sábado, 19 de octubre de 2024

Quién fue Ponce / por Ricardo Díaz-Manresa


No va a caber en un artículo porque Ponce fue un grande de los más grandes. Grande entre los grandes. Pero nadie es perfecto y, sin embargo, Ponce se asemejaba mucho, hasta su retirada imprevista y su cambio de mentalidad torera y de vida personal.

Quién fue Ponce

Ricardo Díaz-Manresa
AvanceTaurino/19 Oct. 2024
Campeón en afición, en corridas toreadas, en temporadas completas haciendo la española y la americana, en orejas, salidas a hombros y dando y confirmando alternativas. Un monstruo. Y gran líder de las faenas largas, con muchísimos avisos.

Campeón de hacer faenas a tantos toros y campeón de hacer muchos toros y con faenas buenísimas una vez hechos. Y también de oir muchos avisos y de dar muchos pinchazos. Normal en una carrera tan larga y con tantas apoteosis.

Maticemos. Inventó, sí, las faenas largas pero con muchas segundas partes impecables, lo que justificaba tanto tiempo ante la cara del toro. Inventó mientras que los otros, tantos, copiaron para convertirse en pesadísimos y con segundas partes insoportables de los trasteos. Y desgraciadamente se ha convertido en una costumbre nefasta: avisos por doquier luego de trasteos vulgares y larguísimos lo que lleva a otra costumbre más nefasta: la excesiva duración de tantos festejos de ni fu ni fa. O totalmente aburridos. Pero recuerden que los imitadores siempre son bastante malos al contrario que los inventores de nuevas formas y belleza máxima.

Toreó desde muy niño y le he seguido la carrera completa, con mucho interés por mi parte. Todos los días durante todas las temporadas de su larguísima carrera. Tan niño que se presentó en Madrid con estatura y cara de niño, pero con mentalidad y técnica de gran torero. Después se le rindieron todas las plazas importantes (Sevilla menos) en las que se anunció durante décadas, siendo Valencia, Madrid, Bilbao y la México sus preferidas.

Y así tarde a tarde, feria a feria, temporada tras temporada, presenta creo la mejor biografía de toda la historia del toreo, de la historia conocida, con el dato que será difícil, pero muy difícil, que alguien la iguale y más difícil todavía que la supere.

Toreó con todos los toreros y nadie pudo con él y algunos que creyeron poder derrotarle ni se atrevieron y mucho menos en mano a mano. Técnica e inteligencia prodigiosas y voluntad de hierro, los críticos -que todos los tienen- le achacaron su enorme facilidad para despegarse de los pitones. Toreó todos los encastes y algunos caprichitos como los juampedritos le dieron triunfos pero también malas pasadas. Pero pudo con todo y no se le recuerda aperreado por ningún enemigo.

Admirable en su afición y en entrenamiento constante. Una vocación irresistible, continua y ejemplar. He conocido poquísimas. Y no sé si alguna otra.

Nunca se retiró ni descansó hasta la sorprendente tras haber anunciado la separación de su mujer de tantos años. Nos dejó a todos confusos y empezó a hablar de una manera que no parecía Ponce tras haberse escondido totalmente durante mucho tiempo. Pensaba o no despedirse o hacerlo en plazas de segunda categoría. Pero rectificó y aun le queda México.

A la afición que sabe de esto le quedará su recuerdo permanente de una carrera inigualable. Grande entre los grandes más grandes. Mi olé por Enrique Ponce Martínez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario