Siete de Julio… San Fermín / por Antolín Castro

Por la mañana los encierros, a partir de esta tarde los toreros

"..se inicia con el toro, ese es el gran protagonista de las fiestas. De hecho, se llama la feria del toro. Cada ganadero que tiene el privilegio de lidiar su ganado, reserva para Pamplona los toros más aparentes para dar sentido al nombre de la feria.."

Siete de Julio… San Fermín

Antolín Castro

Opinión y Toros/07 Julio 2024

Así reza la canción que universaliza la fiesta más conocida del mundo.

A ello hemos de añadirle la alegría que para tantos supone que llegue esta fecha en el calendario. La ciudad de Pamplona se convierte en el centro del universo y sus calles se llenan de policromía, la del conjunto de las banderas de quienes la visitan y participan de su fiesta, de su alegría.

Cierto es que la gran mayoría de los colores que se visualizan son el blanco y el rojo, pero también existen otros colores que lucen los toreros cada día en su plaza, también algunos corredores del encierro lo hacen, una manera de identificarse entre la multitud.

Pero esa alegría, toda, se inicia con el toro, ese es el gran protagonista de las fiestas. De hecho, se llama la feria del toro. Cada ganadero que tiene el privilegio de lidiar su ganado, reserva para Pamplona los toros más aparentes para dar sentido al nombre de la feria. Toros con un trapío impresionante para sus matadores, pero también para los mozos que cada mañana se dejarán acariciar por sus inmensos pitones.

Esos corredores, con una vocación desmedida para con su afición, se presentan cada mañana en las calles por las que transcurre el encierro deseando poder ‘coger toro’ que es tanto como poder correr delante de alguno de los seis durante el mayor tiempo posible. Cierto que muchos acompañan las carreras, pero lo máximo es ese ‘coger toro’. Los que lo logran, una o más veces en estos días, sienten que han llenado la batería de su corazón un poco más… para seguir, año tras año, intentándolo. No hay mayor premio ni más orgullo.

A la tarde son los toreros quienes se ponen delante de esos toros, de imponente estampa, para dictar su lección torera. Todos viven esta feria de manera muy especial. Además, que no es poco ni baladí, la Casa de Misericordia recompensa económicamente como ninguna otra empresa a los toreros. Así que el mejor trofeo para cada uno de ellos, y en particular para los más modestos, se gana cuando te contratan. Alegrías como esas no las tienen en todas las plazas. Hasta en eso Pamplona es única.

Alegría, por supuesto, en el conjunto de sus peñas, quienes les dan luz, color y sonido a cada día y, en particular, en la plaza. Una alegría que desborda con creces todo lo que se puede imaginar uno en una fiesta.

La alegría es el denominador común de estos días que hoy han dado comienzo con el primer encierro. Alegría incluso para los que nos levantamos cada día para poder ver el encierro por la televisión.

Un orgullo para los españoles es saber que no hay fiesta en el mundo más conocida y que en ella el protagonista sea el toro, ese que otros quieren que desaparezca. Pregunten a quienes llenan Pamplona si es conveniente acabar con el toro de lidia. Hasta por esto, es una alegría que cada siete de julio llegue San Fermín.

En la tarde primera la ilusión por ver a Diego Urdiales, Fernando Adrián y Borja Jiménez, un gran cartel.