domingo, 10 de marzo de 2024

El Pana entregó su alma a Dios en el momento justo / por Pla Ventura

Explicado queda que, El Pana se nos adelantó hacia donde iremos todos, pero, con la salvedad de que Rodolfo Rodríguez se ahorró el sufrimiento que ahora padecemos todas las personas lógicas de este mundo. Allí donde se encuentre, en el Cielo que es el lugar que le corresponde, con su habano en sus labios mirará hacia abajo, sonreirá por no llorar y dirá. “Tenéis los que os merecéis, no quejaros”.

El Pana entregó su alma a Dios en el momento justo

Pla Ventura
Toros de Lidia/9 marzo, 2024
México DF. en su coso taurino de la avenida de Insurgentes, como pudimos comprobar, volvieron las corridas de toros tras dos años de ausencia por culpa de los nefastos políticos que, en México como en cualquier país del mundo, están para hacer daño a la sociedad en que viven. Eso sí, ahora, por decreto ley se prohíbe fumar en el recinto taurómaco capitalino. Otra estupidez de los salvadores de la patria que, como se comprueba si de toros hablamos, tras más de tres siglos de espectáculos taurinos en los que, como era habitual, un cigarro puro era todo un emblema para los aficionados y, sin duda para muchos toreros.

Me repugnan todos esos políticos de nueva ola que, con sus aberraciones creen estar salvando al mundo. Y lo hacen convencidos, como lo hizo en España un apestoso personaje de infausto recuerdo llamado Zapatero que prohibió fumar porque le salió de los cojones y se quedó tan ancho. Pues dicho reptil estuvo ocho años como presidente de un país al que antes conocíamos como España. Eso sí, no se puede fumar en las terrazas porque el burro de Sánchez recogió el testigo de las maldades de su antecesor en el cargo, pero, a su vez se consume más droga en España que en ninguna parte del mundo. ¿Cómo se entiende dicha aberración? Ahí lo tenéis.

Y digo que El Pana se murió a tiempo para evitarse ver las aberraciones que se cometen en su país, como la citada de la prohibición de fumar en el coso de Insurgentes que, si se me apura sería lo mínimo porque, como sabemos, por culpa de muchos malnacidos que se dedican a la política, muchas plazas de toros se han cerrado por esos movimientos criminales de gentuzas que se dedican a la política, lo que nos viene a certificar que, El Pana se ahorró mucho sufrimiento al haber entregado su alma a Dios, antes de comprobar todas las maldades que se dan cita en el mundo de los toros, todas ellas auspiciadas por los animalistas que, a su vez, son políticos. Cierto es que, El Pana, como todo hombre genial de este mundo, en su caso, en la presentación del diestro en España, en el palacio de Vistalegre de Madrid, Rodolfo Rodríguez se pasó por el forro de sus cojones la puta prohibición de fumar en las plazas de toros, una ley impuesta por aquel dictador asqueroso que conocimos como Zapatero y, El Pana, como digo, en aquella presentación, junto a Morante, hizo el paseíllo habano en boca.

Evidentemente, aunque nos parezca duro reconocerlo y los aficionados lloramos la pérdida de El Pana, el diestro de Apizaco tuvo la “suerte” de partir de este mundo antes que conocer a muchos hijos de puta que, como se demuestra, su paso por el mundo de la política no es otro que ejercer la maldad, México es un ejemplo de lo que digo, pero, cuidado que, en España, al respecto, no andamos descalzos.

Puesto que de México hablamos, quisiéramos saber todo el dinero que se ha perdido o se ha dejado de ganar en todas aquellas ciudades en las que se han prohibido los toros que, visto desde la óptica artística nos parece un acto criminal donde los hubiere porque, como es natural y lógico, los toros, como espectáculo son una fuente de vida para miles de personas aunque, insisto, a los políticos de nueva ola, tanto en México, España o cualquier parte del mundo, todo aquello que genere dinero y prosperidad hay que eliminarlo, ahí tenemos en caso de Colombia que, faltan tres minutos para que los toros sean prohibidos para siempre en la nación cafetera. El ahora presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuando estuvo como alcalde de Bogotá ya se cargó la fiesta en la capital colombiana por sus cojones y, ahora que es el presidente de la nación, que no les pase nada a los colombianos.

Claro que, mientras yo reparo en una nimiedad como la citada, al pensar que, en México, durante el mandado de Antonio Manuel López Obrador, más conocido como AMLO, en el país azteca se han producido ciento ochenta y cinco mil asesinatos, lo que viene a demostrar que, los mexicanos, sin saberlo, a diario se juegan la vida sin percatarse de ello. Pobre México, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de Dios. Ya lo decía hace más de cuarenta años el gran José Alfredo Jiménez, la vida no vale nada y, tantos años después, el tiempo le ha dado la razón.

Explicado queda que, El Pana se nos adelantó hacia donde iremos todos, pero, con la salvedad de que Rodolfo Rodríguez se ahorró el sufrimiento que ahora padecemos todas las personas lógicas de este mundo. Allí donde se encuentre, en el Cielo que es el lugar que le corresponde, con su habano en sus labios mirará hacia abajo, sonreirá por no llorar y dirá. “Tenéis los que os merecéis, no quejaros”. Afortunado El Pana que, en el peor de los casos murió en el ejercicio de su profesión, dentro de un ruedo y por la cogida de un toro, lo trágico es la forma en que han muerto miles de sus compatriotas que, todos, sin distinción, han entregado su vida por causa de una balacera.

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