“el nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española y con la lengua de Castilla……… asi pues, las corridas de toros…….. son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos.”. R. Pérez de Ayala
martes, 30 de abril de 2024
Facundo Cabral. 30 abril 2006 / por Pla Ventura
Casi un renacimiento / por Jorge Arturo Díaz Reyes
Sánchez. La regeneración pendiente / por HUGHES
Isaías y Tulio Vázquez, Raso del Portillo, Palha, Conde de la Corte y Dolores Aguirre. Crónica de la III Feria del Aficionado en San Agustín de Guadalix. José Ramón Márquez
La honradez puede con todo / por Pla Ventura
No es mal referente la memoria del torero vasco que, teniéndolo todo en contra, hasta su propia anatomía, consiguió su sueño y, lo que es mejor, hasta se inmoló en una plaza de toros en un pueblo de Francia para que, pasados los años, su figura quedara como leyenda para el toreo y, como digo, para todos aquellos que, como le sucediera al diestro de Orduña, sueñen con ser toreros.
Es cierto que, la profesión de torero es la más difícil del mundo y en la que, salvo a cuatro afortunados, a nadie le regalan nada, todo lo contrario, les quitan hasta la camisa que llevan puesta. Siendo así, que todavía queden muchísimos chavales con el hambre del toro por aquello de querer arriesgar su vida anhelando el sueño que les persigue, ello es digno de admirar. Si cualquier torero que lo sea o haya sido, por las circunstancias de cada cual, puede servir como ejemplo para los que empiezan su singladura, tener como referente a Iván Fandiño es algo memorable.
Como decía, si para todos es dificilísimo emprender esa tarea por querer ser torero, lo de Iván Fandiño incluso tenia un plus añadido que le pesaba como una losa de mármol. Era vasco, no tenía el apoyo de nadie, para colmo su figura no era la propia de un torero, hasta el punto de que tuvo que adelgazar puesto que, en su condición de pelotari en sus años juveniles, con tantos agravantes, intentar ser torero era algo casi imposible de lograr. Y Fandiño lo consiguió, no era para menos puesto que, al final, sus sueños los convirtió en realidad, no sin antes haber pasado por miles de calvarios puesto que, hasta cuando era torero admirado por todo el mundo, sus propios compañeros, los que mandaban en el toreo le negaron el pan y la sal.
Fijémonos hasta donde rayó la grandeza de Iván Fandiño que, desde siempre solo tuvo un apoyo, el de Néstor García, un aficionado y amigo personal del diestro que creyó en él y luchó a brazo partido a su vera. Está claro que, ambos sabían que lo que soñaron lo harían realidad y, lo consiguieron.
lunes, 29 de abril de 2024
Fernández de la Mora charla con Kissinger
"..Ya tenemos una democracia (Fernández de la Mora se refiere a la orgánica) que, por cierto, liberó a España de la amenaza comunista y la ha llevado a ocupar el noveno lugar en el ránking económico internacional.." (1974)
Hace poco falleció Henry Kissinger y en España se escribió lo que se escribió. Grandes palabras mereció y muchas reflexiones. Frente a tanto olvido, a formas de olvido tan densas, en esa valoración española de Kissinger hablaba la historia. Una vía quedó muerta, y algo se proyectó triunfante sobre ella.
En sus memorias, Río arriba, Gonzalo Fernández de la Mora cuenta su conversación con el diplomático con motivo de su visita a España en 1970 acompañando a Nixon.
Kissinger, observador o más bien avizorador, se fijó tras la cena de gala en el ministro más joven y se animó a charlar con él. Transcribo a continuación la conversación tal como viene en el libro:
—Franco ya ha cumplido su misión y corresponde a los de su generación lograr que se retire y deje paso a la democracia.
—Ya tenemos una democracia (Fernández de la Mora se refiere a la orgánica) que, por cierto, liberó a España de la amenaza comunista y la ha llevado a ocupar el noveno lugar en el ránking económico internacional.
—Me refiero a la democracia con pluralidad de partidos.
—Es el modelo que Estados Unidos ha impuesto en una buena parte del mundo con los resultados que están a la vista; por ejemplo, en África e incluso en la para ustedes cercana Hispanoamérica.
—Solo con partidos políticos se incorporará España a la vida internacional.
—Los tratados hispanonorteamericanos de 1953, reiteradamente renovados, y esta visita de su presidente, creo que son claros testimonios de presencia internacional.
—Veo que no es usted partidario de jubilar a Franco. ¿Por qué?
—Porque creo que cada año que continúe al frente del Estado nos acercaremos más a los niveles de renta de los países desarrollados. Después, lo dudo.
—Está usted equivocado. El mundo occidental, y especialmente la Comunidad Europea, los ayudarán más, y España progresará con mayor ritmo.
—Como ustedes acabarán imponiéndonos ese modelo en el que creen con una especie de fe religiosa que respeto, habrá tiempo para comprobar si se cumplen sus optimistas previsiones. Lo deseo fervientemente.
—Usted confirmará que tengo razón.
Y se estrecharon la mano afectuosamente. Hasta aquí la conversación.
Cuando en 1994 don Gonzalo escribe sus memorias y recuerda este diálogo, implantado ya el modelo kissingeriano, le ha dado tiempo a comprobarlo. En ese año, España había perdido, respecto al de la muerte de Franco, cuatro puntos de convergencia con la media europea. «Las previsiones de Kissinger no se han cumplido, y es demasiado probable que, a medio plazo, se cumplirán cada día menos». En 2024, treinta años después, podemos confirmar que Gonzalo Fernández de la Mora sigue teniendo razón, y que es una razón incremental.
*Este artículo debería salir el martes 30, pero la profesionalidad y el sentido de lo noticioso aconsejan reservar la fecha para la performance presidencial.
No se pudo redondear la tarde ayer en Madrid / por Francisca García
El domingo la plaza madrileña registró una gran entrada para ver lidiar los toros de Araúz de Robles que iban a caer en las manos de Curro Díaz, David de Miranda y Calerito que sustituía al torero portugués Juanito que dos días antes tuvo un percance en un tobillo. Bien presentado el ganado tuvo el trapío que se exige en la primera plaza del mundo. Calerito confirmaba su alternativa por lo que el orden de la lidia se vio alterado.
Los de Araúz de Robles que pasaron todos los requisitos para ser considerados toros bien recibidos por los más exigentes, fueron por lo general nobles y con muchas posibilidades de haber dado una gran tarde, pero los buenos augurios se truncaron por diferentes motivos e hicieron que los acontecimientos discurrieran por senderos muy distintos a lo que se preveía.
Calerito que abrió plaza estuvo aseado con su primero, recibiendo aplausos, pero al astado se le vio tan noble que fue aplaudido en el arrastre lo que dio esperanzas en pensar que tan pujantes y bien armados animales iban a depararnos una gran tarde. Pero salió el segundo y Curro Díaz se abrió de capa y el toro entró en su jurisdicción y lo toreo a placer. En el primer lance el público se manifestó tan rendido al torero de Linares que jaleó cada una de sus verónicas, mostrando claramente que él había sido el principal reclamo para que el coso alcanzara tan buena entrada. Pero el toro llegó al caballo y pareció recibir un castigo demasiado fuerte para sus fuerzas, de tal forma que comenzó a perder las manos. Aquí entró en tromba el tendido 7 abucheando a la presidencia y pidiendo la devolución del cornúpeta. Muchos vinieron provistos de pañuelos verdes lo que muestra cómo andaban ya con el fusil cargado dispuestos a reventar la tarde. Como el toro no se cambiaba, se caía y pedían al matador que lo matara, Curro Díaz se vio forzado a abreviar la faena matando de forma muy poco ortodoxa. El toro fue despedido entre pitos.
Puede decirse que a partir de este momento el ambiente quedó enrarecido y la tarde se vino abajo siendo difícil que levantara el vuelo. Ni David de Miranda se mostró como el torero que habíamos reconocido en Sevilla, siendo silenciado con el mejor toro de la tarde, que estuvo por encima de él y con la petición de oreja y saludos en el coloreado listón chorreado del quinto. Tampoco Calerito mostró otra cosa que no fuera su valentía ante un toro con problemas, exponiendo mucho, pero llegando al público solo por lo arriesgado de sus apuestas. Curro Díaz supo en su segundo, uno de los peores del encierro sujetarlo en tandas de muletazos de buen trazo. Faena bien rematada con el estoque que obtuvo ovación.
Merece destacarse entre los subalternos, que en general hicieron una lidia bastante caótica, la intervención del banderillero Fernando Sánchez, de la cuadrilla de David de Miranda, que clavó los palos con arte y maestría. Al final, los tres matadores fueron despedidos con aplausos al abandonar el ruedo y la tarde quedó en una decepción entre lo que pudo haber sido y no fue.
Resumiendo: Curro Díaz estuvo en maestro, pero le tocó el peor lote y no pudo hacer mucho más de lo que hizo. David de Miranda y Calerito apenas llegaron con su trabajo a los tendidos. Extraordinaria la presentación de los toros de Araúz de Robles que no llegaron a encontrar la comunión con los espadas. Otra vez será.
Sí quiero añadir algo que me parece inaudito en una plaza de primera como es la de las Ventas. En los exteriores del coso no había ni un mísero cartel que anunciara la corrida, algo que no ocurre ni en la más humilde de las plazas de toros. Preguntados los encargados de colocar los carteles, confesaron, no sin cierto rubor, que no los había.
Es decir, que el departamento de publicidad o de marketing de la primera plaza del mundo deja muchísimo que desear. Con un cartel anunciador la buena entrada registrada quizá hubiera podido convertirse en un lleno. Es inconcebible que no existiera ningún reclamo en los exteriores de la plaza en el mismo día del festejo.
Otro aspecto censurable en el que quiero incidir una vez más es en el hecho de que esta plaza cuente en la actualidad con una banda de música tan escueta. Poco más de una decena de profesionales los estimo insuficientes para amenizar el espectáculo en una plaza importante, aún a pesar de las breves intervenciones que acostumbran a amenizar la fiesta en un coso de esta categoría.