"..Está claro que a los aficionados a los toros se nos ningunea y, cuando todo creíamos que reinaría el sentido común y que rectificarían nuestros políticos, ante todo, para dar cobertura a los aficionados de la despedida del más grande torero que ha dado la historia en Valencia, Enrique Ponce, que se despide el próximo día nueve, fiesta de nuestra comunidad.."
A Punt defenestra a Enrique Ponce
Pla Ventura
Toros de Lidia/5 octubre, 2024
Hasta los enfermos como es mi caso, nos hemos percibido de la catástrofe de la televisión pública de Valencia que, como informan, en su libro de estilo no figa nada que tenga que ver con los toros, lo dicen y se quedan más anchos que largos. O sea que estamos ante una pandilla de cafres que actúan como auténticos dictadores, adiestrados, claro está por el que fuera su jefe Ximo Puig que es el que restableció dicha cadena para su use y disfrute mientras duró su mandato, él y la indeseable Mónica Oltra que, abrumada por tantos escándalos no tuvo más remedio que dimitir.
O sea, esta es la herencia que los valencianos hemos recibido de un tipo siniestro e indeseable, nada que ver con aquel Canal-9 de antaño, televisión creada por Juan Lerma que satisfacía la ilusión de todos los valencianos, incluyendo claro está, los toros en sus diferentes modalidades, tanto en corridas de toros como en los llamados bous al carrer de tantísimas localidades de nuestra comunidad. Claro que, aquella cadena se convirtió en una jauría humana en la que además de profesionales del medio, allí emplearon, como es costumbre entre el socialismo, a todos los amiguetes habidos y por haber, hasta el punto de que Canal-9 tenía más empleados que Antena-3 y Tele 5 juntas.
¿Qué pasó? Sencillamente que era insostenible mantener a tantos profesionales, gandules y enchufados en la cadena que pagamos todos. ¿Solución? La que llevó a Carlos Fabra en su llegada a la presidencia de la Comunidad para cerrar el chiringuito que, como se demostró, era la ruina de la Comunidad. Nos quedamos sin televisión porque lo que los sociatas habían hecho en su momento era un abuso de poder y arruinando a las arcas de la comunidad, claro que, a toda aquella pandilla de indeseables les sudaban los cojones el costo que aquello tuviera, lo que les importaba era que, sus adeptos al régimen estuvieran contentos.
Como explico, llegó Ximo Puig al poder y montó el nuevo la televisión, eso sí, a su imagen y semejanza puesto que, como reza su libro de estilo, los toros están vetados en todos los órdenes porque, según ellos, en Valencia no existen ni un solo aficionado a los toros. ¿Se puede ser más malvado que el tipo mencionado? Es imposible pero, como sabemos, en política cabe todo, la prueba la tenemos en un tal Pedro Sánchez que, con sus acciones, así como las de sus aláteres sigue defendiendo la dictadura de Nicolás Maduro.
Claro que, la pregunta es obligada. ¿Qué papel desempeña ahora en esta situación Carlos Mazón como presidente de la Generalitat y, como nos consta, defensor de la fiesta de los toros como su compañero de viaje en la política, Vicente Barrera? Ahora sí que enloquecemos. Ellos, los actuales mandatarios no hacen nada para remediar el caos que sembró Puig en Valencia, por ello, ¿Qué podemos pensar de nuestros dirigentes actuales, si acaso, que son de la misma calaña que los anteriores? Está claro que a los aficionados a los toros se nos ningunea y, cuando todo creíamos que reinaría el sentido común y que rectificarían nuestros políticos, ante todo, para dar cobertura a los aficionados de la despedida del más grande torero que ha dado la historia en Valencia, Enrique Ponce, que se despide el próximo día nueve, fiesta de nuestra comunidad.
Es verdad que a Enrique Ponce no le hace falta televisión alguna, somos los aficionados los perdedores de ahí el gran disgusto que tenemos al respecto. Por eso mostramos nuestro rechazo a tan nefasta televisión que, en el pecado llevan su penitencia porque como se ha demostrado se trata de la cadena autonómica menos vista de cuantas existen en España. Si fueran sensatos, ecuánimes y responsables, emularían a Castilla La Mancha, Canal Sur, Tele Madrid, Canal Extremadura y algunas más que, hacen por los toros lo que en verdad corresponde, satisfacer a los aficionados de cada comunidad porque pagan los mismos impuestos que puedan pagar cualquier ciudadano.
Poca gloria está logrando Carlos Mazón este respecto que, si no rectifica, aunque le parezca una broma, debe de atarse los machos no a vaya a ser que peligre su puesto en las próximas elecciones. Alguien medianamente sensato no puede creer que una televisión autonómica sirva para reírles las gracias a los políticos y, como antes sucediera mantener a amiguetes y gentes afines al partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario