Cómo no se va a entusiasmar la afición toreando así
Juanjo es un sobrino mío que nunca había pisado una plaza de toros. Con ocasión de las fiestas de Almorox el pasado mes, le invité a conocer una corrida de toros in situ y tuvo la gran suerte de ver torear a Fernando Robleño. Allí Fernando realizó la faena más compacta y bella que había visto yo este año y, naturalmente, Juanjo se prendó de lo que es el toreo cuando se hace desde la verdad, la belleza y el compromiso de un torero cabal.
Robleño, ídolo de Juanjo… y de todo buen aficionado
Antolín Castro
Opinión y Toros/19 Septiembre 2022
La actuación ayer de Fernando Robleño en Madrid, hace que se apunten muchísimos más a tomarle como ídolo de la torería actual.
No es que el torero madrileño no tuviera partidarios hace un mes, pero es que ahora se han apuntado muchos más. Ya lo hizo Juanjo hace un mes en Almorox, sin saber nada de toros y toreros, pero es que ahora, tras su paso por Las Ventas, hasta los ciegos pudieron ver y los sordos oír.
¿Quién es Juanjo? permítanme que me explique: Juanjo es un sobrino mío que nunca había pisado una plaza de toros. Con ocasión de las fiestas de Almorox el pasado mes, le invité a conocer una corrida de toros in situ y tuvo la gran suerte de ver torear a Fernando Robleño. Allí Fernando realizó la faena más compacta y bella que había visto yo este año y, naturalmente, Juanjo se prendó de lo que es el toreo cuando se hace desde la verdad, la belleza y el compromiso de un torero cabal.
Así sucedió y Juanjo dijo que quería seguir progresando en la afición, tomando como ídolo a Robleño, por la cantidad de sensaciones que aquella mágica faena le transmitió. Ayer cuando acudí a Las Ventas, él vive en Pau, Francia, se lo hice saber y esto fue lo que contestó: ‘Qué suerte tienes de poder estar presente y qué suerte para el público que esté hoy en Las Ventas’. Literal.
No sabía bien la suerte que iban a tener los que fueron a la plaza. Yo había saludado a Robleño a su llegada, advirtiéndole de que el vestido que llevaba, el mismo que lució en Almorox en aquella tarde mágica, era la premonición de que podría repetirse el milagro del toreo, pero esta vez en la primera plaza del mundo.
Lo que sucedió después en el ruedo, con todo detalle lo cuenta Jean-Charles Olvera en su crónica en este mismo portal, yo solo quiero dejar constancia de los hechos y circunstancias que llevaron a Fernando a vestirse igual y a Juanjo a pronosticar la suerte de los que estuviéramos presentes. Todo transcurrió como en Almorox, pero elevado a la cátedra del toreo que es Las Ventas. Si allí fueron oreja y dos orejas y rabo, aquí han sido vuelta y dos vueltas triunfales. Esa es una diferencia entre una plaza y otra, pero si la espada hubiera entrado a la primera en ambos toros, las orejas hubieran sido las mismas… y quien sabe si el rabo, dado el cómo estaban los aficionados de enardecidos en Las Ventas. Si aquella fue la faena más compacta vista por mi este año, esta ha superado cualquier otra de este año en Las Ventas.
En conclusión, Robleño seguirá siendo ídolo para Juanjo, también para los que ya lo era, pero hoy han aumentado exponencialmente y se multiplicarán por ‘n’. Lo normal es que eso mismo sucediera con los empresarios y se dejaran de cuentos, Fernando Robleño es un torerazo tan importante que debe figurar en los carteles de todas las ferias. Así lo demanda su capacidad torera, sus éxitos y los aficionados que le tienen como un referente imprescindible para saciar su afición.
Yo puedo asegurar que, al verle llegar vestido de oro viejo y oro, sentí un escalofrío que me puso en guardia. Luego apareció Camionero, el gran toro de José Escolar, y los sueños se hicieron realidad. Podía suceder y sucedió… en Almorox y en Madrid.
El próximo día lo primero que haré será hablar con Juanjo a quien animo a seguir haciéndose buen aficionado. Has elegido bien, te lo aseguro.
Este es Juanjo, en su primera corrida, en la plaza de Almorox
No hay comentarios:
Publicar un comentario