"..Llevamos muchas temporadas en que, en el transcurso de estas, caen heridos muchos toreros, no sé si producto de la mala suerte, de que quizás les falte técnica a los lidiadores; no sé, pueden ser mil razones, pero existe un denominador común llamado toro.."
Román pagó con sangre
Pla Ventura
Toros de Lidia/21 mayo, 2024
La sangre derramada ayer por Román, en la última de feria de Vic Fezensac, es algo que tiene mucha lectura. Cornada de tres trayectorias cuando llevaba el toro al caballo, todo un drama al más alto nivel y, como siempre sucede, las cornadas siempre se las llevan los mismos. Para su infelicidad, Román sabe mucho de los que son cornadas gravísimas. Ahora bien, pongámonos la mano en el pecho y analicemos la cuestión.
Llevamos muchas temporadas en que, en el transcurso de estas, caen heridos muchos toreros, no sé si producto de la mala suerte, de que quizás les falte técnica a los lidiadores; no sé, pueden ser mil razones, pero existe un denominador común llamado toro. Ya es curioso que todas las cornadas fuertes se las lleven los toreros más humildes y, para mayor escarnio, esos toros que hieren a los toreros no son de la “factoría” Domecq. Atentos que, el asunto tiene mucha miga.
Nos duele en el alma que, Román, un torero valeroso como el que más, en su carrera, ya lleva muchas cornadas y, lo que es peor, todas muy graves. Está claro que, unos toreros tienen que pagar un precio muy alto por aquello de querer ser y, los que son, apenas sufren un rasguño. ¿De verdad tendrá mucho que ver la clase de toros que lidian unos y otros? Por supuestísimo. Los toros de la factoría antes citada pueden voltearte, incluso herirte, pero, cosas del destino, apenas cogen a los toreros. Ahora bien, cuando el diestro se enfrenta a ganaderías encastadísimas y con el peligro que ello conlleva, son muchos los heridos y, lo que es peor, de suma gravedad.
Por la razón expuesta, los diestros que acuden a estas citas tan extremadamente peligrosas, de entrada, ya deben de tener el máximo respeto por parte de los aficionados porque, a priori se sabe que han comprado muchas papeletas para el sorteo hacia el hule. Román no se ha escapado, como podía haberles ocurrido a sus compañeros de terna. ¿Qué ocurre que los diestros no son capaces de adivinar el riesgo que acometen? Y tanto como lo saben, pero, en los chavales que torean poco, sabedores del riesgo que sumen, lo aceptan porque quieren ganarse a diario otro contrato. No está el toreo como para no apostar muy fuerte cada vez que un hombre humilde hace el paseíllo.
Lo raro es escapar y salir por tu propio pie de una plaza como Vic, Ceret, San Agustín de Guadalix y muchas otras plazas donde el que manda es el toro y, el torero tiene que enfrentarse a una auténtica fiera. Por ello no es nada extraño que en dichas ferias salga un torero hacia la enfermería. La prueba no es otra que, en las corridas duras es donde anida el peligro, donde más cogidas sufren los toreros y, la cuestión está clarísima; si de las corridas duras que pueden suponer un diez por cierto sobre las llamadas corridas comerciales, en las citadas en primer lugar es donde se producen las cornadas más horribles, creo que sobran todas las palabras.
A mayor apuesta, mayor riesgo. Pero claro, este tipo de toreros que buscan una oportunidad son los que tienen que arriesgar por completo. En el primer circuito donde forman parte las figuras, el riesgo es infinitamente menor y, para colmo, si hoy no embiste el toro ya lo hará mañana, que para eso tiene firmadas actuaciones todos los días.
Respecto a Román, quiera Dios que se restablezca muy pronto y, como ha sucedido hasta ahora, que las cornadas no le minen el alma porque el cuerpo ya lo tiene lacerado por los afilados pitones de los toros duros y encastados. En casos como el suyo, además del dolor físico, intuyo que será el desencanto anímico que le producirán dichas lesiones porque, ves que has derramado mucha sangre, en ocasiones se han perdido contratos que resultaban vitales, todo un despropósito que, superarlo ya tiene un mérito increíble. Mucho ánimo para Román.
No hay comentarios:
Publicar un comentario