Foto: Santos Yubero
«¿Qué poder, qué embrujo tiene este muchacho madrileño para medir sus faenas, para embeber a los toros en el engaño, para transmitir a su toreo una elegancia y una sobriedad sin alharacas inútiles?
Muere Luis Alfonso Garcés, el torero que causó delirio en Madrid
Torero de finas maneras, tuvo una prometedora presentación como novillero en Las Ventas
ÁNGEL GONZÁLEZ ABAD
ABC/Madrid,07/10/2022
Pocos podían pensar que tras su rutilante etapa como novillero, la estrella de Luis Alfonso Garcés se iría apagando tras tomar la alternativa. Fue un torero de finas maneras, la elegancia que imprimía a su toreo cautivó e ilusionó como pocos a los aficionados de la primera plaza del mundo. El chaval, nacido en 1939 en la localidad conquense de Pozorrubios de Santiago, había aprendido durante duros años en la escuela de las capeas y las novilladas sin picadores, hasta que en marzo de 1958 se le brindó la oportunidad de debutar en la carabanchelera Vista Alegre. Allí triunfo y le repitieron. Su nombre comenzó a sonar y se le abrieron las puertas de Las Ventas. El 10 de agosto de aquel año se presentó y cortó un trofeo, que fueron dos una semana más tarde y hasta tres el 18 de septiembre, cuando convenció definitivamente a la cátedra madrileña.
«¿Qué poder, qué embrujo tiene este muchacho madrileño para medir sus faenas, para embeber a los toros en el engaño, para transmitir a su toreo una elegancia y una sobriedad sin alharacas inútiles? No lo sabemos. Pero si no se quiebra su hechizo hará de él un Torero. Con mayúscula». sentenciaba la crónica abecedaria, que resumía: «El delirio».
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