Hoy ha sobrevolado la sombra del mito nada más empezar el festejo.
Sobrecogedora la voltereta que ha sufrido Rubén Pinar al abrirse de capote. El "miura" se frenó en el primer lance a la altura de las zapatillas del torero, que tras un violento derrote cayó de muy mala manera. El cuerpo, inerte. Carrera de las asistencias a la enfermería, desde donde tras una primera valoración le trasladaron al hospital para las pertinentes pruebas radiológicas.
Con la corrida ya en mano a mano el desagrado en el rostro de los toreros era más que palpable, no obstante, tiraron de heroicidad para sobreponerse hasta el punto de cumplir actuaciones más allá de la frontera del triunfo, caso del venezolano Colombo, que a base de agallas y dominio se hizo con una oreja del segundo y otra del sexto. Y fue una pena que Leal no matara bien al quinto, al que hubiera cortado asimismo un trofeo.
Colombo anduvo resuelto y comprometido en sus tres astados, con una técnica muy acertada para enganchar y correr la mano a toros negados a humillar. Por la enorme alzada que tenían se acentuaba la desventaja de no humillar. La cara natural, a media altura. Menuda papeleta cada toro. Pero Colombo anduvo tan crecido como habilidoso, valiente sin contemplaciones. La tarde fue para él un compendio de aciertos precisamente por su actitud. Variadísimo con el capote en los recibos y quites Fácil y certero con las banderillas, encontrando toro en todos los terrenos. Y notablemente carismático con la muleta, haciéndole a cada toro todo y más. Amén de la espada, matando en todos los casos a la primera.
Torero jóven y ya curtido en muchas batallas como la de hoy, Colombo ha vuelto a dar un ejemplo de sinceridad, entrega y autoridad para seguir abriéndose camino al estrellato en las grandes ferias. Paso a Colombo.
Leal le echó arrestos al toro del percance que sufrió Pinar, única salida para exprimir las escasas embestida del astado, que a mitad de recorrido tiraba cornadas al aire. Idéntica película en el tercero, que alargaba la gaita por sorpresa. Y ya en el quinto probó por lo clásico y ortodoxo antes de buscar los efectismos tan en boga en la distancia corta.
Y se acabó San Fermín. Muchas cosas buenas, sobre todo, la taquilla de cada tarde. Pero habrá que mejorar lo de los toros para las figuras. La fama y el atractivo aquí son los toros, que nadie lo ponga en duda. Y precisamente las ganaderías que exigen esas llamadas figuras empiezan a poner en peligro la credibilidad de una feria que en el tema ganadero debe ser espejo para las que pretenden ser grandes. Si desaparece el toro de Pamplona cae el último bastión. Hay que tomárselo muy en serio.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Miura, grandes por altos y largos, bien armados y complicados. El segundo, el más manejable dentro de las dificultades que también tuvo.
Rubén Pinar: cogido.
Juan Leal: pinchazo y estocada caída (ovación); media en dos tiempos (vuelta tras petición); y estocada "que hace guardia" y descabello (ovación).
Jesús Enrique Colombo: estocada trasera y caída (oreja); estocada (silencio aunque tras petición de oreja que resultó insuficiente); y estocada sin puntilla (oreja).
La plaza, como siempre, se llenó.
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