'..Toro bravo, de muy emocionantes embestidas; que fue siempre a más, y duró una barbaridad, hasta tal punto que cuando Román le montaba la espada para matarlo, aún tenía otra faena..'
SAN ISIDRO - 15° de FERIA
UN IMPORTANTE TORO DE FUENTE YMBRO,
GRAN PROTAGONISTA
Por Juan Miguel Núñez Batlles
Una oreja para Román y ovaciones para San Román, se lee en la ficha de la corrida.
Pero esta vez pasan a segundo plano los atributos y capacidades de los toreros, porque el protagonista destacado de la tarde fue un importante toro de Fuente Ymbro. Un toro de los que se dice "llevaba un cortijo en cada pitón". Y para cumplir con los obligados honores al animal en cuestión, hay que empezar por reseñar los datos de su filiación. De nombre "Comisario", negro de capa, nacido en noviembre del 20 y que pesó 566 kilos. Apuntes que necesariamente van a tener en cuenta los jurados que premian lo mejor del ciclo en los diferentes apartados de la lidia. Porque hay que decirlo de una vez: "Comisario" es uno de los toros de la Feria.
Toro bravo, de muy emocionantes embestidas; que fue siempre a más, y duró una barbaridad, hasta tal punto que cuando Román le montaba la espada para matarlo, aún tenía otra faena.
Toro incansable, repitiendo y repitiendo. Pronto y veloz. Arrancándose de largo y embistiendo muy humillado. Ya de salida mostró ese excelente tranco. Estaba el toro muy definido desde que saltó al ruedo. Pero la cuadrilla de Román, y el propio Román, qué petardo para pararlo, fijarlo y llevarlo al caballo. Tomó dos puyazos sin apretarle mucho el picador; y la lidia fue pésima, de muchos e innecesarios capotazos, que aún así no lo acusó en la muleta, donde siguió con su exquisito galope y rotunda fijeza. En estas condiciones todavía Román tardó en verlo, perdiendo demasiados pasos entre muletazos al abrir faena. Y sólo cuando se quedó en el sitio y fue capaz de aguantar, surgieron unos pases de trazo inmenso. Sin embargo, no seguiría en ese ritmo, a pesar de que el toro le pedía todo por abajo. Y cómo respondía el "fuenteymbro" cuando Román le bajaba la mano.
Claro que, siendo tan bravo, tampoco perdonó errores. Y en un cambio de mano, quizás por las prisas en el manejo del engaño, dejó "la ventana abierta" y el animal se percató echándole mano. Espectacular voltereta que por suerte quedó sólo en el susto. Volvió con el toro venido arriba, y aunque la puesta en escena resultó ahora especialmente emotiva por la distancia larga que planteó en unas ajustadas bernadinas, la sensación final es que el toro -qué toro- quería y merecía más. Y como tampoco la espada fue lo eficaz que en circunstancias así hay que reivindicar, pues, al final una oreja protestada. Triunfo que se considera menor, y en todo caso le servirá para torear en su zona, los pueblos de Levante.
En su toro anterior, el tercero, que también se arrancó de largo y dió facilidades, Román no se acopló en un trasteo largo y con muchos tirones. A ratos acertó a templarse, toreando por naturales de buen gusto. Pero se hacía largo y pesado, hasta que el tendido de la intransigencia, el "7", "le empujó" a ir por la espada.
El mexicano Diego San Román estuvo valiente, muy valiente toda la tarde, pero sin llegar al triunfo deseado. No fueron fáciles sus toros. Al de la ceremonia, escapándose continuamente a la querencia de tablas, fue imposible darle más de dos pases seguidos. Una mansedumbre sin disimulo que le hacía ir a su aire.
Y en el último, difícil papeleta, pues bajándole la mano protestaba y por arriba, violentísimo, no permitió ningún desahogo. Con todo, en el sexto estuvo "ahí", tan dispuesto a todo que en un par de ocasiones casi le arranca la cabeza. En conjunto fue buena la carta de valor que presentó en su confirmación. Y en lo meramente artístico, en el toro primero, un quite de frente y por detrás muy ajustado y con sentimiento.
El primer espada y padrino, Curro Díaz, no tuvo toros ni ánimo. Su primero, manso total y sin recorrido. En el otro todo fueron derrotes al dejarse tocar mucho la muleta. De su parte, muy poca disposición para suplir las carencias de ambos toros, haciendo los cites fuera de cacho y perfilero.
Por ultimo, algo imperdonable en este torero veterano y en corte clásico. Resulta que no se sabe el reglamento. Pues antes de cederle los trastos a San Román en el toro primero, se fue a pedir permiso al presidente ¡como si fuera su toro! Menudo patinazo.
- FICHA DEL FESTEJO
Toros de Fuente Ymbro, muy bien presentados y de juego desigual. Los mejores, el tercero y, sobre todo, el quinto. Manso el primero. Con poco fuelle y a menos, el segundo. Deslucido el cuarto. Y con problemas el sexto.
Curro Díaz: estocada tendida y caída (silencio); y pinchazo y bajonazo (silencio).
Román: tres pinchazos y estocada ligeramente contraria (aviso y silencio); y pinchazo y media atravesada (oreja con protestas).
El mexicano Diego San Román, que confirmaba la alternativa: estocada delantera sin puntilla (aviso y ovación); y estocada delantera (aviso y ovación).
La plaza rozó el lleno en tarde espléndida.
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