sábado, 24 de junio de 2023

Un día con el maestro Camino / por Rafael Comino Delgado


"...Me parece un gran fallo que la Junta de Andalucía no le haya nombrado ya Hijo Predilecto de Andalucía, o al menos concedido la Medalla de Andalucía. Cuando gobernaba el PSOE solo daban estos honores a gentes de su ideología, pero ahora manda el PP, y espero que el próximo año (28 de febrero, Día de Andalucía) subsane tan inconcebible olvido..."

Un día con el maestro Camino

Rafael Comino Delgado
Desde hace un par de años, el maestro José María Montilla y yo le teníamos prometida una visita al maestro Camino en su casa, allá al pie de la sierra de Gredos un lugar paradisiaco, con muy abundante vegetación de arbustos y arboles todo muy verde, porque allí el agua fluye abundante, pero por razones diversas hasta ahora no lo habíamos podido hacer, y por fin el pasado día 20 de junio, decidí ir yo ya que el maestro Montilla no podía, y me acompañó y llevó mi muy buen amigo el empresario cordobés don Ángel Larrea, una persona excepcional, que para él , según me dice, hacer 1000 kms. es solo un paseo, pues le encanta conducir, así que cogimos el coche y nos dirigimos a la Finca los Caminos, residencia del maestro, en el término de Candeleda (Ávila)

A las 12 en punto allí nos recibió el maestro Camino y su esposa doña Isabel, que nos atendieron de forma absolutamente inmejorable. ¡Qué amabilidad, qué clase, qué sensibilidad, qué categoría de personas entrañables, excepcionales, tal como son ambos! Hablando de toros y de muchas cosas, recordando hechos pasados, contando múltiples anécdotas, ¡Qué maravilla! Pasamos un día inolvidable, y concretamente yo lo puedo calificar, sin exagerar, de los más felices de mi vida, pues como dije antes hace tiempo que tenida la ilusión de visitar al maestro, porque le he seguido desde que yo tenía 12 años y él 14, y siempre le he considerado un torero excepcional, muy grande, y como persona más grande aun, si cabe.

Efectivamente como torero, y en mi opinión, es el mejor de los que yo he visto, y desde 1950 los he visto a todos. Es el más completo en todos los aspectos, incluso en su inteligencia delante del toro, pues probablemente haya sido el torero más inteligente de toda la historia. Es muy difícil comparar épocas del toreo, porque con ellas cambian los públicos, cambian los toros, la forma de torear, aunque no cabe duda de que ahora, y me refiero a partir de los años cincuenta-sesenta del siglo pasado se torea mejor que nunca, puesto que desde que Juan Belmonte introdujo el temple, con ello el toreo empezó a ser verdaderamente un arte, pues si bien ya Lagartijo había toreado con mucha elegancia, a lo que algunos le llamaron arte, el verdadero arte y el toreo en redondo, como decía, nació con Belmonte, y Joselito que era un gran torero empezó a hacer lo que veía en Belmonte, pero ello distaba muchísimo de cómo se torea ahora en redondo, con arte basado en el temple. Comparar pues a Camino con Joselito el Gallo resulta imposible porque las épocas son distintas, y las exigencias a los toreros también; ahora se les exige mucho más, por ejemplo, en tiempos de Joselito no se exigía, como ahora, que la estocada cayera en su sitio, importaba más que el toro cayera pronto, pero yo me atrevo a decir que para mi Camino es superior a Joselito o por lo menos igual. Se puede argumentar que Camino no ponía banderillas y Joselito si, y además que Joselito tenía gran ambición por ser el número uno y Camino no. Eso es verdad, pero Camino tenía un toreo, además de poderoso y técnico, con mucho arte, mientras que Joselito lo basaba más en su fortaleza física. Ahora, algunos que no vieron torear a Joselito, hablan de él como “El rey de los toreros”, opinión que respeto; alguno incluso se ha atrevido a decir que es el mejor banderillero de la historia. Al respecto yo pido respeto para los Luis González, el Vito, Montoliu, Víctor Méndez, Padilla, los muchos que ha habido y hay ahora, y muy especialmente para el Fandi, que pone las banderillas en todos los terrenos, en todos los toros, y de todas las formas, por ambos lados. Yo, que obviamente tampoco vi a Joselito, digo que Camino es “El emperador de los toreros”.

Me parece un gran fallo que la Junta de Andalucía no le haya nombrado ya Hijo Predilecto de Andalucía, o al menos concedido la Medalla de Andalucía. Cuando gobernaba el PSOE solo daban estos honores a gentes de su ideología, pero ahora manda el PP, y espero que el próximo año (28 de febrero, Día de Andalucía) subsane tan inconcebible olvido.

Y como persona, el maestro Camino, es más grande aun. Hay que conocerle de cerca para darse cuenta de la sensacional persona que es en todos los aspectos. Un hombre íntegro, cabal donde los haya, entero, que siempre va de frente, amante de la verdad por encima de todo, y enemigo de la falsedad. Un hombre que ha ayudado a multitud de chavales que querían y quieren ser toreros, y también a multitud de personas necesitadas, él les ha ayudado sin que ello haya trascendido a la prensa porque así lo ha querido.

Ha tenido la fortuna de encontrar a doña Isabel, la mujer de su vida; una persona maravillosa, excepcional, con tantas virtudes que sería muy largo enumerarlas. Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, y con amplios estudios en Psicología, que se enamoró del hombre, no del torero, y por eso renunció a ejercer sus carreras, renunció a todo para refugiarse con él en el campo, en su finca Los Caminos, lejos del mundanal ruido, que es lo que a él le gustaba. Por eso allí, en aquella casa, en la que rebosa amabilidad, paz, tranquilidad, felicidad, amor, mucho amor por todos los rincones, doña Isabel le atiende con gran cariño, siempre pendiente de él, hasta en el más mínimo detalle. Ya tiene 82 años y está muy bien de salud, se mantiene delgado, está perfecto, y no digamos de la cabeza, que le funciona como siempre, con gran inteligencia; se acuerda de todo, está pendiente del mundo del toro. Por TV ve todo lo que se da de toros, no solo en mundotoro.tv, sino también TVE 2 y en las autonómicas.

Ha sido ese un viaje y una visita que nunca voy a olvidar porque, como antes dije, ya quedará en mi mente y en mi corazón como uno de los días más felices que he vivido, y ello gracias al maestro Paco Camino y a su esposa doña Isabel.

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