martes, 9 de julio de 2024

Sanfermines. 4° de Feria. NOBLES "CEBADAS" Y VILES DESCABELLOS / por Juan Miguel Núñez Batlles


"..Una corrida que ha resultado generosa por lo que han regalado los toros, espléndidas y limpias embestidas. Injusta por tanto esa mala fama, que en una objetiva interpretación de los aficionados cabales se aprecia como algo muy positivo por la seriedad y autenticidad que da al espectáculo.."

Sanfermines. 4° de Feria.
NOBLES "CEBADAS" Y VILES DESCABELLOS

Juan Miguel Núñez Batlles
Una clásica de "San Fermín", la corrida de Cebada Gago, ha sorprendido por su nobleza, algo lamentablemente siempre bajo sospecha por el sambenito que acompaña al carácter de exigencia y dureza de estos toros. Como si pudiera alabarse la bravura prescindiendo de la nobleza, que es precisamente uno de sus componentes fundamentales. Una corrida que ha resultado generosa por lo que han regalado los toros, espléndidas y limpias embestidas.

Injusta por tanto esa mala fama, que en una objetiva interpretación de los aficionados cabales se aprecia como algo muy positivo por la seriedad y autenticidad que da al espectáculo.

Nobleza en Cebada, un dato que algunos toreros no asimilan del todo, sin ir más lejos, hoy, en este festejo.


El primero, que no llegó a correr el encierro matinal por ser sustituto de otro que se lesionó partiéndose un cuerno al caer en plena carrera, pasó por el caballo sin enterarse. Pero hubo "polvora" desde el inicio de faena con un decidido Juan Leal de rodillas, pasándoselo muy cerca por delante y por detrás, desafío a las leyes físicas puesto que el espacio entre toro y torero era reducidísimo. Y así transcurrió el trasteo ya en la vertical y por los dos pitones. Muletazos límpios y enjundiosos. La nobleza y la clase del toro, en todo momento, fue aportación fundamental. Pero no entró la espada en dos intentos, y, todavía peor, casi se eternizó con el descabello. De modo que lo que iba camino de una oreja se quedó en silencio sepulcral. El cuarto, con menos ganas de embestir, se movió sólo en la distancia corta y con peor estilo. Leal optó por el encimismo, unos rodillazos un poco a la desesperada y un par de desplantes asimismo de poco fuste.


El segundo, primero de Román, se movió con mucha clase desde el principio. Humillado y "abriéndose" lo suficiente para permitir oportunos desahogos, no obstante, terminaría aburriéndose ante la poca entidad de la faena, y por fin mirando a tablas, donde buscó refugio. Pero lo tapó todo la nobleza y movilidad del "cebada". Y como casi es norma en esta plaza que matar bien y a la primera se premia al menos con una oreja, esta vez en la estocada hay que resumir los méritos para el trofeo en cuestión. El quinto, que planteó problemas en banderillas, cambió a bueno en la muleta también gracias a la firmeza de Román, que se puso muy de verdad en todo momento. Lástima que el esfuerzo y acierto de Román no tuvo la oportuna recompensa por el desatino con el descabello, otro gran dislate en la tarde como puede apreciarse asomándose uno a la Ficha del Festejo, en la que los fallos con el verduguillo aparecen cimo una constante.


Se arrancó el tercero como un obús al caballo, y empujando con incontenible ímpetu, lo que se tradujo en una resentida acción del montado en los dos puyazos que le recetó. Consecuencia, la falta de aliento en la muleta. Fonseca lo trasteó con poca convicción, y al entrarle a matar, agarrando un pinchazo hondo, se resisintió de una reciente lesión del codo derecho, lo que le dejó inhabilitado para seguir. Hubo de pasar a la enfermería, haciéndose cargo del toro Leal, que remató de un intento fallido con el descabello y una estocada.

Y con la tarde ya muy vencida por tanto como se estaba perdiendo, en el sexto, el segundo de Fonseca que ahora pasaba a Leal, salió éste con el ánimo y los arrestos a tope de nuevo,. Volvía a brillar la marca propia de este torero en unos muletazos de trazo firme y sentido. Especialmente al maturak hubo cosas importante. Pero para acabar, qué decir, una vez más el descabello se llevó todo.

FICHA DEL FESTEJO.- Cuarto festejo de Sanfermines. No hay billetes.

Toros de Cebada Gago, bien presentandos. Corrida seria y uniforme, noble y con empuje, con tres toros -primero, quinto y sexto- de buen juego; también el segundo dio mucho de sí a pesar de su acusada mansedumbre.

Juan Leal, que lidió tres y estoqueó cuatro por el percance de Fonseca: pinchazo, otro hondo y seis descabellos (silencio); estocada corta y tres descabellos, echándose el toro por su cuenta (silencio); y estocada corta y cinco descabellos (silencio).

Román: estocadau (oreja tras aviso); y estocada y seis descabellos (silencio tras aviso).

Isaac Fonseca, en el único que lidió: pinchazo hondo pasando a la enfermería, y descabello y estocada de Leal (silencio).

No hay comentarios:

Publicar un comentario