Según ha podido saber el diario ABC, el ganadero ya ha puesto el asunto en manos de sus abogados. La marca está registrada a nombre de Taurocom SL, de Villasuso, pero entre ambos había un contrato.
Por Rosario Pérez
El proyecto de MundotoroTV, que ya fue realidad a medias el Domingo de Resurrección en Sevilla, enseña por horas las costuras de su inconsistencia. A la pregunta de quiénes son los señores de Delaware, quién pone la pasta, los cambios entre los que dan la cara o las modificaciones en el precio, se suma ahora un lío jurídico, pues en manos de abogados está el asunto. Resulta que la marca Mundotoro fue creada por Juan Pedro Domecq, quien fundó el portal junto a su padre en 1999. La marca Mundotoro Televisión figura registrada a nombre de Taurocom SL, con fecha de situación 2017-06-16.
Cuando Juan Pedro decidió apartarse del portal taurino, cedió la marca a Carlos Ruiz-Villasuso en unas condiciones que sólo ellos conocen. Ahora, una vez que Villasuso fuera nombrado director de comunicación de Las Ventas, dicen que lo dirige Íñigo Crespo… Otros dicen lo contrario.
Carlos Villasuso y la explotación económica de la marca Mundotoro.
Los abogados tienen trabajo: el ganadero cuyas reses pastan en El Castillo de las Guardas no tenía conocimiento de que iban a usar ‘su’ marca. Con el añadido de TV. Nadie de la nueva plataforma se ha puesto en contacto con Juan Pedro. Un sindiós. En el mundo del toro no vale ese refrán de que todo irá a mejor: los taurinos son especialistas en que todo vaya a peor.
Aquí nadie sabe nada: ni los ganaderos, a los que se les ningunea, ni los toreros. ¿Porque acaso han dicho «esta boca es mía» las tres figuras del cartel maestrante? ¿Y los empresarios que se entregaron a las manos de OneToro, sin conocer ni quién, ni cómo, ni dónde? Por migajas no todo vale. Sí, había que apostar por la competencia, por esas dos ventanas televisivas para todo el mundo -que ahora es una, ¡y qué una de momento!-, que fuera con un mínimo de rigor y seriedad.
Si una se llamara Morante, El Juli o Roca Rey, le llevarían los demonios después del fracaso y la poca categoría televisiva («in streaming») de la corrida más esperada. ¿Se han interesado mucho por ver en qué terminos se han negociado los derechos de imagen? Por cobrarlos seguro que sí, los de oro y, sobre todo, los de plata y los mozos de espada, pero de la calidad de lo retransmitido ¿le ha preocupado a alguno? Sin señal varios toros, sin un servidor potente, sin hacer el experimento en otro festejo menos señero, y ahora hablando de problemas de piratería. ¿Quién es el pirata aquí?
Transparencia
Juan Pedro Domecq no busca beneficio económico, a Juan Pedro Domecq -que no hay día que no recuerde a su maestro (qué no darían muchos por ver qué opina de este desaguisado)- le duelen las formas y que la marca pueda convertirse en la marca de un fracaso, cuando nadie ha negociado con él ni nada le han comunicado. Que precisamente en falta se echa un director de comunicación en el recién estrenado proyecto. Juan Pedro, como (casi) todo el toreo, desea un proyecto serio y que funcione con categoría por el bien de la Fiesta, tan vapuleada por distintos frentes. Y con transparencia. La que no ha habido en ningún momento en una plataforma en la que se ha vendido la piel del oso antes de cazarlo. O que pregunten a Orange y Vodafone…
Ojalá todo se enderece, se perfilen mucho más que flecos y OneToro, MundotoroTV o CuernosTV sea un éxito con la categoría que merece el rito bravo y la sangre derramada. Por favor, cojan el toro por los pitones de una vez. Hay mucho en juego.
Publicado en ABC
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