'..Y hay otros, como yo, que le gusta ver al toro siempre, en donde sea. Corriendo por las calles de los pueblos o cómo los lidian y los torean en la plaza. Y por supuesto, los encierros organizados. Y, por supuestísimo, los de Pamplona. Los números uno..'
Más de 60 años viendo todos los encierros
Ricardo Díaz-Manresa
Todos los de Pamplona. Más de 60 años. Sin fallar ni uno. Ni uno. Presencialmente o en la televisión. Es mi caso. Seré una de las personas récord de espectador de encierros pamplonicas.
Hay aficionados a los toros y/o a los encierros. O disfrutan de uno o van a la plaza a ver lo otro, la lidia, la tauromaquia tradicional, el ambiente, el arte, la valentía.
Otros prefieren los nervios de correr delante o de verlos correr. Y la adrenalina, el miedo, la preparación mental y física, correr en astas aunque sea muy poco tiempo, palpar el peligro, exponerse a perder la vida o a sufrir una cornada grave o leve o una lesión ósea de mayor o menor nivel.
Y hay otros, como yo, que le gusta ver al toro siempre, en donde sea. Corriendo por las calles de los pueblos o cómo los lidian y los torean en la plaza. Y por supuesto, los encierros organizados. Y, por supuestísimo, los de Pamplona. Los números uno.
De joven estudiante tenía mucha curiosidad y ganas de ver los encierros de Pamplona, pero entonces no los televisaban. Y nos abrían más las ganas con los resúmenes del NO-DO, aquel espacio que veíamos en los cines antes de la película, político-publicitario, pero que bordaba los resúmenes taurinos.
Dicho y hecho: a Pamplona con un amigo y me quedé asombrado, con mis 18 añitos y mucha afición. Y además con precios muy asequibles entonces para incluso un bolsillo débil. Después empecé a ir como periodista enviado especial del semanario EL RUEDO o para escribir crónicas para el diario YA. Y no me perdía ni uno. Y además, si fallaba algún año , a partir de 1982, TVE empezó a emitirlos hace 43 sanfermines. Miel sobre hojuelas. Me las arreglaba para estar en las calles de Pamplona o ante la pantalla, pero no me perdía ni uno.
Dos momentos que me atraparon. Estaba yo en el callejón, pero sin burladero, pegado a la entrada de la plaza. Y tardaba mucho en entrar el sexto. Apareció con los ojos totalmente enrojecidos y descompuesto y quiso saltar a la parte donde yo estaba. Uno de los grandes sustos de mi vida. Menos mal que falló. Venía de matar a dos corredores, la última vez que sucedió.
Toda Pamplona consternada pero pensando en el encierro siguiente. ¿Lo suspenderían?. Era el último con la tradicional corrida de Miura. Al levantarme, vi que llovía bastante. ¿ Suspensión?: ambiente trágico desde ayer, lluvia y miuras. Habrá, si hay, un número muy pequeño de corredores. Pues no, igual que todos los días. No me lo creía. Los encierros me atraparon para siempre.
He visto muchos “divinos”, los que corren en astas. Y he seguido a un personaje peculiar, siempre en primera fila en la Cuesta de Santo Domingo, corriendo ya, según contó, 53 años, desde 1972 y confesó en TVE 68 cumplidos. ¿Empezó con 15 años?. 53 años corriendo 8 encierros por año, se la jugó 424 veces. Estos personajes me encandilan. Es otro de los grandes imanes que me tienen asombrado. Se llama Javier Muñoz “El Boti”. Pensó en retirarse tras el 2024. Pero corrió en 2025. Y no sabe si lo hará en 2026.
Por eso soy récord de encierros. Estoy a 4 de los 500 y me siguen dejando muchas cosas con la boca abierta.
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