viernes, 3 de junio de 2022

Oreja, sangre y miedo / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Juan Leal. Fotograma: Plaza Toros TV

 El público hasta allí indiferente, incluso ante la sangre derramada, estalló y no abandonó la faena que transcurrió casi toda al unipase y al cruce, y con mucha quietud y aguante cuando se acortaron las distancias y el desafió se hizo encunado con desplantes y tal. Estocada de ley y oreja.

Oreja, sangre y miedo

Jorge Arturo Díaz Reyes
Crónica Toros / Cali, VI 2 2022
Los muy cinqueños y serios de Fuente Ymbro trajeron suficientes embestidas, no siempre repetidas, no siempre francas y la mayoría con finales a menos, pero fueron toros para torear y con mayor fortuna y acierto, triunfar. Salvo el cuarto mansurrón y el sexto decididamente manso, los demás echaron casta y exigencia que la clientela reconoció en los arrastres. Pero no se regalaron, y pusieron mucho para que la adrenalina inundara la plaza.

Rafael González, estuvo más que decoroso con “Pardillo” el noble y encastado de la ceremonia. El tendido no lo sintió así, no solo no acompañó la muy templada y ligada faena, sino que después de la cornada, al final de ella, en la última bernadina, y el intento frustrado por estoquear porque el herido imposibilitado se derrumbó en ruedo, dejó que el drama finalizara ignorado en la enfermería, sin siquiera un aplauso de reconocimiento ni de gratitud. Ya quisiera yo, haber visto la reacción a todo ello si alguna de las publicitadas figuras hubiese sido protagonista de todo esto. Terminada la corrida la cuadrilla que abandonaba el ruedo sin su matador también fue ignorada. Vamos, con el respetable.

Juan Leal, tuvo que matar el primero de su ahijado, el otro y los dos suyos. Lo hizo con suprema honradez, prodigándose en quites, arrimándose, ofreciéndose a límite para exprimir embestidas y recreándose largamente entre los pitones e ignorándolos, para mirar a cuatro histéricos que quizá insultados por su valentía y al borde de un ataque de nervios, le pitaban desde arriba como mirlas en una rama. Pero no fue tremendismo descocado. Fue agotar la verdad y llevar su compromiso más allá del deber.

“Organillo” saltó segundo, abanto, y no pudo ser lucido con la capa. Tampoco Vicente González con la vara, pero sí en el quite de Galdós y en la réplica. Era pronto y codicioso. De rodillas lo citó en el platillo, galopó medio ruedo y orbitó en cinco derechas con su remate. El público hasta allí indiferente, incluso ante la sangre derramada, estalló y no abandonó la faena que transcurrió casi toda al unipase y al cruce, y con mucha quietud y aguante cuando se acortaron las distancias y el desafió se hizo encunado con desplantes y tal. Estocada de ley y oreja.

Al cuarto, un jabonero mansurrón que mezquinaba y premeditaba los ataques le apostó más de lo que merecía. Hasta se lo pasó por la espalda en un espacio imposible. La cogida no sorprendió a nadie, pero, aunque aparatosa fue inocua. En tablas le metió el cuerpo de nuevo al hocico y como clavado lo pasó allá y acá. Pinchazo y dos descabellos dejaron la recompensa en una ovación que no quiso salir a saludar. El sexto, que lidió por el herido fue un manso, con el que se tuvo que fajar, cruzar y cruzar sin descanso para obtener muletazos. Terminó tinto en sangre de tanto arrimarse y otra vez los pitos. Qué gente. A morir se tiró en el volapié que dejó el estoque tendido, tardó, motivó dos avisos y un saludo de salida.

Joaquín Galdós, no pudo descifrar a sus dos toros. Buenos comienzos de faena, aseo y apostura en las primeras tandas, pero luego todo entró en sosas intermitencias, porque el toro desmandado o él desubicado, quedaban fuera de suerte. Sin embargo, algunas asiladas tuvieron regusto. Encima no mató bien. Menos de media espada, aviso y dos golpes de cruceta al tercero y Estocada sin efecto con tres descabellos al quinto.

La tarde tuvo mucha carga emocional, la pusieron la cogida de González, la valentía sin fisuras de Leal y la seriedad de los toros. Lo que pasó en las gradas, es eso que no por frecuente deja de asombrar.

FICHA DEL FESTEJO

Jueves 2 de junio 2022. Madrid, Plaza de Las Ventas. 26ª de San Isidro. Nuebs y viento. Más de medio aforo. Seis toros de Fuente Ymbro, cinqueñós, bien presentados de juego diverso.

Juan Leal silencio, oreja, ovación y saludo

Joaquín Galdós, silencio y silencio.

Rafael González, alternativa, corneado al final de la lidia pasa e enfermería.

Incidencias: Saludó Roberto Blanco tras parear al 6º. Rafael González Tomó alternativa con “Pardillo” Nº 47, negro de 565 kilos. Corneado al final de la faena pasó a cirugía con una herida en tercio proximal del muslo izquierdo de 20 centímetros y trauma clavicular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario