Madrid que acaba de salir campeón, pero tenemos mucho más respeto por nuestra gente, que es la que está con nosotros". Habría que analizar en qué momento es irrespetuoso hacer un pasillo al campeón cuando solo es una cuestión natural que dignifica más a quien lo hace por ser capaz de olvidar viejas rencillas y reconocer el triunfo del rival que a quien lo recibe. Un gesto que ennoblece el deporte de mínima importancia que ahora parece lo más importante y cuya polémica artificial se hubiese evitado desde el inicio si se hubiese afirmado que se haría el pasillo.

Diego Pablo Simeone, durante el último partido de LaLiga

¿Es irrespetuoso que un jugador como Marcos Llorente acuda al cumpleaños de la pareja de Marco Asensio y lo celebre con varios jugadores del Real Madrid en la previa del derbi? No. No cuando los jugadores de los dos equipos que viven en la misma zona llevan a sus hijos al mismo colegio y cuyas mujeres e hijos se conocen y pasan tiempo juntos, ya que forman parte del mismo entorno. Si la respuesta es que el problema es enseñarlo en las redes sociales y confraternizar con el enemigo, tenemos un problema al tratar de convertir el deporte en una guerra de trincheras.

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