jueves, 8 de junio de 2023

Lo que consiguió ETA / por Ricardo Ruiz de la Serna


ETA logró expulsar a 180.000 vascos de su tierra. Algunas estimaciones llegan hasta los 200.000. De este modo, provocó un «desmoronamiento demográfico», como lo denomina el informe El éxodo vasco como consecuencia de la persecución ideológica, publicado por el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social CEU-CEFAS.

Lo que consiguió ETA

Ricardo Ruiz de la Serna
La GacetaIberosfera/5 Junio 2023
ETA logró expulsar a 180.000 vascos de su tierra. Algunas estimaciones llegan hasta los 200.000. De este modo, provocó un «desmoronamiento demográfico», como lo denomina el informe El éxodo vasco como consecuencia de la persecución ideológica, publicado por el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social CEU-CEFAS. El documento, elaborado por José Luis Orella, Carlos de Urquijo Valdivielso y Alejandro Macarrón Larumbe, muestra bien a las claras cómo transformaron los terroristas la sociedad vasca mediante la violencia y cómo benefició esto al ascenso de los partidos nacionalistas. 

El informe, que se vertebra en torno a cuatro capítulos con una introducción general, analiza el contexto histórico del exilio vasco, la evolución demográfica, el impacto económico y la situación de los exiliados como consecuencia del terrorismo de ETA. A partir de datos del INE, Eustat y FEDEA así como de entrevistas con los exiliados, el documento arroja conclusiones desoladoras. 

En primer lugar, el informe señala que

«han marchado de las tierras vascas, en números netos, unos 180.000 españoles nativos entre comienzos de 1977 y de 2022 por razones políticas. Esa merma de unas 180.000 personas, en torno al 9% de la población vasca de 1977, en realidad, implica una pérdida demográfica adicional de varias decenas de miles de habitantes más, que son los hijos e incluso los nietos que habrían tenido en el País Vasco muchos de los que se fueron. La impunidad de los asesinatos de ETA, amparada por el silencio en la calle y los comentarios favorables de los simpatizantes de los demás partidos, será la causa principal del inicio del éxodo». 

La introducción histórica es, en este sentido, esclarecedora y dolorosa: 

«La ausencia de libertad para poder presentar candidaturas propias, por no encontrar a nadie dispuesto a arriesgar su vida por una opción política, llevó a que una parte importante de la ciudadanía vasca no pudiese disfrutar de algo tan elemental como poder elegir libremente a su representante político». 

Así, ETA allanó el camino para que los distintos partidos nacionalistas avanzasen mientras el constitucionalismo —admitamos, por ahora, la categoría— retrocedía. Esto no se producía sólo en los partidos políticos, sino en toda la vida pública. Desde el periodismo hasta la docencia, los nacionalistas fueron colonizando espacios: cadenas de radio y televisión, departamentos universitarios, sindicatos, asociaciones, editoriales, fundaciones… Ser nacionalista daba una patente de «antifranquismo» de la que algunos siguen viviendo hasta hoy.

Sin embargo, la dinamo ETA-nacionalistas —ya saben, el árbol y las nueces— ha producido otros efectos en el País Vasco que van más allá de un constitucionalismo diezmado. En primer lugar, la comunidad autónoma es hoy «la región que más ha envejecido de España desde 1976»

El informe señala que 

«la mayor diferencia de fecundidad entre españoles y extranjeros de toda España se da en la comunidad autónoma vasca, lo que es indicador entre los extranjeros de un porcentaje elevado de africanos y/o musulmanes, prácticamente los únicos inmigrantes con una fecundidad muy superior a la de los españoles. En los nueve primeros meses de 2022, los nacimientos de madres extranjeras superaron el 29% de los bebés vascos: 37,4% en Álava, 29,1% en Guipúzcoa y 27,2% en Vizcaya. De los nacimientos de madres extranjeras en 2021, en 45% de los casos la madre era americana (hispanoamericana en más del 90% de los casos); en 34%, africana; 14%, europea y 7% asiática. Alrededor del 9% de los bebés vascos de 2021 eran hijos de una mujer inmigrante de religión musulmana». 

Si el problema del nacionalismo vasco eran los hijos de los castellanos, los gallegos, los extremeños y los andaluces, ETA y sus amigos han logrado unos resultados tal vez diferentes de los que esperaban. En realidad, la inmigración será un punto de fricción cada vez mayor a medida que el PNV y Bildu se enfrenten por el poder en la comunidad autónoma.

Los datos económicos demuestran que ETA expulsó del País Vasco a varias generaciones de emprendedores y profesionales cuya generación de riqueza ha beneficiado a otras regiones de España. 

«La fuga de talento y de emprendedores y la pérdida de atractivo del País Vasco como tierra de oportunidades queda acreditada con un dato incontestable. En 1975 el País Vasco suponía el 7,80% del PIB nacional, hoy apenas llega al 5,90%». 

El entramado de organizaciones subvencionadas —piénsese en todo el entorno «abertzale»— es la otra cara de este empobrecimiento que ETA y sus compañeros de viaje han causado. Se dirá que el privilegio fiscal vasco da a los nacionalistas una ventaja, pero este informe demuestra que, a pesar de que la inversión en sanidad y educación por habitante es superior a otras regiones, sólo sirve para reducir los daños (y a costa de un reparto injusto respecto del resto de España). El País Vasco, después de décadas de terrorismo, ha perdido varias generaciones de talento y prosperidad. 

Al exilio, el declive demográfico y el empobrecimiento, los acompañó el olvido de los expulsados. La serie de cuestionarios sobre las que fundamenta el informe sus conclusiones revela cómo el Gobierno vasco ha tenido y tiene vascos de primera —los de la emigración, por ejemplo— y vascos de segunda, es decir, los que se marcharon por el terrorismo de ETA. Así,

 «resulta revelador comprobar que ninguno de los encuestados llega siquiera a conocer que en el año 2011 el Gobierno vasco, dirigido entonces por el PSE, llegó a elaborar un proyecto denominado Retorno cuya finalidad era diseñar un programa público de reparación que facilitara el regreso de los familiares de los asesinados por ETA, así como de los extorsionados, coaccionados, amenazados, etc. El proyecto se quedó tan solo en eso y el triunfo del PNV en las elecciones autonómicas de 2012 hizo que se quedara guardado definitivamente en un cajón».

Tal vez la conclusión más triste que se puede alcanzar después de leer el informe es que ETA y sus compañeros de viaje lograron alterar la demografía del País Vasco y, de este modo, no sólo su sociología electoral, sino su economía y su futuro. En las pasadas elecciones locales —en el País Vasco las autonómicas están previstas para 2024— el PNV ha obtenido un 31,69 % de los votos y 981 concejales. EH Bildu, por su parte, ha crecido hasta el 29,21% de los votos, ha sacado 1.050 concejales (un crecimiento de 119, que a su vez ha venido a perder el PNV). El PSE ha bajado hasta los 207 concejales y el 16,2 % de los votos. El PP ha crecido un poco: 71 concejales y un 8,35% de los votos. Vox ha sacado 7.975 votos y ha logrado un juntero en las Juntas Generales de Álava. En las últimas autonómicas logró una diputada en el Parlamento Vasco. Entre todo el constitucionalismo, incluyendo al PSE, no llegan a un 25% de los votos. 

Recuérdenlo cuando les hablen de la derrota de ETA

************

No hay comentarios:

Publicar un comentario