lunes, 1 de septiembre de 2025

SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES/ 4° DEL CRISTO DE LOS REMEDIOS (FESTEJO MIXTO) - CUANDO EL LISTÓN DE EXIGENCIAS ESTÁ BAJO MÍNIMOS / por Juan Miguel Núñez Batlles

Pablo Aguado, Olga Casado y José María Manzanares

'..Un experimento entre lo social y lo taurino puesto de moda en los últimos años para proteger a la última y joven "revelación", hombre o mujer, alejándola de la competencia con nombres de su mismo escalafón que pudieran mojarle la oreja. Claro que tarde o temprano, y por muchos cuidados para ampararle, a partir de la alternativa tendrán que vérselas con las mismas armas..'

SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES/ 4° DEL CRISTO DE LOS REMEDIOS (FESTEJO MIXTO) - CUANDO EL LISTÓN DE EXIGENCIAS ESTÁ BAJO MÍNIMOS

Por Juan Miguel Núñez Batlles
En el antetítulo de esta crónica y entre paréntesis se alerta ya de la clase de función que fue: festejo mixto, que no corrida de toros.
Porque no se lidiaron seis toros, si no cuatro. Ni actuaron tres espadas de alternativa, si no dos. Es decir, no fue una corrida al uso.
La ausencia de dos toros y de un tercer torero ya doctorado obliga a tratar la función simplemente como "festejo mixto". Nada de corrida, quede claro.
Y no tendría mayor importancia detenerse en la esencia o cualidad de la celebración si no fuese porque el listón de exigencias para lo que debió ser una corrida en toda regla, terminó siendo de lo más tolerante, sin ningún rigor. Para entendernos: una "corrida" tirando más bien a novillada.

Un experimento entre lo social y lo taurino puesto de moda en los últimos años para proteger a la última y joven "revelación", hombre o mujer, alejándola de la competencia con nombres de su mismo escalafón que pudieran mojarle la oreja. Claro que tarde o temprano, y por muchos cuidados para ampararle, a partir de la alternativa tendrán que vérselas con las mismas armas. Ha sucedido con Marco "ratón" Pérez, forjada su carrera novilleril en plazas de segunda y tercera categoría, y alternando en casi todos los casos con diestros ya consagrados, para que al día siguiente de estrenarse en el escalafón superior, y sin haber sentido la competencia de los novilleros que vienen "arreando" por ambición y condiciones, ya tenía una temporada de contratos de auténtico lujo en plazas y con compañeros de primer nivel. Algo que está pasando ahora con Olga Casado.

Ya se verá el resultado de este mejunje o rara ensalada, que por lo que viene sucediendo, en las taquillas no está teniendo el tirón que se presumía. Si esta vez hubo más gente que de costumbre fue sin duda por el reclamo inicial del nombre de Morante, que finalmente no pudo comparecer.
Y en el ruedo, estas mixtas están siendo una deshonra para el toreo.

En ocasiones arrastra esta joven Casado un ambiente bullicioso, consecuencia de su buena puesta en escena, ya que a pesar de su indisimulada desconfianza, en ocasiones se las ingenia para componer la figura con cierta gracia. Pero no es eso. El toreo, amén del valor, es dominio y poderío, seguridad para pensar y ejecutar las suertes con firmeza. El toreo es compromiso y sentimiento. Y a partir de ahí, el sello, la personalidad y el estilo que cada cual lleve dentro. Y nada de esto ha evidenciado Casado.


¿Cómo ha sido entonces que ha cortado dos orejas en esta ocasión, una y una? Habrá que preguntárselo a los peticionarios de ambos trofeos, porque el presidente, si contó pañuelos para ajustar su decisión a lo que dice el Reglamento, se lavó las manos.

Y a fuer de ser sincero habría que plasmar la cronología y el guión de sus dos faenas, para que sea el lector quien saque sus propias conclusiones con las menores influencias.

Buen toreo de capote a su primero, que hacía tercero en la tarde, con lances suaves y templados, y posterior quite por gaoneras. Brindis a Manzanares (un hábito que se le observa en sus últimas actuaciones estas dedicatorias a uno de los compañeros alternantes. Hace cuatro días en Cuenca fue a Cayetano, que previamente también le brindó un toro). Hubo gracia en el intento de gustarse al abrir faena con ayudados por bajo y rodilla genuflexa. A partir de ahí, faena larga de toreo rectilíneo y despegado, fuera de cacho y ventajista con la interrupción de un desarme. Y un final plagado de detalles como el cambio de mano, capeínas y luquecinas. Principio y final del trasteo animaron a la parroquia a agitar pañuelos.

Ya el novillo que hizo sexto, más cuajado pero que tampoco tenía malas ideas, no debió gustarle, pues prácticamente no le hizo nada con el capote y dejó que le zurrara bien el picador. El trasteo de muleta fue de pico y para fuera. Algún muletazo suelto con la zurda, empero poca cosa en conjunto. Fue faena itinerante de constante paso atrás. Aquí es donde evidenció que no está para competir con los novilleros del actual escalafón. Y al verla desbordada, el recuerdo de Mari Fortes, Maribel Atienzar, Mari Paz Vega y Cristina Sánchez, mujeres que han luchado tanto por el toreo femenino compitiendo y ganándole la partida a muchos hombres cuando no fueron marginadas por algunos. A ellas y a otras de etapas anteriores, como Juanita Cruz y Conchita Cintrón, debería respetar esta Casado antes de salir a proclamar que quiere ser "la mejor mujer torero de la historia", según una frase retadora con la que se descolgó hace pocos días en una entrevista.

Y ahora hay que disculparse con los matadores de alternativa, Manzanares y Aguado, por haberlos dejado en la crónica por detrás de la aspirante. No ha habido mala intención en ello; sencillamente que para situar en contexto el ambiente de la tarde, he creído conveniente hacerlo así.


Manzanares sorteó en primer lugar un toro noble, que tomaba el engaño con claridad, con el que pasó inadvertido en el capote, y al que toreó por la derecha en la línea recta; una elegancia fría frenada por un desarme. Interesó más por naturales, más ajustado y con mejor aroma. No obstante volvió por el pitón derecho, donde se le notaba que estaba más cómodo, aliviándole "el pico". El toro, soso, muy soso, aportó poco pero tampoco le apretó. Y él, sin gran compromiso, se aseguró la oreja con la espada.
En el cuarto, faena otra vez picotera, en la línea recta. Lo bueno es que acompañaba con la cintura. De nuevo mejor al natural, aunque con sus acostumbradas precauciones. Toro bueno, con chispa y nobleza. Se gustó Manzanares de aquella manera. Y porque metió la espada a la primera, y seguramente en un despiste del usia que no captó cómo "había hecho guardia", otra lluvia de pañuelos y oreja al canto, sin apreciar que ésta era la de abrir la Puerta Grande, con la que había que haber estado más riguroso.

El primero de Aguado, una babosa, manso, rajado y sin entrega. El menos toro del envío; no transmitía nada. Empezó a llover al tomar la muleta, y desbandada. Trasteo sin relieve a pesar de que intentó agradar, no para salir del paso. El toro sin humillar, distraído. Imposible.


En el quinto quiso estirarse con el capote, pero el toro no remataba, enganchándole en el embroque. Bonito inicio de faena con trincheras, molinete y cambio por delante. Detalles, pinceladitas y alegrías, en una faena bien estructurada en lo fundamental. Lo accesorio tuvo también su categoría. Toro bueno. Y faena responsable y con enjundia. Lo mejor de la tarde. De modo que al meter la espada a la primera, no hubo duda: dos orejas.

FICHA DEL FESTEJO
Cuatro toros -el segundo, sobrero- y dos novillos de Zalduendo, unos y otros bien presentados en cuanto a volumen, pero alguno de muy insignificantes y sospechosas defensas. Algo Indignante que se viene dando con frecuencia en plazas de segunda y de tercera.
El encierro en general, desrazado pero muy toreable a excepción del rajadísimo segundo. El primero fue noble, pero muy soso. Cuarto y quinto, buenos toros, aplaudidos en el arrastre.
Los novillos, tercero y sexto, ideales para hacer el toreo.

José María Manzanares: estocada con derrame (oreja); y estocada al encuentro que asoma (oreja).

Pablo Aguado, sustituto de Morante: estocada tendida y trasera (palmas); y estocada (dos orejas).

La novillero Olga Casado: estocada delantera y contraria y descabello (oreja y petición de otra tras aviso); y media tendida y descabello (aviso y oreja).

La plaza registró tres cuartos de entrada en tarde de nubes y claros, y excelente temperatura. Aunque asomó la lluvia en el segundo y el tercero.

1 comentario:

  1. Me extraña que no resalte que el segundo novillo, sexto de corrida, era más toro que los cuatro que se lidiaron como tales, es decir los que tenían preparados para Morante.

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