miércoles, 10 de julio de 2024

Sanfermines. 5° de Feria.- OREJAS DE POCO PESO, DOS PARA DE JUSTO Y UNA PARA MARÍN, EN UNA GRAN CORRIDA DE VICTORIANO DEL RÍO /por Juan Miguel Núñez Batlles


"..C
artel llamado de pretendidas figuras, en realidad de tres toreros de los más aburridos del actual escalafón, como se iría comprobando a lo largo de la tarde. Y enfrente una corrida de Victoriano del Río, ganadería de las máximas garantías, esta vez muy a modo para el triunfo.."


Sanfermines. 5° de Feria
OREJAS DE POCO PESO, DOS PARA DE JUSTO Y UNA PARA MARÍN, EN UNA GRAN CORRIDA DE VICTORIANO DEL RÍO

Juan Miguel Núñez Batlles
Cartel llamado de pretendidas figuras, en realidad de tres toreros de los más aburridos del actual escalafón, como se iría comprobando a lo largo de la tarde. Y enfrente una corrida de Victoriano del Río, ganadería de las máximas garantías, esta vez muy a modo para el triunfo.

A Castella le embistió el primero como una maquinita.  Humillado y con suma fijeza, sin más  objetivo que la muleta, y yendo y viniendo a los primeros y oportunos "toques", amén de desplazarse largo. Múltiples ventajas para el torero, sin embargo, perdidas en la más absoluta vulgaridad. Es verdad que Castella le pegó pases limpios, pero sin ajuste ni "alma". Era toro de dos orejas, y acabó intacto en el desolladero. El cuarto, menos claro, así y todo "se dejó" mucho, un punto soso pero moviéndose, hasta agotarse todas las posibilidades de seguir embistiendo.

Emilio de Justo se encontró con un primer toro dechado de bravura y bondad, que tomaba el engaño por abajo y repitiendo, mientras el hombre se perdía en una sucesión de trapazos. Entre tantos enganchones el toro descubrió dónde estaba el torero, perdidito, y acabó que casi se lo come. Empero todavía tuvo la suerte finalmente de meter la espada a la primera, lo que le haría pensar que iba a ser salvoconducto para uno de esos trofeos baratos que se dan en esta plaza.  Pero, no. La colocación del estoque requería el uso del descabello, que no llegaría a utilizar seguramente por miedo a fallar. Así transcurrió un tiempo de angustia para los espectadores del tendido e impiedad para el animal, tan largo que nadie, absolutamente nadie sacó el pañuelo. 

Pero siguió la suerte para Emilio de Justo, que volvió a tener otra clarísima oportunidad con el quinto, toro extraordinario por el temple,  el ritmo y la calidad de las embestidas. Pedazo de toro. Sorprendentemente no sabía el torero como y por dónde se andaba. No estuvo la faena a la altura del toro, ni mucho menos. Alguna duda, y más de un trapazo. Aunque para dudas y desaciertos, los de la señora concejala, presidenta por un día, como se acostumbra en Sanfermines, que por aquello de la estocada única sacó un primer pañuelo sin aguantar la presión en la petición; se lo guardó rápidamente y el tendido entendió que no había concedido trofeo, por lo que la insistencia trajo la concesión de las dos orejas. Ficticio triunfo.

De Ginés Marín vale decir algo parecido que de los otros alternantes, en cuanto su primer toro tuvo calidad a pesar de un conato inicial de flojera. Toro ideal también en todos los sentidos asimismo para haber asegurado la salida a hombros. Empero la faena no llegó a tomar vuelo hasta el epílogo, además apoyándose en el frenesí del toreo por las alturas, entiéndase las socorridas bernadinas. Esta vez la espada hizo su papel, y cayó una oreja. Triunfo de poco peso, pero triunfo al cabo. 

El sexto, con embestida algo cansina, se prestó menos. Y tampoco Marín estuvo por la labor. Esta vez ni proyecto de faena.

FICHA DEL FESTEJO.- Sexto festejo de Sanfermines. No hay billetes. 

Toros de Victoriano del Río, bravos, con clase y duración. Corrida de nota alta en la que destacó sobremanera el quinto.

Sebastián Castella: pinchazo, media baja y estocada (silencio tras aviso); y cuatro pinchazos, media y descabello (silencio tras dos avisos).

Emilio de Justo: estocada trasera y caída, y larga y cruel agonía del toro (silencio tras aviso); y estocada caída (dos orejas).

Ginés Marín: estocada desprendida de efecto rápido (una oreja); y estocada (silencio).

Fotografías: Diario Navarra

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