“La infelicidad es vivir lejos de Dios: felicidad y santidad coinciden”
Reproducimos a continuación un texto de Benedicto XVI que nos parece paradigmático de la fiesta de Todos los Santos. Introdujo la celebración y el acto penitencial con estas palabras:
“Queridos hermanos y hermanas, hoy contemplamos el misterio de la comunión de los santos del cielo y de la tierra. No estamos solos; estamos rodeados por una gran nube de testigos: con ellos formamos el Cuerpo de Cristo, con ellos somos hijos de Dios, con ellos hemos sido santificados por el Espíritu Santo”.
Fue el papa Gregorio III en el siglo VIII quien estableció la fiesta el día 1 de noviembre, ligada a todos los Apóstoles, todos los Mártires y Confesores, y todos los Santos o Justos de la Iglesia, al dedicarles un oratorio en el actual emplazamiento de la Basílica de San Pedro, según algunos autores el día 1 de noviembre.
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