viernes, 12 de enero de 2024

Morante de la Puebla: «Si Roca Rey ha vetado a Daniel Luque, me parece un error»

Morante reconoce su preocupación por los vetos, en un momento tan delicado para la fiesta: «Ya tenemos el ejemplo de Pablo Hermoso con Diego Ventura, que quien lo está sufriendo es el rejoneo y la afición»

Morante de la Puebla: «Si Roca Rey ha vetado a Daniel Luque, me parece un error»

Jesús Bayort
Abc/Sevilla
Aunque haya estado desaparecido de la escena pública, está al tanto de toda la actualidad taurina y conocía la información adelantada por ABC de Sevilla acerca del veto de Roca Rey a Daniel Luque, lo que impide que Ramón Valencia pueda confeccionar el cartel que demanda la afición de Sevilla para el Domingo de Resurrección. Como «centinela» del toreo –así se define–, advierte del peligro para la fiesta de este capricho del torero peruano: «Ya tenemos el ejemplo de Pablo Hermoso de Mendoza con Diego Ventura, que quien lo está sufriendo es el rejoneo y la afición».

Una lesión en su muñeca le obligó a cortar definitivamente la temporada tras un largo e intermitente periodo de convalecencia, ¿cómo se encuentra?

–Muy bien, la verdad. Gracias a Dios, no he tenido que operarme; tengo alguna pequeña molestia, pero nada, puedo hacer mi tarea con todas las garantías. En Portugal, gracias a Pedro (su apoderado), encontramos un doctor muy interesante que me ha tratado. He estado mucho tiempo yendo y viniendo y ahora empezaremos con una preparación más intensa.

Para no haber hecho preparación, se le ve con la figura mucho más afinada. Los aficionados se van a sorprender cuando lo vean tan delgado.

–Hay que intentarlo. Cuanto más fino esté uno, más rápido puede saltar las tablas (ríe). Me estoy cuidando, ésa es la verdad. Sobre todo en la alimentación, porque aún no he podido hacer un entrenamiento fuerte.

Tiene ya cerradas cinco corridas antes del Domingo de Resurrección.

–Mi idea era empezar en Sevilla, pero vino el empresario de Valencia y Madrid, Rafael García Garrido, y nos convenció. También pasó lo mismo con Toño Matilla, que nos pidió estar en Castellón, pese a que no era nuestra intención, y le terminamos diciendo que sí. Y con Olivenza igual, vino Cutiño a convencerme. Estoy viendo que soy fácil de convencer…

Hay algo muy bonito, que recuerda a épocas pretéritas, con todos los empresarios viniendo hasta su finca para conseguir la contratación.

–Sí, sobre todo por la disposición y el cariño que traen. Lo hacen con mucho respeto. Me dicen que no puedo faltar, que para ellos es muy interesante, muy importante… Total, que con tantos elogios uno acaba tragando. Aunque soy torero y mi obligación es decir que sí cuando me llaman para torear.

Como siga diciendo que sí, va a acabar como en el 2022 (toreó cien corridas).

–Ojú, calla, calla.

Ramón Valencia contó en una entrevista publicada en este periódico que usted volverá a ser el eje de la temporada taurina de Sevilla. Finalmente, ¿cuántas tardes toreará?

–Yo quería hacer una temporada más liviana en Sevilla, pero pasa lo mismo: veo que le hago falta y terminó cediendo. La idea de Ramón es que vaya cinco tardes. Creo que a estas alturas ya no me podré quitar de en medio (vuelve a reír). Mi primera intención era estar cuatro tardes: tres en abril y una en San Miguel; pero a ver quién le dice que no a Ramón.

¿Podemos esperar alguna sorpresa para esas cinco tardes?

–No, ya se ha retomado la normalidad y no tengo intención de hacer algo demasiado especial.

La afición pide un cartel para este Domingo de Resurrección: Morante de la Puebla, Daniel Luque y Roca Rey. Pero parece que el torero peruano mantiene su veto al de Gerena. ¿Cómo ve usted eso?

–Eso he escuchado, pero la verdad es que no sé si es así. Sí puedo decir que a mí no me cabe en la cabeza que se vete a ningún torero. Si Roca Rey ha vetado a Daniel Luque, me parece un grave error. Yo estoy encantado de que toree el Domingo de Resurrección. El tema de no querer torear con algún torero no viene bien a nadie. Ya tenemos el ejemplo de Pablo Hermoso de Mendoza con Diego Ventura, que quien lo está sufriendo es el rejoneo y la afición. Un torero debe torear con todos los compañeros.

No parece que el momento de la fiesta sea el más adecuado para estos navajeos.

–Para nada. No sé qué puede llevar a un torero a no querer torear con otro. Y mucho menos en Sevilla, en un día tan emblemático. Es la empresa quien debe velar por los intereses del público.

Le honra: además de interesarse por la injusticia que se está cometiendo con un compañero y de velar por la fiesta, usted sabe que ese enfrentamiento le robaría protagonismo.

–Hay algunos compañeros con los que me apetece torear más que con otros, pero nunca he llegado a esos términos. Y menos en plazas como Sevilla o Madrid. Ahí sólo debe primar el interés del público.

¿Dónde encuentra ahora la motivación después de haber conquistado ya su gran sueño, que era cortar un rabo en la Maestranza, y teniendo que recuperar el ritmo tras su larga convalecencia?

–Eso es lo más difícil. A medida que pasan los años resulta muy difícil mantener la motivación. Cuando empieza un nuevo año, uno tiene que buscarla en lo que sea: en hacer cosas nuevas, en conquistar algo… Poco a poco se van consiguiendo cosas y el embudo se va estrechando. Ya veremos, ojalá tenga ese don de la motivación presente.

¿No hay nada que pueda desvelarnos sobre qué ronda su cabeza: un quite, un detalle, un recuerdo, un vestido…?

–Si lo desvelo dejaría de ser sorpresa.

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