lunes, 2 de octubre de 2023

Las Ventas: Torpor en el día después / por Jean-Charles Olvera


Todo quedó en un saludo de Álvaro Burdiel 

Nada que ver entonces con la eufórica tarde de ayer. Como si el letargo había caído en este ruedo y eso que estábamos en una novillada de feria, de esas a las que los novilleros tendrían que venir a romperlo todo, y más. Esperemos que la razón, la sana pasión y la exigencia regresen sensatamente a este en ruedo, y que se alejen tanto la euforia alcoholizada de ayer como el torpor de hoy.

Las Ventas: Torpor en el día despué

 Jean-Charles Olvera - España
Opinión y Toros/1 Stbre. 2023
Pasaron 24 horas del día siguiente de la despedida del Juli y fue como si un torpor generalizado hubiera caído en Las Ventas.

Todo parecía estar lejos de la polémica salida por la puerta grande del diestro de Velilla, concluida por un último 'magistral' julipié y con un triunfalismo gintoniquero devaluando la categoría del primer coso.

Esta tarde era más bien como si fuese la de una resaca culpable. Era el día después, con una novillada en que todo parecía frío, menos el sol, caliente.

Los novilleros fueron fieles a sí mismos. El hispalense Álvaro Burdiel gustó como siempre cuando pisa este ruedo, pero le faltó nuevamente romper y se quedó como estancado con su fino toreo, el único coreado esta tarde, pero descompuesto y algo gélido con una faena a menos al 4º novillo de Guadaira, el mejor de la tarde. Petición, fuerte ovación y saludo al tercio fue su balance con ese 'Canalla'. Más anónimo estuvo con los otros dos novillos que tuvo en suerte, aunque destacaron tres largas afaroladas y alguna verónica.

De Alejandro Peñaranda, recordamos que fue el recién triunfador del último mediocre Certamen del Cénate Las Ventas del pasado verano. Esta vez paso aún más desapercibido, con un toreo tibio, algo soporífico que le valió un discreto saludo al tercio.

El último de la terna era Ismael Martín que venía mermado de fuerza con un serio problema en su hombro derecho que fue nuevamente lesionado tras un descabello con el único novillo que pudo lidiar en su presentación en Madrid. Le tocó un exigente Guadaira que le desbordó en varias ocasiones con enganchones y volteretas incluidas. El salmantino nacido en Suiza, lejos del nivel de este ruedo, no pudo matar su novillo, dirigiéndose a la enfermería, ni pudo regresar con el cierraplaza que lidió Burdiel.

Nada que ver entonces con la eufórica tarde de ayer. Como si el letargo había caído en este ruedo y eso que estábamos en una novillada de feria, de esas a las que los novilleros tendrían que venir a romperlo todo, y más. Esperemos que la razón, la sana pasión y la exigencia regresen sensatamente a este en ruedo, y que se alejen tanto la euforia alcoholizada de ayer como el torpor de hoy.

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