'..La historia de “El Mesías” comienza en 1.741, cuando Handel, un compositor alemán afincado en Inglaterra, donde desarrolló su carrera musical, se sintió inspirado para componer una obra que reflejara la vida de Jesucristo..'
LAS MATEMÁTICAS DE DIOS
Eduardo Balbás
Algunos melómanos, denominamos la “Gran Música” (la clásica y la ópera), como “las matemáticas de Dios”, por considerarla la forma de expresión artística más elevada. Muchos creyentes cristianos tenemos la reconfortante costumbre de conmovernos cada Semana Santa escuchando “La Pasión, según San Mateo”, de Bach, y de elevar nuestro espíritu en Navidad con “El Mesías” de Handel, una de las obras más emblemáticas de la música clásica con su fastuoso repertorio coral.
La historia de “El Mesías” comienza en 1.741, cuando Handel, un compositor alemán afincado en Inglaterra, donde desarrolló su carrera musical, se sintió inspirado para componer una obra que reflejara la vida de Jesucristo. Esa idea surgió en Handel cuando se encontraba en un mal momento profesional. Con dificultades financieras y habiendo perdido gran parte de su popularidad. Sin embargo, su pasión por la música y su fe lo llevaron a componer esta obra monumental en un tiempo record: solo 24 días. Es un oratorio dividido en tres partes, que abordan la profecía del Mesías, su nacimiento, su pasión y su resurrección.La obra se basa en textos bíblicos del Antiguo y del Nuevo Testamento, y está compuesta para solistas, coro y orquesta.
Una de las características más reconocibles de “El Mesías” es su famoso coro “Hallelujah”.
El estreno del “Mesías” fue en Dublín durante un momento de enorme pobreza económica en Irlanda.La interpretación fue un éxito rotundo y se recaudaron fondos para ayudar a presos y a hospitales (repletos de enfermos) de la ciudad irlandesa.
Parecería que Dios “echó una mano” en el guión de la historia narrada. Se percibe una cierta presencia de Dios detrás de todo ese proceso…
Como también ocurre en la composición del villancico más famoso del mundo traducido y cantado en todos los idiomas, ”Noche de Paz” (“Stille Nacht”, en alemán). La letra, unos versos compuestos por un sacerdote alemán, Joseph Mohr, estando muy enfermo de tuberculosis, que en un trance místico, una Nochebuena de 1.816, escribió “del tirón” al volver a su ser las seis estrofas de lo que tituló “Stille Nacht”. Noche de silencio, Noche de Paz, Noche Santa. Naturalmente, Mohr ignoraba que esos versos se convertirían más tarde en el villancico más famoso del mundo.
Para ello hizo falta ponerle música. Lo que ocurrió un par de años después de haber compuesto sus humildes versos. Conoció a un compositor que estuvo de acuerdo en intentarlo. Se llamaba Franz Gruber, y en 1.818 creó la música, en un increíblemente corto espacio de tiempo de 25 minutos, para “Stille Nacht”, una melodía a dos voces.
Casi un siglo más tarde, en plena Primera Guerra Mundial, a las 12h de la Nochebuena de 1.914, surgieron unos cánticos a la vez de entre las heladas trincheras rusas del ejército del Zar Nicolás II y de entre las de las tropas alemanas del Kaiser Guillermo II, que cantaron al unísono en ruso y alemán “Noche de Paz” en una improvisada tregua. Los irreconciliables enemigos, dejaron de matarse para cantar “Noche de Silencio”, “NOCHE DE PAZ”.
¡Que cunda el ejemplo!.
E.B.🇪🇸
Simplemente MAGNIFICO
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