viernes, 24 de junio de 2022

Miguel Maestro rumbo a Perú / por Pla Ventura


Sus fechas contratadas, de momento, son en Chaviña, el 25 de julio; Teodomiro Alvarado, 31 de julio; Ollachea, 2 de agosto. Eso sí, con la promesa de que puede ampliar mucho más su temporada como han hecho tantos españoles que, sin tener oportunidad en España, en Perú fueron ídolos admirados, caso de David Gil, el diestro linarense que hizo allí varias temporadas y siendo el triunfador de las mismas.


Miguel Maestro rumbo a Perú

Toros de Lidia / 24 junio, 2022
El torero Miguel Maestro, tan injustamente tratado en nuestro país, olvidado incluso en la Copa Chenel pese a ser madrileño, ha tenido que buscar nuevos horizontes para poder torear y, como le ha sucedido a muchos de sus compatriotas, ha tenido que buscar la llamada tierra prometida, en este caso, allá por la tierra de los Incas en Perú.

Como sabemos, en Perú existen muchísimas plazas de toros puesto que, dicha fiesta, para los peruanos es el mayor grado de esplendor que les une a todos por igual, razón por la que en todos los pueblos existe un coso taurino, de la índole que fuere, pero siempre para engrandecer la fiesta que tanto aman. Los toros, para aquellas buenas gentes son su pasión, su razón de ser puesto que, es la única diversión que tienen cada año cuando llegan las fiestas de dichos pueblos.

Allí es todo humilde, como sus propias gentes, pero lo rocían todo de pasión y es un gozo inmenso recibir a diestros extranjeros, tanto españoles como mexicanos o colombianos, nada importa porque lo que en realidad les emociona es que se celebren los espectáculos taurinos. Es emocionante, por ejemplo, ver la plaza de Cora-Cora situada en la ladera de una montaña y que, la misma, al margen de los graderíos del coso, está repleta por miles de aficionados deseosos de no perderse el espectáculo. Sin duda, los palenques más insospechados si de toros hablamos, existen en Perú, toda una experiencia que la disfrutará este diestro madrileño.

En esta ocasión, uno de nuestros compatriotas, Miguel Maestro, olvidado y dejado de la mano de Dios por parte de las empresas, ha tenido la fortuna de ser llamado en dicho país porque, incluso para torear de forma humilde hay que tener fortuna y, por dicha razón, nuestro compatriota está como un niño con zapatos nuevos al ver que, por tres veces consecutivas se ceñirá el traje de luces por tierras peruanas.

Sus fechas contratadas, de momento, son en Chaviña, el 25 de julio; Teodomiro Alvarado, 31 de julio; Ollachea, 2 de agosto. Son las fechas que el matador tiene contratadas de momento, eso sí, con la promesa de que puede ampliar mucho más su temporada como han hecho tantos españoles que, sin tener oportunidad en España, en Perú fueron ídolos admirados, caso de David Gil, el diestro linarense que hizo allí varias temporadas y siendo el triunfador de las mismas.

Entiendo que dicho viaje, para Miguel Maestro al igual que todos los que le han precedido, ello tiene tintes de aventura insólita pero, ¿no es acaso una gran aventura enfrentarte a un toro bravo? Siendo así, una más, diría Miguel Maestro y le asiste toda la razón del mundo porque de cobardes jamás se ha escrito y, lo que es peor, nunca engrandecieron a la sociedad en que viven. Si un torero, como es notorio, es valiente para enfrentarse a un toro que no sabes cuál serán sus intenciones, esa misma valentía, arrojo y decisión son las que les llevan por los senderos más insospechados, caso de torear en Perú o en cualquier parte del mundo.

Seguramente la gloria que allí pueda alcanzar Miguel Maestro no tendrá apenas repercusión en España pero sí le llenará de ilusiones al diestro que, alimentará su alma y fortalecerá su cuerpo que, asido a tales ilusiones por allí conseguidas podrá seguir con fuerzas para intentar nuevos proyectos que, con más o menos tintes de aventura saldrá victorioso. Reconozcamos que, para cualquier torero, enfrentarse al toro y vestido de luces, eso es colmo de la felicidad, factores difíciles al margen. Y esa será la tarea, la ilusión más grande de este muchacho que, olvidado por todos ha visto como se le abre una puerta a la esperanza en Perú.

No me cabe la menor duda de que, al regresar, lo hará lleno de convicciones puesto que, dicha aventura me la han contado muchos chavales que torearon en los pueblos de Perú y regresaron con un puñadito de dólares y, lo que es mejor, ahíto de placer por las emociones allí sentidas. Sabiendo de las condiciones toreras de Miguel Maestro, con toda seguridad, no defraudará a nadie; es más, le verán como un auténtico ídolo que, en realidad es lo que se merece.

Dios quiera que esas tres primeras actuaciones se salden con éxito para de tal modo, el diestro madrileño encauce un temporada grandiosa por tierras peruanas que, como dije, solo por el placer de la aventura que todo ello supone ya merece la pena y mucho más para un chaval que, en plena juventud es capaz de acometer con pasión cualquier tipo de aventura.

Suerte, torero.

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