martes, 27 de diciembre de 2022

¿Feliz Año Nuevo? / por Antolín Castro


"...En tocando en tema taurino, la felicidad nos podría llegar por recuperar y perseverar en el toro íntegro y el toreo auténtico, pero no se preocupen, por ahí no van a encontrar la felicidad. Eso se sirve con cuentagotas y si llega la felicidad es cuestión de muy pocos días..."

¿Feliz Año Nuevo?
Antolín Castro 
Opinión y toros/27 Dcbre. 2022
Nos encaminamos, sin remedio, hacia 2023. Lo que no sabemos, más bien lo dudamos, es si podrá ser un año feliz, al menos en lo colectivo.

Por supuesto, habrá muchos que sean felices por diferentes motivos, pero será difícil que sucedan todas esas cosas que hagan felices a la humanidad. Es un asunto difícil, muy difícil, de conseguir.

Guerras seguirá habiendo, paro también, hambre la que quieras y más. De pandemias y enfermedades no nos vamos a librar, como tampoco de rufianes y piratas que pululan en los medios políticos. De estos últimos no nos libra ni la caridad; del hambre se podría, de esos no habrá manera, crecen como las setas y, a su vez, lo que es peor, hacen crecer los problemas para la población.

Así que, para tener algo de felicidad nos la tendremos que construir cada uno individualmente, basándonos en cosas concretas: el amor de tu pareja, el nacimiento de un hijo, el encontrar un empleo…, incluso con cosas menos importantes, como que tu equipo gane la liga o que tu torero favorito salga en hombros en San Isidro.

En tocando en tema taurino, la felicidad nos podría llegar por recuperar y perseverar en el toro íntegro y el toreo auténtico, pero no se preocupen, por ahí no van a encontrar la felicidad. Eso se sirve con cuentagotas y si llega la felicidad es cuestión de muy pocos días.

Pensar que la felicidad ha de llegar por la vía de las orejas cortadas a granel o los muchos indultos por parecer más oveja que toro, eso no es felicidad, eso es complicidad con el sistema y la autocomplacencia.

Felicidad podría llegar en el tema taurino si desaparecieran quienes atacan la Tauromaquia desde la ignorancia y la maldad, si los gobernantes cumplieran con la ley que la protege y le dieran el amparo que le niegan. Podríamos sentirnos felices dentro de ese mínimo marco de no ser malqueridos por unos y por otros. Es decir, respetados.

Si no es así, en lo demás el tema taurino seguirá enquistado en el egoísmo y super protección de los grandes y en el abandono de los más humildes por buenos que sean. Que a un buen torero se le haga justicia tiene casi las mismas posibilidades que hemos tenido todos nosotros en el pasado sorteo de la lotería. De igual modo pasará con las ganaderías y los encastes.

Ya ven, seguiremos padeciendo ese mal endémico que nos ha hecho retroceder sin la necesaria y debida competencia en igualdad de condiciones. Aún así, seguiremos pidiendo felicidad a través de los pequeños pasitos que se den.

Mis queridos amigos, intenten por todos los medios ser felices, porque si nos amargamos estaremos amargando también a todos los que nos rodean. Háganlo y busquen la felicidad en aquellas pequeñas cosas que les llenan el alma gratis, sin ningún esfuerzo. Por ejemplo, la música es un buen antídoto… y no me refiero a los ‘cuarenta principales’, ahí estaríamos condenados a los mismos males que con las figuras y sus encastes favoritos.

Pese a todo, y ante todo, yo les deseo un Feliz Año Nuevo.

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