"...Los toros ya no son lo que eran, cada día los toros se parecerán más entre sí con el uso del monoencaste, los tiempos de anunciar las ferias de verano los presenciarás con abrigo, habrá menos oportunidades para jóvenes promesas, para tus abonos de mayo deberás utilizar la paga de Navidad y se tendrá que hacer un cursillo para ver las corridas televisadas...."
Pero en cuanto al tema taurino, la verdad, no dejan de sorprenderme. Y no precisamente para alegrarme el día.
Que los toros ya no son lo que eran da cuenta perfectamente el ver lidiarse animales aborregados y ayunos de aquella casta que les hacía poner las cosas no fáciles a los toreros. Esos tiempos pasaron y ahora quedan muy pocas ganaderías que mantengan ese interesante duelo con sus matadores. Además, por si fuera poco, las que hay se lidian con cuentagotas.
Pero en muy poco espacio de tiempo, desde el comienzo de 2023, me he ido enterando de que las cosas cambiarán en muchas más cosas. Ahora, sin que haya empezado Valdemorillo, ya te tienes que rascar la cartera para sacar el abono de San Isidro. Ver para creer. Para que así sea es necesario que los carteles de la gran feria venteña estén en la calle, pues lo están.
Cuando se ven los carteles te das cuenta de que ya pueden anunciar los de 2024, no podrán diferir mucho de estos de 2023, pues la posibilidad de que aparezca algún torero nuevo es prácticamente nula, no creemos que un triunfo en Villena vaya a lanzar a nadie al estrellato. En estos, al menos, están jóvenes, como Téllez y de Manuel, que triunfaron en Las Ventas gracias a tener esa oportunidad el pasado año. Ahora esa oportunidad ya no existe para nadie, salvo para los que ya están en los carteles.
Que los mismos toreros siempre ocupan todos los puestos se sabía, pero una feria tan larga como San Isidro siempre dejaba huecos para diestros con aspiraciones a los que se programaba y desde donde muchos dieron el salto. Ahora esas oportunidades brillan por su ausencia. Una novedad que no beneficia a los aficionados.
El día 1 de febrero se anuncian carteles y al día siguiente ya pueden ir a pagar los abonados. Un adelanto de dos meses que no vendrá mal a las arcas de la empresa. Unos cuantos millones para alegrar su tesorería antes de incurrir en ningún gasto. Es esta otra novedad que es imposible venderla a favor de los aficionados.
No terminan ahí las novedades, pues resulta que ahora las retransmisiones por televisión dejará de hacerlas Movistar en su canal Toros, cuando mucha gente está abonada a esa plataforma de televisión precisamente porque es la única que daba los toros. Otra faena para quienes están abonados a Movistar. Una empresa extranjera tiene la exclusiva y los aficionados, la mayoría de buena edad, tendrán que intentar ser jóvenes teniendo el móvil todo el día en la mano. Eso, si es que saben ponerlo en marcha. Otro cambio por el que los aficionados, y más los que están en las residencias, pueden estar contentos.
Los toros ya no son lo que eran, cada día los toros se parecerán más entre sí con el uso del monoencaste, los tiempos de anunciar las ferias de verano los presenciarás con abrigo, habrá menos oportunidades para jóvenes promesas, para tus abonos de mayo deberás utilizar la paga de Navidad y se tendrá que hacer un cursillo para ver las corridas televisadas.
Lo más curioso es que de mi edad hay más aficionados que de la de mis nietos y, así se percibe, parece que solo piensan en ellos. Los toros ya no son lo que eran… en nada.
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