sábado, 4 de junio de 2022

 


Pla Ventura: Que no nos cuenten milongas

Toros de Lidia / 4 junio, 2022
La feria de San Isidro que termina mañana, lógicamente, nos ha dejado mucho por contar y, los que hemos visto la feria en la distancia hemos tenido que soportar a los comentaristas que, los pobres tienen que echar el agua a su molino porque para eso les pagan. Ellos son libres para ejercer su trabajo pero, deberían de tener un poquito más de tacto a la hora de sus afirmaciones que, tan rotundas, algunos espectadores segur estoy que entran al trapo de lo allí comentado. Ver, por ejemplo, la forma en que ensalzan a El Juli me deja preocupado. Es cierto que, dicho torero, con el toro de La Quinta, su segundo, estuvo con una firmeza tremenda, nada nuevo en este diestro que lleva miles de toros muertos a estoque.

Faltaría más que, a estas alturas de su vida no tuviera técnica como para no dominar la situación. Digamos que, el hombre ejerce su magisterio por todo aquello que ha aprendido con los años. Lo más natural del mundo. Eso sí, cualquiera se pone de mal humor cuando los palabreros decían que se había echado la temporada encima, que era un grandísimo torero porque había aceptado sustituir a Emilio de Justo. Seamos serios, le sustituyó pero, a qué precio. Una corrida de garantías, figuras a su lado y una fortuna en su bolsillo por dicha actuación. ¿A eso le llaman echarse la temporada a la espalda?

Todo cambiaría para dicho diestro, como para el resto de sus compañeros si de vez en cuando les saliera un toro de José Escolar y les pusiera a prueba pero, no es el caso. Como sabemos, las figuras lidian sus toros con total garantía que, muchas veces no les sirven para nada, eso sí, con la seguridad de que esos toros saldrán mejores o peores para conseguir el éxito pero, lo que si está garantizado es que no dan cornadas. ¿Quiénes han caído heridos en Madrid? Los que han matado toros con auténtico peligro, aso de Manuel Escribano que en el día de hoy se ha escapado de milagro frente al toro de Adolfo Martín. Démosle a Dios lo que es de Dios, pero no le atribuyamos más méritos de los que tienen. Lo dicho, de esta feria nos queda mucho por relatar pero, en el plano artístico, como es sabido, ha sido Morante el rey de la feria.

Por cierto, ya va siendo hora de que se le cambie el nombre a la corrida de Beneficencia porque, el nombre es la humillación para todos los pobres de Madrid que es para los que se inventó esta corrida. Hace ya muchos años que, los toreros se camuflan con este festejo para llevarse lo que no habían soñado jamás ganar en una sola tarde. Yo creo que, dicho festeo deberían de renombrarse para llamarse festejo a beneficio de los tres coletas en el ruedo y así no engañarían a nadie. Ya está bien de tanta farsa.

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