“el nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española y con la lengua de Castilla……… asi pues, las corridas de toros…….. son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos.”. R. Pérez de Ayala
martes, 31 de octubre de 2023
La democracia es un cuento de hadas / por Pla Ventura
Modric y Bellingham: Dos hombres y un destino / por Antonio Valderrama
Es la hora de cambiar… / por Antolín Castro
Lo primero que hicimos todos por estos lares fue cambiar de posición las agujas del reloj, el horario de invierno es vigente ya en Europa y el mundo del toro no puede utilizar taurinamente las cinco de la tarde como una hora apropiada para comenzar las tardes de faenas.
Así que las faenas comienzan de distinta manera y son muchos, casi todos, los que hacen balance de las faenas hechas y las que les han hecho durante la temporada. Pueden imaginar que, dicho así, me estoy refiriendo a faenas sin toro.
Momento para repasar si aquellos con quienes se dieron el famoso ‘apretón de manos’, dieron a sus toreros argumentos para seguir confiando en ellos por los muchos contratos y faenas posibilitadas a los diestros representados o, por el contrario, en ese repaso solo se ven que las faenas que afloran son aquellas que no se hicieron por remontar puestos en sus carreras.
Es decir, pasado el tiempo, lo único que se ve es que ‘menuda faena’ fue darse la mano tan precipitadamente. Los toreros, en general, no se han visto compensados con aquellas expectativas que les hicieron concebir o sencillamente se las creyeron ellos solos.
Ni un solo nombre voy a dar, no se trata hoy de eso, bastante lo saben los que en estas letras se vean reflejados, son apuestas que se hacen, la mayoría de las veces sin sustento alguno. De igual manera, en el lugar de los apoderados también creerán que les falló el torero es las esperanzas que en ellos se depositaron.
El caso es que muchos, con su más o menos fuerza, torearon tardes ganadas a pulso y vieron mermados sus emolumentos por tener que ceder comisiones a sus apoderados, sin que estos pudieran conseguir, por ellos mismos, algún contrato sustancioso para el espada. Pasó siempre, pasa ahora y seguirá pasando. Toca cambiar, estamos en esas fechas, como digo, de los cambios.
Es fecha de cambiar, también, de miembros de las cuadrillas sin que nunca sepamos los motivos que inducen a ello. Y es que estas fechas dan para hacer ese tipo de faenas, dejando fuera a banderilleros o picadores que llevaban a su lado un montón de años. Creo que se da más el que el maestro tome esa iniciativa antes de que sea el subalterno el que pida la baja.
Puede ser adecuado el cambiar de apoderados, pensando que otros lo harán mejor y será más fructífera su representación, pero en el caso de las cuadrillas se hace más difícil pensar que sea por su faena profesional ante el toro. Lo mismo es que alguno come demasiado o utiliza en exceso el minibar de la habitación del hotel, valga el ejemplo por decir algo ante la nula explicación conocida.
Sea lo que sea, es la hora de cambiar y hasta en eso hemos de ser todos consecuentes. Pero hay que medir muy bien los cambios, porque cambiar pa’ná es tontería.
Emilio de Justo, el ejemplo de la perseverancia y actitud / por Pla Ventura
Si para los matadores de toros jóvenes, De Justo, es todo un paradigma, igualmente, para nosotros en calidad de aficionados, el diestro es todo un patrón del modelo de torero que todos soñamos. Ahora bien, ¿está todo el mundo preparado para pagar el canon que De Justo ha pagado hasta llegar al lugar que ahora ocupa? Esa pregunta, para muchos, igual no tiene respuesta.
Al margen del tremendo sacrificio del diestro, ha tenido que mediar el milagro en su vida porque, dicho sea de paso, situación como la del diestro descrita las he conocido a montones y, coetáneos de él, caso de Pepe Moral, Manuel Escribano, David Mora, Octavio Chacón, Javier Castaño, Curro Díaz, Alberto Lamelas, Iván Fandiño que hasta entregó su vida en una plaza de toros, amén de otros diestros de igual similitud en cuanto al sacrifico se refiere, entre los nombrados, en la actualidad, apenas le han dado un poquito de cancha a Escribano mientras que, los demás, con grandes méritos, apenas son una gota de aceite en el océano.
La travesía del desierto de Emilio de Justo es espeluznante. Siete años de novillero hasta que se doctoró en el 2007, un dato escalofriante por sí mismo. Una vez doctorado tuvieron que pasar diez años, casi nada, para que su nombre empezara a sonar, no sin antes, en el 2015, tras matar seis toros con éxito en Hervás y comprobar que aquello apenas sirvió para nada, De Justo pensó en hacerse banderillero o irse a Huelva a recoger fresas. Y tenía razones más que fundamentas para la desesperación puesto que, en un decenio, torear 40 corridas de toros, -una media de cuatro por temporada- eso es para enloquecer. Y no te quiero contar qué tipo de ganaderías era las que lidiaba.
Era una lucha titánica, siempre a la desesperada hasta que llegó el año 2018 en que, en la feria de otoño de Madrid, De Justo salió por la puerta grande y, a partir de aquel momento cambió su estrella, tampoco de la noche a la mañana pero, el hombre ya vería su horizonte más despejado. Poco a poco, su nombre empezó a sonar en calidad de torero muy cuajado y auténtico, de forma muy concreta en Madrid en la que, desde siempre ha sido ídolo admirado; por su torería y, ante todo, por su capacidad ante los toros que lidiaba, algo que tiene mucho peso específico en Las Ventas. Si no recuerdo mal son tres puertas grandes en Madrid lo que le otorga un privilegio admirable en torno a su persona y su carrera.
De Justo, el pasado año, apostó por lo más fuerte que un torero pueda apostar porque él quería demostrar que si llegó hasta el lugar que ocupaba, tenía que hacer una gesta sin precedentes, encerrarse con seis toros en Madrid en la primera corrida de la temporada, un hito que venía a certificar el momento por el que atravesaba y, a su vez, la fuerza de su nombre puesto que, en una fecha tan “fuera de tipo” llenó la plaza de Madrid. Le esperaban seis auténticos toros de distintas ganaderías y, la ilusión le desbordaba, a él y a los aficionados venteños. Salió el primer toro de Pallarés, le hizo una faena rotunda, cobró una estocada hasta los gavilanes y, en aquel preciso momento el toro le prendió, le estrelló contra las tablas y, en un segundo nos temíamos lo peor; pudo haber muerto o, por la lesión que sufrió, haberse quedado en válido para siempre. Allí acabó todo y Álvaro de la Calle tuvo que hacerse cargo de la corrida, cosa insólita en el mundo de los sobresalientes.
Las noticias que nos llegaban sobre su estado de salud no eran precisamente buenas porque los médicos dijeron que, si todo iba bien y había suerte, tardaría un año en recuperarse. Y aquí entra lo insólito de la cuestión puesto que, para su fortuna, De Justo, cinco meses después reapareció con éxito en Almería; así, de triunfo en triunfo, hasta que acabó la temporada. No quedaba duda alguna al respecto de la grandeza de este diestro admirable que triunfó en Madrid en San Isidro y, su temporada ha sido una constante de éxitos en todas las plazas en las que ha toreado, como digo, un referente de cara a todos los toreros y una convicción tremenda para el propio diestro al respecto de su condición física y, sin duda, de su capacidad como torero.
Si él lo ha logrado, dicen muchos de sus compañeros jóvenes, yo también puedo hacerlo y, es cierto pero, ¿está todo el mundo dispuesto para aceptar semejante hoja de ruta? Lo digo porque, desde que empezó De Justo su singladura por querer ser torero, han transcurrido 23 años, con el agravante de que su nombre empezó a sonar hace cinco años. ¿Hay quién de más?
Y, cuidado que, esfuerzo y sacrificio al margen, De Justo ha tenido la fortuna de encontrar un hueco en el escalafón, posiblemente auspiciado por Alberto García pero, tesón al margen, el componente de la suerte tiene mucho que ver en todo lo contado; suerte que no todo el mundo encuentra. Su gran mérito no ha sido otro que la trayectoria por la que ha pasado, nada que ver con esos toreritos que, toman la alternativa y al día siguiente están en todas las ferias, caso de Tomás Rufo, por poner un ejemplo pero, eso ocurre una vez cada mil años. De Justo estará en el toreo hasta que Dios quiera, hasta que se canse él, pero siempre le contará a sus nietos que, lo suyo fue todo una épica al alcance de muy pocos diestros.
Su ejemplo, está ahí, el que quiera puede seguirlo pero, como decía, ¿está todo el mundo dispuesto para pagar dicho peaje?
México: Angelino, la fórmula del triunfo; José Mari Macías, el buen toreo
A mi abuelito, muchas gracias por todo.
El sábado 28 se verificó de toros gratuita en la plaza "La Taurina" de Huamantla. Resulta preocupante que ni aún así se llenara la plaza, así como el gusto de la afición por aspectos superfluos del espectáculo taurino.
En fin, que abrió plaza Stefanía Uribe, rejoneadora y ganadera de Torreón de Cañas. Está hizo gala de buena monta, de buen concepto y de solidez taurina. Aunque sí que quisiéramos verle con ganado más puesto que el jovensísimo novillo de Felipe González al que lidió.
Por su parte, los Forcados de Tlaxcala consumaron la pega al primer intento. El cara fue José Antonio Vargas "El Mueganito".
El plato fuerte de la tarde eran los cuatro toros de De Haro que se lidiaron a pie. Estos fueron correctamente presentados y de los que sobresalió el primero: serio, armado, enmorrillado y de preciosa lámina cárdena clara. En cuanto al juego, resultaron sueltos, distraídos y algo sosos. El primero tuvo un poco más del picante marca de la casa y el tercero vino a más con calidad.
Joaquín Angelino de Arriaga es, sin lugar a dudas, un especialista en gustar a sus paisanos. Atento a las peticiones del público y a su estado de ánimo, el de dinastía los arenga, complace solicitando la música de nueva cuenta, clavando al violín o buscando el toreo el redondo.
En esa línea lidió al primero de lidia ordinaria, un toro que, a pesar de ser un poco suelto, exigía una muleta mandona que se impusiera a su condición. Angelino sabía que no era necesario pelearse con el toro para triunfar. No fue hasta el final que pegó los doblones sabrosos que antecedieron a dos estocadas y un descabello, que le privaron de tocar pelo.
Al cuarto sí le cortó las orejas. Luego de ejecutar el quite de oro, Angelino firmó una faena con pases de todos colores, lo mismo citando en la línea que privilegiando lo redondo del muletazo y hasta retorciéndose en una tanda por el derecho. Mató de estocada caída y el conjunto mereció el premio según el juez. Varios asistentes se enfadaron con la decisión de la autoridad.
José Mari Macías fue una grata revelación. El local es un torero con la cabeza en el toro. Desde que se abrió de capa llamó la atención el empaque de sus lances. Con la muleta estuvo firmísimo, serio, buscando citar cruzado y, en ocasiones, untándose de toro en los derechazos pero sobre todo en sabrosos naturales.
Poco le ayudaron los astados que le tocaron en suerte, pero ahí quedó su actuación con el tercero de la tarde para quien supiera verla, a pesar de que la espada lo privó del triunfo. Mal la afición de Huamantla, que no le exigió que saliera al tercio.
El sexto, el más oscuro de los cuatro cárdenos, prometía un mejor juego del que dió finalmente. Remataba en los burladeros y parecía tener la codicia que no habían tenido sus hermanos. Sin embargo, cambió de lidia luego de la vara y se tornó soso y huidizo. Todavía aguantó un largo quite de Angelino y le respondió Macías con un par de chicuelinas de la que la primera fue tersa y deletreada, simplemente primorosa.
Macías insistió con su concepto, endilgando buenos muletazos a pesar de lo corto del recorrido de la res. Al final, habiendo claudicado el toro, Macías tuvo discretos guiños para el tendido que poco tienen que ver con su concepto, pero que pasaron desapercibidos. Es decir, el buen toreo sobresale en la valoración general de la actuación del tlaxcalteca.
Luego de pinchar y matar de estocada, la autoridad negó, correctamente, la oreja que pedía parte de la concurrencia. Sin embargo, sí que cabe preguntarse por qué premiar de sobremanera la faena del cuarto y guardarse el pañuelo en la del quinto.
Decíamos de la atención a detalles superfluos de muchos asistentes a la plaza. Como ya hemos observado en otras plazas de Tlaxcala, la banda no interpretó un solo pasodoble después de la lidia de los toros. Esta se limitó a hacerlo durante la lidia, arengados por gritos de cuestionable criterio. La complacencia de las autoridades y de algunos espadas, que juegan ese recurso a su favor, promueven este desorden.
En el resto del país la jornada taurina fue escasa. Apenas una corrida en Villanueva (Zacatecas) e Irapuato (Guanajuato). Seguro que ya estaríamos con el ajetreo de las acreditaciones para la Temporada Grande de la Plaza México, con la emoción en torno a la inauguración y con la expectativa de volver a nuestra casa.
Hoy todo aquello parecen tiempos idos. Pero bueno, el premio de consolación es el espectáculo de la película Coco que se presentará próximamente. Si no aparecían el esfuerzo, es problema de cada quién...
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El tráfico del final de la temporada / por Pla Ventura
lunes, 30 de octubre de 2023
Preguntas para reflexionar / por Rafael Comino Delgado
Valencia. Escuela de vida
La jornada del sábado 28 de octubre en la plaza de toros de Valencia fue un auténtico lujo. Aparte de celebrar los celebrar los XL años de existencia de la escuela de tauromaquia de Valencia, y ver torear a los alumnos de esta última promoción de 2023, fue más que emotivo el reencuentro con antiguos alumnos que han pasado por sus aulas durante estos ocho lustros.
Poder reunir a toreros, profesionales en el ruedo y en la calle, excelentes personas y, sobre todo, amigos con los que uno ha aprendido tanto del toreo y de la vida. De la cultura del esfuerzo, del sacrificio, del respeto, del tesón y de saber afrontar los avatares de la vida con tanta gallardía como valor.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Pues esta no tiene precio. En ella están, en el tendido y plenos de armonía, Román, Paco Senda, Tomas Sanchez, El Puchano, Triguerito, Miguel Angel García, César Fernández, Jose Luis Miñarro, Vicente Iranzo y El Sirio. Todos ellos, magníficos profesionales y figuras cada uno en la faceta que le ha tocado vivir. En el ruedo, y en la calle.
Gracias a ellos, y a todo el resto de sus profesores y compañeros de la escuela, por cuanto nos han dado a los aficionados.
Toda una escuela de vida. Va por ellos. /AvanceTaurino/
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Toreros del 2023 / por Ricardo Díaz-Manresa
Más de 100.000 manifestantes en Madrid contra la secesión de Cataluña
«No te atrevas a invocar el nombre de España para romper las leyes que a todos nos obligan», lanzó Abascal al presidente del Gobierno, ese «autócrata sin escrúpulos». (Santiago Abascal)
CONVOCADA POR DENAES, LA FUNDACIÓN AMPARADA POR VOX
Además de Santiago Abascal y de toda la cúpula de Vox, estuvieron presentes destacadas figuras como Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja, Fernando Savater, Juan Carlos Girauta, Rosa Díez o Marcos de Quinto.
«No te atrevas a invocar el nombre de España para romper las leyes que a todos nos obligan», lanzó Abascal al presidente del Gobierno, ese «autócrata sin escrúpulos», para detener cuyos desmanes pidió a la enfervorecida muchedumbre que «¡nos conjuremos en esta plaza [la de Colón] para denunciar al presidente más corrupto de la historia de España!». Alguien a quien le cabrá el dudoso honor de pasar a la historia como uno de sus mayores traidores, «en compañía, entre otros, de Carles Puigdemont o de Sabino Arana, y junto a personajes tales como el conde don Julián, Vellido Dolfos, Godoy o Fernando VII». / ElManifiesto.com 30 de octubre de 2023 /
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