jueves, 23 de junio de 2022

Alicante les ha mostrado la realidad a los diestros / por Pla Ventura

"...Cuando vimos los carteles de Alicante nadie entendíamos el cartel de este día puesto que, Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera y Ginés Marín es un trio de espadas que podría ser muy interesante en Badajoz pero, en la tierra de Azorín, muy poco pintaban estos espadas y, la prueba es evidentísima, plena feria alicantina y menos de media plaza para ver a las “máximas figuras” de la torería actual..."


Alicante les ha mostrado la realidad a los diestros

Pla Ventura
Cuando vimos los carteles de Alicante nadie entendíamos el cartel de este día puesto que, Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera y Ginés Marín es un trio de espadas que podría ser muy interesante en Badajoz pero, en la tierra de Azorín, muy poco pintaban estos espadas y, la prueba es evidentísima, plena feria alicantina y menos de media plaza para ver a las “máximas figuras” de la torería actual.

Sin lugar a dudas Ricardo Gallardo ha traído hasta Alicante una corrida ejemplar, todos de distinta condición pero con el valor de la casta y, en muchos animales, la bravura.

Antonio Ferrera ha tenido como primer enemigo un astado que su único defecto era la casta pero, rociado de bravura para que el diestro festejara y celebrara su actuación en nuestra tierra. El pacense ha dado muchos pases, mucha parafernalia, pero sin resultado alguno. Ha matado de una gran estocada y nadie ha dicho esta boca es mía. Vamos que, por momentos, hasta creíamos que estábamos en Madrid porque, por ejemplo, en Sevilla le hubieran dado una oreja o quizás las dos. Pero amigo, la afición se ha comportado de manera fantástica; éramos pocos, pero creo que los cabales.

Mirábamos la cara de Ferrera y todos hemos sufrido al unísono de su cuerpo; lo digo porque, este diestro, como todos, sabedores que después de una gran estocada se les otorga una oreja como premio menor, incluso en plazas de mucha relevancia como pudiera ser Sevilla pero, casualidades del destino, como digo, su cara era un poema al ver que nadie ha dicho ni media. Sinceramente, nos ha cautivado la sensatez de esta afición puesto que, con respeto y sin triunfalismo, han obrado en consecuencia.

En su segundo, otro buen toro de Ricardo Gallardo no hemos podido apreciar en plenitud su bravura porque Ferrera se ha empeñado en torearlo hacia afuera y, entre el toro y el torero cabía un autobús puesto que, por culpa de la casta, el pacense ha abusado del pico. Ha estado bullanguero y, eso sí, sin la parafernalia de las payasadas que habitualmente suele hacer por esas plazas, lo que evidencia que la casta impide muchas cosas, entre ellas, hacer el tonto. Una faena que le ha valido una oreja sin apoteosis alguna porque, reitero, la labor del diestro ha sido de muy poco recuerdo. Es cierto que, la espada, si es certera, hace milagros.

Tras lo visto a lo largo de lo que llevamos de temporada en lo que respecta a Ferrera, tenemos claro que si Cristina Sánchez, como apoderada, pretendía hacerse rica con este diestro se ha equivocado por completo porque, como los hechos demuestran, Ferrera tiene que mendigar por pueblos y villorrios y, llegado el caso de Alicante como ha sido este día, apenas menos de media plaza. Siendo así, ¿dónde está el dinero?

Miguel Ángel Perera la ha tocado un toro encastadísimo que le ha hecho sudar como pocas veces le ha sucedido esta temporada; nada que ver estos toros con los que lidió el pasado domingo en Guijuelo. Ha estado voluntarioso, nada ha dejado por hacer pero su calado ha sido nulo entre la afición. Y ha estado valentísimo, negarlo sería una falacia pero, tras la estocada baja y el  descabello unas tibias palmas han saldado su faena.

Otro gran toro de Gallardo que ha permitido a Perera darle varias series de muletazos de altura pero, sin el menor calado en los tendidos; vamos que, por lo que hemos podido ver, parecía que hoy hacía frío en Alicante y nada más lejos de la realidad pero, así se ha vivido la faena, como si todos hubiésemos tenido una barra de hielo sobre las piernas. Tras una estocada y descabello, unas leves palmas han sonado en honor del diestro. Con toda seguridad que, este festejo, mejor dicho, la lidia de sus toros les hará pensar mucho a los diestros.

Ginés Marín ha tenido como primer enemigo un gran toro, un lujo de animal al que Marín ha toreado con oficio por ambos pitones pero, este chico no cautiva a nadie. La prueba es que, pocos toros le saldrán como el lidiado esta tarde en Alicante. Ha estado correcto pero, un toro como el que le ha caído como premio de la lotería era para cortarle el rabo porque su estocada ha sido monumental. Una oreja que no recordará nadie, que no le valdrá para nada porque, insisto, el que ha ganado la batalla ha sido el toro. Bien por Ricardo Gallardo que traído unos bicornes para que nos emocionáramos con su casta.

Sin duda, Marín se ha llevado un gran lote puesto que, su segundo, mejor todavía que su primero, le ha permitido dar algunos pases muy dignos, siempre, rociados de muchos enganchones porque, como digo en toda la crónica, la casta es el peor de los enemigos de los toreros. Digamos que, el diestro ha estado digno pero muy por debajo de las condiciones del toro. Otra gran estocada y dos orejas que le ha tapado las muchas carencias que ha tenido en la muleta. Manolo García, como presidente, tenía ganas de conceder orejas y con Ginés Marín se ha vaciado por completo. Por favor, una faena de dos orejas es algo muy distinto de lo que ha hecho Ginés en el día de hoy en Alicante. El aficionado se ha comportado cabal mientras que, el presidente ha estado dadivoso hasta el extremo de lo impensable.

Y pensar que los tres espadas anunciados en el día de hoy, cada uno y en plazas distintas, se anuncian para matar seis toros en solitario. Hombre, humor si tienen.

Foto: Pepe Tébar

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