miércoles, 28 de diciembre de 2022

Facundo Cabral, se calló el cantor / por Pla Ventura


"...Facundo Cabral, cada vez que conversábamos me decía siempre lo mismo. “Pla, tú eres mi mejor antólogo y me llena de dicha porque lo que no han hecho en Argentina, lo ha logrado un español amante de la vida y de mi obra”. Ciertamente, ser antólogo de un personaje de tantísima relevancia me llena de convicciones, por eso nació la Web citada y escribí el libro LA MAGIA DE CABRAL..." 


 Facundo Cabral, se calló el cantor

Pla Ventura
Toros de Lidia/27 diciembre, 2022
Hay fechas que por connotaciones variopintas quedan marcadas dentro de nuestro ser, casi siempre, las mismas quedan selladas por obra y gracia de algún que otro personaje de leyenda, en mi caso, lo que viví en el homenaje que se le hizo a Facundo Cabral en Linares hace ahora una década. Recuerdo que, ante la llamada que me hizo José Luis Molina, un personaje insigne de la tierra de Andrés Segovia, Raphael…., ofreciéndome la dicha de ser arte y parte en lo que él había denominado un recuerdo eterno para Facundo Cabral en la ciudad minera de Linares, tierra de grandes artistas.

José Luis Molina, sin yo saberlo, era un amante de la filosofía de Cabral, tanto en sus canciones como en sus aforismos llenos de ternura, humor, encanto, belleza…retratos de la vida misma con los que Cabral obsequiaba al mundo. No es menos cierto que, por aquellos años, dada la amistad que me profesaba Cabral desde hacía mucho tiempo, había nacido de mis manos y sentidos la página Web en la que permanentemente glosábamos la figura y obra de Cabral. Siendo así, José Luis Molina se percató de nuestra Web y comprendió muy pronto que, mi persona, como lazarillo del mejor cantor de Hispanoamérica, sería el hombre idóneo para rendir homenaje a dicho cantor en Linares.

Ante la llamada de Molina, no lo dudé un segundo; es más, sentía que se me otorgaba un premio que quizás no merecía pero que, el recuerdo de Cabral dentro de mi ser tenía más peso que nada en el mundo. Hacía un año que habían asesinado al maestro en Guatemala y, por esos caprichos bellos del destino, tuvo que ser Linares la ciudad que le rendiría el primer tributo después de muerto.

Y fue allí, en Linares, donde gocé en plenitud aquella tarde inolvidable en la que, junto al grupo Facundo Cabral, cada vez que conversábamos me decía siempre lo mismo. “Pla, tú eres mi mejor antólogo y me llena de dicha porque lo que no han hecho en Argentina, lo ha logrado un español amante de la vida y de mi obra”. Ciertamente, ser antólogo de un personaje de tantísima relevancia me llena de convicciones, por eso nació la Web citada y escribí el libro LA MAGIA DE CABRAL, unos cantores argentinos arraigados en España, todos juntos hicimos las delicias de los allí presentes que, para nuestra fortuna, como más tarde supimos, se quedó mucha gente en la calle porque el teatro Cervantes se abarrotó por completo. Gauchos 4 pusieron la música mientras que yo puse la palabra para que, al final, el éxito se aliara junto a nosotros. Quedé impresionado porque no acertaba a comprender que, en Linares, Facundo Cabral tuviera tantos adeptos, lo que certificaba que el arte es universal y lo captan todos los seres de buena voluntad en este mundo, llámese, Rosario en Argentina, Linares en España o San Cristóbal de las Casas en México.


Facundo Cabral, cada vez que conversábamos me decía siempre lo mismo. “Pla, tú eres mi mejor antólogo y me llena de dicha porque lo que no han hecho en Argentina, lo ha logrado un español amante de la vida y de mi obra”. Ciertamente, ser antólogo de un personaje de tantísima relevancia me llena de convicciones, por eso nació la Web citada y escribí el libro LA MAGIA DE CABRAL. Sabedor que mis acciones le daban felicidad al astro argentino, ese premio no me lo podía arrebatar nadie porque, como él dijera, la vida es el arte del encuentro por eso nos hemos juntado nosotros.

Aquella Web en la que rendíamos culto a Facundo Cabral se tornó de repente como un torbellino de emociones puesto que, en la misma, personas de una relevancia inmensa colaboraron hasta la muerte del cantor. Quisiera recordar a Nilda Machado desde Venezuela, Carmen Martínez en España, Ingrid Matta en Colombia, Elsye Jhonson desde Estados Unidos, Leticia Lucero, paisana de Cabral, como la que fuera una gran actriz argentina, Marta Ecco y muchísimas personas que, todos juntos gozábamos de la magia y amistad de aquel cantor universal, amigo de La Madre Teresa, del Chente Fernández en México, de Juan José Arreola, Juan Rulfo y tantos hombres y mujeres de su misma relevancia, algo que certificaba nuestra suerte puesto que, sin destacar en nada, Cabral nos eligió como sus antólogos por el globo terráqueo.

Y no puedo olvidarme por nada del mundo de la señora Saitanlua que le concedió a Cabral el tremendo honor de postularle para el Premio Príncipe de Asturias en su apartado de la concordia. Un proceso que jamás olvidaré porque, ser postulado para dicho premio ya es un inmenso honor y que lo hiciera esta dama asturiana que vive en la capital de la cultura de España, Oviedo, eso fue un logro sin precedentes. Todos los nombrados, sin distinción, nos unió el cordón umbilical del amor hacia tan carismático personaje que del mundo hizo su morada y de su vida un monumento al amor para entregarlo a los demás.


Dicho lo cual, solo me quedan palabras de gratitud para todos cuantos vivieron a mi lado las emociones que Facundo Cabral nos aportaba y, en el caso de José Luis Molina, ese profesor de literatura linarense, todo mi afecto y gratitud porque fueron unos días en Linares que jamás olvidaré. Y todo tenía un mismo fundamente, ¡Facundo Cabral!

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