Rotundo y macizo Roca Rey corta 4 orejas, sale en hombros tras una soberbia faena al sexto, que fue honrado con la vuelta al ruedo. Juan Ortega deja destellos de esa clase sevillana que atesora el joven espada.
Lo grande vino en el cuarto, un toro con la divisa de Huagrahuasi (La Casa del Toro) con hechuras, serio, hondo, bravo, que embestía por abajo, bien criado (nunca abrió la boca) en esa larga faena surcada de temple, toreo por bajo, largos los muletazos y esos abrochados de pecho y los forzados. Hubo naturales lentos, cadenciosos que fueron hilvanando un sinfonía maravillosa con un torero como el peruano a quien le endilgan el cambiado, valor sí pero sin clase y poco más. Se equivocan. Vaya calidad del toro y la clase del torero que lo entendió a la perfección con ese toreo al compás, rítmico, con esas finas lisuras que nos recordaron a su pisana, la gran Chabuca en estas tierras ecuatorianas en las que sobresale ese hermoso nevado del Cotopaxi. La afición aclamó al limeño por su actuación en esta zona andina americana.
Y tras haber dibujado el toreo se fue en hombros de los monosabios de la plaza.
Hubo pedido de indulto pero Roca cumplió con la suerte suprema, el toro dobló tras haber entregado su grandeza y las mulillas le dieron como premio una aclamada vuelta al ruedo.
Y tendremos la fortuna de verlo en ese estado de gracia torera en la que se encuentra y en plenitud en Manizales en el festival y en la corrida de toros en enero.
Juan Ortega deja destellos de esa clase sevillana que atesora el joven espada. Fue cogido sin consecuencias tres veces en su primero bis (Vaya peligro el del pitón izquierdo), el de lidia ordinaria perdió un pitón y se devolvió a corrales, abrevió y dio una vuelta al ruedo.
Quedaron un par de verónicas lentas, chicuelinas ajustadas, graciosas y toreras. Su segundo, reservón, mirón, con expreso y manifiesto peligro, sin opciones. Se había doblado con él al comienzo pero el toro no valió y todo queda en esos detalles siempre bienvenidos con un torero al que se le cantan tantas virtudes, merecidas por cierto.
La feria en Latacunga, Ecuador, comenzó con este mano a mano Roca Rey–Juan Ortega, este sábado la reaparición en los ruedos de Daniel Luque tras someterse a una intervención en el tobillo y el penúltimo festejo que lidiará Sebastián Castella antes de someterse a una intervención quirúrgica.
El domingo 19 será el festival con la actuación del sorprendente »Pantera» que por las formas es inclasificable.
Si me permite este 'fuera de tema' por favor.
ResponderEliminarMe parece que Roca Rey se ve mejor con la frente despejada. Gracias // Atte., Torotino