Habrá colegio durante la feria de Algemesí, un ciclo de nueve días que comienza en sábado y acaba en domingo de la semana siguiente y en el que los estudiantes gozaban de vacaciones de lunes a viernes. Eran vacaciones recuperables, así no se perdían jornadas lectivas respecto al resto de alumnos españoles. El abono incluye todos los espectáculos que cada noche se organizan. A partir de ahora será difícil conjugar fiesta y escuela. Sin duda, el número de abonados disminuirá y los toros se verán afectados por la decisión. Eso es lo que pretendían quienes así lo han dictaminado.
“el nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española y con la lengua de Castilla……… asi pues, las corridas de toros…….. son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos.”. R. Pérez de Ayala
martes, 12 de julio de 2022
Nuevo ataque a la Fiesta. Toros y colegio, mal binomio en Algemesí / por Carlos Bueno
Toros y colegio, mal binomio en Algemesí
Carlos Bueno
AvanceTaurino / 11 Julio 2022
El Consejo Escolar Municipal de Algemesí ha decidido que la próxima feria taurina sea lectiva. El acuerdo ha levantado una polvareda en la localidad valenciana. Los partidarios de los toros se rasgan las vestiduras. Los antitaurinos se frotan las manos felices al comprobar que se pone una nueva traba al normal desarrollo de un ciclo ancestral, un icono mundial en la celebración de novilladas y un acontecimiento más que significativo a nivel festivo, social y económico en la ciudad.
Año tras año, en Algemesí se levanta una plaza de madera original y singular que mantiene su peculiar fisonomía desde mediados del siglo XIX y, aunque las primeras noticias taurinas que se conservan en el Archivo Municipal datan de 1643, está constatado que los toros comenzaron a recorrer sus calles en la lejana Edad Media. No había escuela en aquella época, y evidentemente no existía ningún problema en que mayores y niños participaran en las fiestas. Desconozco cuando se implantó la enseñanza obligatoria, pero es lógico pensar que al principio sería complicado conjugar estudios y festejos.
La importancia y el volumen de la Semana de Toros fueron creciendo de forma cualitativa y cuantitativa. Después de la guerra civil ya se daban nueve novilladas y nueve espectáculos nocturnos en el mismo coso. Había fiesta en las calles desde el encierro matinal hasta bien entrada la noche, y a padres e hijos cada vez les costaba más madrugar para ir a clase. Las ausencias en las aulas pronto comenzaron a ser más numerosas que las presencias, y acabó decretándose vacaciones durante la feria, que se celebra la última semana de septiembre.
Los alumnos nunca perdieron jornadas lectivas, porque se compensaban acabando dos días más tarde que el resto de españoles y con los tres festivos a los que cada localidad tiene derecho. Y, teniendo en cuenta que en septiembre sólo se va al colegio por las mañanas, de esta manera los estudiantes algemesinenses aún ganaban cinco tardes de colegio respecto a los demás.
Desde hace unos años, el Consejo Escolar Municipal viene señalando su voluntad de derogar aquella antigua decisión, y este año al fin ha conseguido llevar a cabo sus designios. No hace falta ser muy listo para adivinar el nulo apego taurino que tienen los miembros que votaron la medida, que fue aprobada por aplastante mayoría. Se trata de un acuerdo muy perjudicial para el futuro del ciclo que, como queda dicho, goza del atractivo de una serie de espectáculos nocturnos que se incluyen en el abono.
A partir de ahora, compaginar la noche con levantarse temprano será tarea complicada y hasta irresponsable. Es lógico pensar que caerá el número de abonados y eso, sin duda, acabará afectando a los toros y a la feria.
La medida puede ser injusta con la tradición y hasta con la economía local, pero lamentablemente es legal. Así que sólo cabe patalear un poco y ponerse a trabajar mucho en búsqueda de soluciones. Una podría ser el cambio de fechas, y otra, muy a tener en cuenta, organizar el serial en dos fines de semana con actuaciones nocturnas de jueves a sábado cada uno de ellos y toros todos los días a las seis de la tarde. Así sólo habría que solicitar dos jornadas de vacaciones, los dos viernes. Se venderían más entradas y habría más ambiente. No es “lo de siempre”, pero toca readaptarse.
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