Juan de Castilla dando la cara con 'Rociero' de Robert Margé. Foto: William Lucas
'..el antioqueño tomó con firmeza la muleta en la mano derecha para dar una faena con mucha entrega y sinceridad. El pitón izquierdo era todo lo contrario, criminal. Un estoconazo que tardó en ser efectivo hizo caer la única oreja de la tarde..'
Dax: La cara y la cruz de Juan de Castilla
Por Jean-Charles Olvera - Francia
Opinión y Toros / 14 Agosto 2025
La corrida de Robert Margé fue repetida en Dax tras el gran éxito que obtuvo en esta plaza en la misma feria de la temporada pasada.
No se repitió ese éxito de 2024, que seguía también el recuerdo de la buena presentación de la ganadería en Las Ventas el 16 de julio 2023, donde los Margé tomaron antigüedad.
Esta vez, la mezcla original de procedencias (Cebada Gago, Núñez del Cuvillo y Santiago Domecq) no dio tanto de sí. Mucha cara y mucha leña por delante, pero con un promedio de 524 kilos, lejos de pasar un reconocimiento en Las Ventas, pues en parte se promocionó esta corrida como de “Madrid”…
En pista, estos toros policromos (sardo, castaño, colorado y negros) tuvieron más defectos que cualidades, entre falta de transmisión, sosería, cierta blandura, embestidas cortas, andarín (el quinto), en un conjunto que faltó de raza. Fueron difíciles de manejar en la muleta, defendiéndose en vez de embestir.
En este contexto, el que mejor se libró fue el colombiano Juan de Castilla en el segundo de la tarde, al cual escuchó una previa y cariñosa ovación de algunos aficionados, por su regreso a los ruedos tras las dos tremendas cornadas de hace quince días en Bayona. Con este toro colorado, el antioqueño tomó con firmeza la muleta en la mano derecha para dar una faena con mucha entrega y sinceridad. El pitón izquierdo era todo lo contrario, criminal. Un estoconazo que tardó en ser efectivo hizo caer la única oreja de la tarde. La vuelta fue muy festejada y el toro ‘Rociero’ recibió la mejor ovación de la tarde en un arrastre.
Si bien Juan de Castilla dio la cara en este toro, fue todo lo contrario en el quinto, con el cual vimos más bien su cruz que otra cosa. Este toro, cornalón, no paraba de andar por el ruedo, molestando a todos y cuantos, menos al subalterno Marcos Prieto, ovacionado tras dos pares de banderillas expuestos, con todo corazón.
Muchas precauciones tomaría Juan de Castilla, toreando con el pico de la muleta como nunca antes le vimos, sin cruzarse en ningún momento. Una pena. Tendría probablemente el cuerpo dolorido y la mente en Las Ventas en el desafío ganadero que toreará el día de mañana domingo 14. Aún así, mató de primera con una estocada tendida que hizo efecto y dio una vuelta con alguna división.
Sin pena ni gloria pasaron los dos otros matadores, el sevillano Esaú Fernández, que se fue sin una gota de sangre en su traje de luces y sin contarnos gran cosa, y el albaceteño José Fernando Molina, que lo intentó, esforzándose, pero acabando aburriendo con tantos gritos molestos durante los pases.
Una corrida de fin de temporada con sus dificultades y su dureza, que hubiéramos preferido ver al inicio de temporada y no en fin, y con la cual vimos la cara y la cruz de Juan de Castilla. Mañana será otra tarde, fundamental para el matador de Medellín, en la cual sólo podrá dar la cara en Las Ventas, dejando la cruz en casa o mejor dicho, en Dax.
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