Dieron a conocer los carteles de las Corridas Generales de 2023 en Bilbao y la sorpresa, o no tan sorpresa, es que en ellos no está el diestro riojano Diego Urdiales. Decimos el diestro riojano por no decir el diestro de Bilbao por excelencia en este siglo.
La pandemia se llevó por delante el romance de esta plaza con el torero de Arnedo. Como si el torero estuviera contagiado de Covid y fuera un peligro para los aficionados bilbaínos les privan de él directamente para evitar males mayores en su salud.
2019 fue el último año en que tuvieron oportunidad de presenciar las actuaciones del riojano y la maldita pandemia ha maltratado la memoria de los empresarios, quienes parece han olvidado quién era, todavía lo es, el torero más relevante que ha pisado esa plaza en los años previos.
Con pandemias o sin ellas las empresas suelen ser muy olvidadizas para con los toreros que no están dentro del hermético sistema que se gastan. Es más fácil el no salirse de esa vereda, no sea que les pueda producir mareos. En el caso de Urdiales lo que les produce es vértigo.
Cierto es que hubo dos años sin dar toros en Bilbao, pero ya son dos ferias que sí se dan sin que se aparezca el nombre de Urdiales en los carteles. Cuestión de méritos seguramente. Lo que es seguro es que la credibilidad de su argumentario aguantaría menos que el de los políticos en plena campaña electoral.
Preguntado el torero por Bilbao en una reciente tertulia que tuve con él en el Ateneo Manchego de Ciudad Real, su respuesta fue:
‘Bilbao son palabras mayores. Bilbao es una de mis plazas, donde he podido torear, triunfar y dar muchos pasos adelante en mi carrera. Es una feria con muchísima categoría, con un público muy especial; la plaza tiene un color diferente, con mucha personalidad, a veces muy gris, pero a mi me gusta. Me gusta ese escenario de seriedad en todo, con ese público capaz de entender y emocionarse cuando las cosas son diferentes. Para mi puede ser uno de los escenarios perfectos para torear’.
Como puede observarse existe más respeto por Bilbao, su afición y la plaza por parte de Urdiales, que la que tiene la empresa que la regenta por él. Hasta en eso el torero demuestra su categoría y está por encima de los tejemanejes de los entre bastidores que se gastan los taurinos. Más teniendo en cuenta que lo decía después de no haber estado incluido en la feria 2022.
Diego Urdiales representa muchos valores del toreo que les gusta ignorar a los profesionales taurinos. Tanto dentro como fuera de los ruedos su compromiso con la verdad, la pureza, la independencia, la torería y el respeto a las formas toreras están por encima de todo. No en vano ocupa un lugar privilegiado en el corazón y las preferencias de los mejores aficionados.
Lo sabemos, esos valores han sido un obstáculo desde siempre para gozar de las preferencias de los que mandan en esto. Ellos van por otro camino, manejando los valores de otra manera muy diferente. Con Bilbao o sin él, nosotros seguiremos apostando por ver anunciados en los carteles a los toreros que tienen a gala ser como Diego Urdiales.
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