lunes, 11 de julio de 2011

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PAMPLONA / Por Antolín Castro

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PAMPLONA
Antolín Castro
España
En plenas fiestas de San Fermín, con lo que ello representa en todo, nos apetece mucho, y es de justicia reconocerlo, dejar constancia de cuanto Pamplona nos da y nos alienta. En estos días, como decía en artículo anterior, la presencia del toro queda dignificada en Pamplona.

Pamplona es la fiesta del toro y el toro es el que es, ese que infunde respeto y miedo a la vez. Es el toro que quieren ver, al que no le faltan astas que enseñar ni trapío por descubrir. No se necesita mirar varias veces para adivinar que es un toro. Ya eso la hace diferente a la plaza de Pamplona. Sus aficionados, toda su gente, quieren el toro sin dudas ni apaños. Poder ver un toro-toro en una plaza es algo que siempre nos dará la capital navarra.

Pero hay más. Y es que sus gentes lo quieren así, no solo los organizadores de las corridas. Esas gentes no van a cambiar por que llegaran otros a organizar la feria. Además, esas gentes, en una gran mayoría, se ponen delante de esos toros todas las mañanas en el encierro y si lo quieren para ellos también lo quieren para que los toreros dicten su lección por la tarde.

Pamplona amable y exigente a la vez. Una plaza fácil y agradecida para quienes no regatean esfuerzo ante los toros que ellos gustan de ver. Los toreros gozan del privilegio de ser adorados si son capaces de ponerse delante de sus toros. Y aquí se abren las interrogantes que muchos deberían de hacerse: Ni Ponce, ni Morante, ni Manzanares, ni Talavante, ni Cayetano. Cinco, la mitad, del famoso G10, se han anunciado en 2011, le han hecho ascos a esta plaza. ¿Será por el toro? o ¿será porque cogen sus vacaciones en julio? Sea como sea, siempre nos quedará Pamplona para dejar al descubierto los toreros más o menos capaces.

Pero no es solo eso Pamplona, hay más. Es la única plaza que programa a quienes destacan en las ferias de Sevilla y Madrid, siempre hay un hueco para ellos. Otro ejemplo de que siempre nos quedará Pamplona. Huecos sin falsas estrecheces para Fandiño, Saldívar, Esaú, Serafín, David Mora… toreros todos ellos con la vitola de haber dado la cara en esas ferias importantes. Pamplona les anuncia y lo hace con orgullo y haciendo justicia a la labor de los diestros. Para ese trato justo siempre nos quedará Pamplona.

Y si eres triunfador en su plaza, nunca te negarán el volver a pisarla. El caso más reciente y ejemplar es el que ha protagonizado en los últimos años el rejoneador Sergio Galán. Teniendo en cuenta que Hermoso de Mendoza es quien es, además de navarro, Galán ha tenido su sitio garantizado en base a sus éxitos. Podían haberse anunciado otros cuyo interés ha ido en aumento, Ventura, Leonardo, etc., pero el respeto a quien se lo gana en el ruedo es otra de las razones por las que podemos decir que siempre nos quedará Pamplona.

Pero es que en cuanto a los dineros nos encontramos seguramente con la plaza que mejor paga a los toreros. Otra garantía para cuantos son anunciados en su plaza. Cierto que siempre se llena -también se llena Madrid- pero un dinero muy justo paga el esfuerzo de los toreros que se anuncian. Para todos, pero fundamentalmente para los que se visten de toreros en menos ocasiones, siempre les quedará Pamplona para garantizarse el sustento.

Cataluña prohibirá los toros seguramente el próximo año, otros quizá sigan el mismo mal ejemplo, pero estamos seguro que eso no ocurrirá jamás en la plaza pamplonica. El culto al toro en esta tierra garantiza que sin toro todo sea imposible. Prohibirán los toros en Barcelona, lograrán colar definitivamente el medio-toro en Madrid, tendremos que aguantar la borrega desmochada en todas las plazas, pero siempre, por esas y otras muchas razones, siempre nos quedará Pamplona.
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