"..Sepa, Sr. ministro, que el arte de la Tauromaquia es el arte que más inspira a las demás artes, con gran diferencia, y además es Patrimonio Cultural Inmaterial de España, que Ud. como ministro debe apoyar, es su obligación, y si no está de acuerdo no acepte el cargo de ministro de Cultura. Debería ser más prudente, más ecuánime y más respetuoso con aquellos que no piensan como usted, aunque pedir eso a un comunista es como predicar en el desierto.."
Ministro Urtasun, vamos a respetarnos
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Tras ceder a todo lo que han pedido los separatistas catalanes, para seguir cuatro años en la Moncloa, Sánchez ya ha nombrado gobierno, y lógicamente nuevo ministro de Cultura. Es catalán y se llama Ernesto Urtasun Doménech, comunista, ecologista y, como se esperaba, antitaurino extremadamente radical, algo que ha manifestado públicamente en varias ocasiones. En Internet se ha publicado que es economista, político y diplomático. Un buen historial comparado con el de muchos miembros del gobierno y de altos cargos. Su ideología, en el aspecto taurino, se puede resumir en la frase que pronunció hace algún tiempo:
La tauromaquia no debe ser nunca considerada cultura, y los toros no merecen ser legales, son una actividad injusta, sádica y despreciable.
Yo creo que más claro no se puede ser. Sin embargo, hemos de decir que empieza mal, comete un gran error, pues dice que la Tauromaquia no es Cultura, lo que pone de manifiesto que no conoce la definición de Cultura. Por ello le voy a recordar dicha definición, para que en lo sucesivo no se vuelva a equivocar:
“Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Ello engloba, además de las Artes y Letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”
(UNESCO, 1996)
Queda, pues, claro que las tradiciones de los pueblos son parte de su cultura, y la Fiesta de los Toros forma parte de nuestra tradición, de la Cultura Española desde 1135 (En la Fiesta Real en Varea para celebrar la coronación de Alfonso VII hubo festejos con toros).
“El nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española, y con la lengua de Castilla…así pues, las corridas de toros…son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos”
(R. PÉREZ de AYALA)
El comienzo del Toreo, tal como lo entendemos hoy (a pie), se establece a primeros del siglo XVIII, e influye en todos los aspectos de nuestra cultura, la Cultura española.
Otra cosa muy diferente es que a él no le guste esa cultura, lo cual es respetable pues, por ejemplo, también es cultura, de algunos países, la ablación del clítoris a las niñas, o casarlas muy jóvenes sin que puedan opinar, y a mí eso no me gusta, pero he de reconocer que es cultura de esos pueblos. Si bien no podemos comparar esas costumbres con la tauromaquia.
Aunque, al parecer, ha pertenecido a varias formaciones políticas o, al menos, se ha presentado a elecciones por ellas, su ideología es comunista según puede deducirse, pues lo ha propuesto Dª Yolanda Diaz, por Sumar, (comunista y admiradora de Chávez y de Maduro, Dª Yolanda, y comunista Sumar), y el comunismo mata la libertad de la persona, y allí donde gobierna siempre trae miseria y odio; tan es así que el propio Lenin lo dijo claramente: “Necesitamos odiar. El odio es la base del Comunismo”.Y eso a mí no me gusta, pero tengo que respetarlo puesto que es una opción legal en España.
Empeora la situación afirmando que la Tauromaquia es injusta, sádica y despreciable, con lo cual está ofendiendo, insultando a todos los millones de aficionados a la Tauromaquia en todo el mundo, al llamarnos injustos, sádicos y despreciables. Yo soy aficionado a la Tauromaquia, me gusta el toreo, procuro no ser injusto, no soy sádico ni creo que despreciable, ni llamo despreciable al que le gusten cosas que a mí no me gustan.
Sr. ministro, una cosa es que a Vd. no le guste la Tauromaquia, si es que la conoce -me temo que no- y otra cosa es que a mí me llame injusto, sádico y despreciable porque si me gusta la Tauromaquia. En todo caso lo que si considero muy despreciable es prohibir la libertad de expresión, quitar la libertad a las personas, incluso la religiosa, llegando a matarles por ello, cosa que ha hecho y hace el comunismo. Debería saber que este arte, que considera sádico y despreciable, ha gustado y gusta a muchísimas personas de gran nivel intelectual y científico, (sin duda muy por encima de Ud), conocidas en todo el mundo.
Sepa, Sr. ministro, que el arte de la Tauromaquia es el arte que más inspira a las demás artes, con gran diferencia, y además es Patrimonio Cultural Inmaterial de España, que Ud. como ministro debe apoyar, es su obligación, y si no está de acuerdo no acepte el cargo de ministro de Cultura. Debería ser más prudente, más ecuánime y más respetuoso con aquellos que no piensan como usted, aunque pedir eso a un comunista es como predicar en el desierto.
Me temo que el presidente Sánchez le ha puesto en ese cargo con la intención de que en estos cuatro años próximos acabe con la Tauromaquia en España, pero eso va a ser difícil, porque antes, este arte o actividad, como Ud. quiera (pero es un arte), ha sido prohibido por Papas y Reyes, pero sigue vigente en muchos países, y naturalmente en España, pues como decía una redondilla compuesta por Ricardo de la Vega hace siglos:
Es una fiesta española/ que viene de prole en prole/ y ni el gobierno la abole/ ni habrá nadie que la abola.
El presidente de la FTL, le ha pedido una reunión, lo cual me parece bien. Espero que en esa reunión, don Victorino Martín le explique algo de tauromaquia, e incluso le invite a ver algún festejo, para que entienda, que el arte del toreo no es injusto, sádico ni despreciable. Esperemos el resultado, y mientras tanto, Sr. ministro, yo como aficionado, solo le puedo decir:
a) Antes de insultar de esa manera infórmese bien de lo que es la Tauromaquia;
b)Vamos a respetarnos, el que quiera ir a los toros que vaya, y el que no quiera que no vaya, el que quiera ser antitaurino que lo sea, pero respetando a los demás, a la razón y a la lógica;
c) Vamos a llevarnos bien, porque dentro de cien años, todos (los presidentes de gobiernos, los ministros y los ciudadanos de a pie) estaremos calvos, y en el mismo sitio.
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