Sebastián Castella tras su faena malograda. Foto: Las Ventas

Castella pincha una de sus grandes faenas en esta plaza. Borja recibe una liviana oreja. Manzanares silenciado. Dispar y dócil encierro de Jandilla...

MADRID / 24ª SAN ISIDRO

El faenón emborronado

Jorge Arturo Díaz Reyes

CrónicaToro/Madrid, 5 VI 2025

Otra tarde de sol y no hay billetes. Los jandillas, dispares en el tipo familiar, salieron a dejarse, a hacer la noria, a entregar las orejas a quien pudiera interesar. El primero y el segundo fueron tratados casi que con desprecio por sus encopetados lidiadores. Castella y Manzanares, que regaló como un souvenir a su fanaticada una serie de seis naturales donde dos o tres fueron muy pintados. Con su fina etiqueta. Pero los mataron mal. Toda la corrida se mató muy mal. Al uno con estocada inane, descabello barrenado y aviso. Al otro con pinchazo y fierrazo contrario de tardío efecto. Fue allí cuando cambió la cosa y lo que parecía ir camino del hundimiento, sobreaguó.

Salieron los dos pequeños del encierro. El uno, el menos, el tercero de 533 kilos, castañito, pizpireto, que provocó algunos silbiditos aislados. Borja, blanco y oro, le saludó con tres verónicas y media de consumo, las cuales fueron celebradas como si Curro Puya hubiese resucitado. Demostración aplastante de poder electoral. Tras varas y banderillas de bajo costo, el espartino, rodilla en tierra castigó los francos vaivenes con seis doblones fuertes y una trinchera. Locura. Luego fue un carrusel. El blando “Vid” seguía en círculo la muleta con obsesión y sin exigencias engorrosas. Morro abajo. Sin pedir mando ni sacrificios. Así, así, en tandas cortas hasta la estocada muy delantera que lo tiró sin puntilla. Una oreja liviana para Madrid, pero con loor de masas y espíritu democrático de don Víctor Oliver García. Si no la da…, mejor dicho.

El momento cumbre de la tarde sucedió en seguida. Salió “Zafio”, castaño, con doce kilos más. Los ocho lances y las dos medias fueron acometidas con voracidad. Agustín Romero le precisó dos leves varas en sitio. Cosa, qué por insólita en esta feria, ovacionada. Castella quitó con tres chicuelinas y una donosa larga que comenzaron a levantar pueblo. José Chacón lo corre airosamente a una mano y enciende los ánimos. Como diciendo, ya que estamos de amores, brindó a la concurrencia y se puso estatuario, pero estatuario de verdad, cuan magro y largo es, para cuatro ayudados por alto, una trinchera y una firma. Clamor. El toro, quizá tan noble como su hermano anterior, pero con más identidad y fuerza. Transmitía. Entonces como sin querer queriendo Sebastián lo cambió al paso por la espalda y honrando la lealtad del amigo, lo unció a su trapo en redondo, por bajo, templadamente, sembrado con su cuerpo como eje, pasándoselo piel a piel. En tandas rematadas con pertinencia. Por naturales, algunos de gran estampa, llegó al dominio total en todos los medios, aguantando una barbaridad en un parón a medio pase y desplantándose. Verdad, valor. Todo ocurría en la boca de riego, con la plaza en frenesí y el torero sublimado.

Bueno, le avisaron, entonces igualó, puso un pinchazo hondo, descabelló dos veces sin haber estoqueado. Ovacionaron la generosidad del bravo y franco castaño en el arrastre y pidieron la vuelta al ruedo al torero, sin parar mientes en la suerte suprema. Comenzando por El Rosco y su asoleada e intransigente cauda. Cómo está Madrid. La dio muy orondo.

El quinto remató en un burladero y se descoordinó. El bis, con el mismo hierro, 605 kilos y malos modales le quitó a Manzanares las pocas ganas que pareció traer. Abrevió y le colocó la espada desprendida e ida alargando la agonía. El sexto fue áspero, y Borja, ya triunfador con la oreja de marras, no se enzarzó en lidias de doma y apuesta. Lo tramitó y le dio de baja con un espadazo chalequero y degollante. Él, triunfador, y Castella que llevó la corrida al ápice salieron al final entre aplausos. Manzanares no tanto. Era el toro para el público de ahora y mereció mejor consideración.

• FICHA DEL FESTEJO

Jueves 5 de junio 2025. Madrid, Lleno de “No hay billetes”. Seis toros de Jandilla, dispares conmucha docilidad.

Sebastián Castella, silencio y vuelta al ruedo tras aviso

J. M. Manzanares, silencio y silencio.

Borja Jiménez, oreja y silencio.