lunes, 6 de marzo de 2023

El Cid no lo entiende / por Pla Ventura

"...Nunca segundas partes fueron buenas y, el refranero español es el único que dice la verdad, a las pruebas me remito. Fijémonos que, lo que sobran son toreros, las pruebas son elocuentes. Con los matadores de toros que tenemos en la actualidad se podrían montar tres mil ferias, un dato estremecedor que puede asustar a cualquiera. Siendo así, si a dicho drama le añadimos las reapariciones absurdas de todos los toreros nos vamos directamente al averno..."

El Cid no lo entiende
Pla Ventura
Toros de Lidia/6 marzo, 2023
El otrora diestro importantísimo llamado El Cid, en estos momentos no entiende su situación y anda por esos mundos de Dios llorando por las esquinas al comprobar que, en su reaparición no le han dado el trato que él esperaba. Lo que Manuel Jesús Cid no se ha parado a pensar es que, en su regreso, hay tres mil novedades de chicos que, como a él le sucediera cuando empezaba, merecen su oportunidad y que por el capricho de su reaparición no deben dejar tirados a chavales que pueden aportar mucho más que el diestro de Salteras.

Cuidado que, todos sabemos que los empresarios no regalan nada, si acaso, todo lo contrario. Pero no está el horno para bollos si hablamos de El Cid que, como sabemos, no se marchó, le echaron en las cuatro últimas temporadas que estuvo en activo en las que, arrastrando miserias pudo irse con dignidad. Pocos como El Cid han toreado tan bellamente al natural y, justamente, con toros auténticos al estilo Albaserrada pero, esos tiempos ya son historia y, para colmo, El Cid, jamás ostentó el título de figura del toreo al estilo Talavante que, al reaparecer así se lo han reconocido. Otra putada del diestro extremeño al que nadie ha reclamado pero que, las empresas, le han respetado.

¿Qué quiere El Cid? Lo pregunto porque un hombre como él, con la vida resuelta, -o así lo entendemos salvo error u omisión- con una leyenda de torero grande habiendo tenido el respeto de los aficionados, volver ha sido una auténtica temeridad. Es más, como dije en su momento, este hombre debería de hacer uso de su memoria y recordar que, para que él pudiera entrar en el circuito, otros antes se habían marchado puesto que, de otro modo, él jamás hubiera triunfado. ¿Qué pretende ahora coartar la libertad de los que empiezan, arrebatarles sus ilusiones? 

El toreo, lamentablemente no está ahora para reapariciones y mucho menos para toreros a los que nadie ha llamado. Esa lección debería de haberla aprendido El Cid pero, el hombre, no se ha dado por enterado. Alega que no quiere torear gratis –es posible que haya vuelto por dinero, pero si esa es la causa se ha equivocado- y tiene razón, pero su momento ya pasó, algo que le ha sucedido a los más grandes del toreo y en cualquier actividad de la vida. No juguemos con aquello de las reapariciones que, Dios no lo quiera, pero en un momento determinado puede anunciar Ortega Cano que reaparece, como hiciera aquella última tarde en Benidorm que, todavía, algunos años después, Morante y Manzanares le siguen buscando, imagino que será para felicitarle.

Pese a su fallo con el estoque, nadie podrá olvidar la excelsa faena de El Cid al toro Guitarrero de Hernández Pla en Madrid en aquella feria del 2002, una faena que sería el presagio de todo lo hermoso que más tarde este diestro mostraría porque, insisto, toro como el citado ya no le saldrá otro por mucho que se empeñe el diestro en reaparecer y, si le saliera, tendría que matarlo como Dios manda porque, de lo contrario, se sentenciaría a sí mismo.

Nunca segundas partes fueron buenas y, el refranero español es el único que dice la verdad, a las pruebas me remito. Fijémonos que, lo que sobran son toreros, las pruebas son elocuentes. Con los matadores de toros que tenemos en la actualidad se podrían montar tres mil ferias, un dato estremecedor que puede asustar a cualquiera. Siendo así, si a dicho drama le añadimos las reapariciones absurdas de todos los toreros nos vamos directamente al averno. Desde hace ya mucho tiempo vengo abogando por la retirada de todos aquellos hombres que, con cinco lustros de doctorado siguen impertérritos en los carteles que, como se demuestra, los empresarios no los echan, por ello siguen en activo; pero no es que despierten el menor interés, se trata solo de caprichos empresariales. Dicho lo cual, está clarísimo que El Cid no forma parte de dichos caprichos.

1 comentario:

  1. Pa su casa que NO regrese a quitar puestos a los Jovenes, si quizo Retirarce pues que se quede Ahi !!!..

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