"...Benedicto XVI, como defensor del Logos, como buen intelectual y persona culta y bien preparada, ha reconocido la extraordinaria labor de España en América, llevando la cultura y la civilización a los salvajes, muchos de ellos antropófagos. En cambio, Bergoglio, Lula, López Obrador, y demás comunistas indigenistas judaizantes aprovechan cualquier ocasión para insultarnos o calumniarnos..."
Su Católica Majestad no encuentra sitio ni tiempo en su agenda para asistir a los funerales del Papa prisionero, pero se inclina humillado ante el comunista Lula
Por Alfonso de la Vega*
A.D. /7 Dcbre. 2023
En estas fiestas tan señaladas Su Católica Majestad ha abandonado a Su mujer, Sus hijas y Su suegra y se ha cruzado nada menos que el Atlántico para asistir a la toma de posesión tras escandaloso pucherazo electoral de un tenebroso comunista corrupto, valga la redundancia. O, para que no se me enfade nadie, empleando el mismo lenguaje orwelliano del falsario Gobierno de Su Majestad cabría calificarle de “honrado fijo discontinuo”. Y no solo la mera ceremonia protocolaria, sino una reunión posterior con el déspota corrupto en la que aparece muy contento y risueño.
Sin embargo, paradójicamente, don Felipe no ha encontrado sitio ni tiempo en su agenda para asistir en la cercana Roma a los funerales del papa, que además de serlo demostró ser un gran amigo de España a diferencia del impostor Bergoglio. Para cubrir el expediente funerario manda a Su madre, hasta ahora medio arrinconada en un ala de Palacio. Según algunos observadores, el papa se encontraba recluido en condiciones de aislamiento. Para terminar de fomentar sospechas, justo al día siguiente, muere Giulio Colombi el políglota teólogo traductor de Benedicto XVI y posible custodio de las claves de su extraña abdicación o de sus hipotéticos escritos censurados.
En 2006, con su valiente y lúcido discurso en la Universidad de Ratisbona, el Papa se había ganado el respeto de los europeos de bien, amantes de la tradición y de la cultura, pero también la correspondiente inquina de la liberticida clá globalista, iconoclasta de socialistas, comunistas, populares acomplejados y pro morisma de todo jaez. Benedicto XVI decía así:
“A este propósito se presenta un dilema en la comprensión de Dios, y por tanto en la realización concreta de la religión, que hoy nos plantea un desafío muy directo. La convicción de que actuar contra la razón está en contradicción con la naturaleza de Dios, ¿es solamente un pensamiento griego o vale siempre y por sí mismo? Pienso que en este punto se manifiesta la profunda consonancia entre lo griego en su mejor sentido y lo que es fe en Dios según la Biblia. Modificando el primer versículo del libro del Génesis, el primer versículo de toda la sagrada Escritura, san Juan comienza el prólogo de su Evangelio con las palabras: “En el principio ya existía el Logos”.
Benedicto XVI, como defensor del Logos, como buen intelectual y persona culta y bien preparada, ha reconocido la extraordinaria labor de España en América, llevando la cultura y la civilización a los salvajes, muchos de ellos antropófagos. En cambio, Bergoglio, Lula, López Obrador, y demás comunistas indigenistas judaizantes aprovechan cualquier ocasión para insultarnos o calumniarnos. Toda una brillante política de Estado a la filipina: humillante pelotilleo con el enemigo agresor insultante, ninguneo al amigo y supuesto correligionario.
Por lo que desgraciadamente estamos comprobando una y otra vez, Su Católica Majestad parece dispuesta a agradar al infecto rojerío a costa de Su dignidad personal e institucional y prescindiendo de cualquier criterio espiritual, moral, intelectual o patriótico.
No se entiende muy bien esta contumacia en erradicarse la simpatía de los patriotas españoles, salvo que actúe así fiado en que la supervivencia de Su monarquía sobre las ruinas de una España asolada y envilecida por Su gobierno y resto de instituciones borbónicas, se ha de conseguir no gracias a méritos, patriotismo o ejemplaridad, sino a los mismos tramposos genocidas que gobiernan el mundo globalista en la sombra y han perpetrado la primavera católica para derribar canallescamente al papa, cuya muerte lamentamos, o el propio pucherazo brasileño antes citado.
De modo que “quien manda, manda”, ergo hay que lisonjear y hacer méritos con los tiranos, canallas y villanos. Pero, aun así, creo que estaría obligado a mantener un mínimo de decoro personal e institucional; a disimular un poco. Que con Su conducta está espantando a Su público más querencioso.
La muerte del Papa prisionero abre un periodo de incertidumbre en el Vaticano. Desde el punto de vista espiritual, Benedicto XVI era considerado por muchos como una especie de catejon paulino, una figura que, en definición del apóstol, dificultaba o frenaba el avance triunfante del Mal. Su desaparición pudiera ser aprovechada por el Impostor y su mafia asociada para avanzar en su golpe interno contra la Iglesia. También es posible que ya se dé por amortizado al comunista y ecologista jesuita argentino y se le sustituya por otro más joven y peligroso, de su cordada, para acometer la próxima etapa de demolición de la Iglesia ¡Vade retro!
Lo que por desgracia no parece encajar ni de cerca ni de lejos en la figura del catejon paulino es don Felipe, Rey de… ¡Jerusalén!
*Ingeniero agrónomo y escritor
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