sábado, 18 de mayo de 2024

Si se me apura, hasta nos han hecho un favor / por Pla Ventura


"..Al final, pedimos poco, solo respeto. Pero claro, no he pedido yo casi nada, respeto, una palabra que no conocen los apestosos de la extrema izquierda y la gran mayoría de los que pregonan el socialismo..."


Si se me apura, hasta nos han hecho un favor

Pla Ventura
Toros de Lidia/17 mayo, 2024
Tal y como discurre la fiesta en los toros en estos momentos cruciales que vivimos en que, la política, sus indeseables personajes que en ella anidan han llenado de barro y mugre la mejor fiesta del mundo, es un hecho constatado que, unos y otros, es decir, aficionados a los toros de uno u otro partido, se han decantado a favor de los toros dejando con el culo al aire a esos nefastos políticos que, por no saber, no saben ni de hombres, siendo así, pedirles respeto por los toros es como pedirle peras al olmo.

Como explico, todo nos hace indicar que, los ataques furibundos que recibimos por parte de Urtasun y demás indeseables que anidan en la política, han tenido, como respuesta, la masiva asistencia de gentes a los toros, lo ha sido solo Valencia, Sevilla, el resto de ferias que llevamos celebradas y, en este instante, Madrid es nuestro buque insignia para demostrarles a los cerdos que nos atacan, que los toros siguen vivos en el alma de todos aquellos que aman un espectáculo totalmente legal pero que, unos cafres indeseables querrían que no lo fuera.

Tras todo lo contado, es decir, la problemática que ha llegado al mundo de los toros ha venido de fuera -como si no tuviéramos bastante con lo que tenemos adentro- porque, la Fiesta, salvo por los indeseables citados, jamás había sido cuestionada pero, la moda actual, por parte de los políticos, no es otra que mancillar una fiesta que, además de su ancestro cultural, aporta cientos de millones a las arcas del Estado cada año, amén de los incalculables millones que dicha fiesta deja en cada ciudad donde se celebren los toros.

Y esto que es tan básico, de libro diría el otro, algunos apestosos que viven de nuestros impuestos, que les pagamos para que nos administren que para eso les votamos, algunos hijos de puta, en vez de cumplir con la misión que se les ha encomendado en las urnas, se dedican a prohibir lo que a ellos nos les gusta y, sin duda, a destrozar todo aquello que funciona; con decir que la izquierda odia con todas sus fuerzas a los empresarios y, sin son grandes, caso de Amancio Ortega, Florentino Pérez o Fernando Roig, ahí el odio sube de decibelios y, si pudieran, los burros de la izquierda les meterían a todos ello en la cárcel.

Siendo así, ¿qué queríamos nosotros, los aficionados a los toros, que se nos ensalzara como tales? ¡Es imposible! Nos hemos visto cuestionados en los últimos años, nos atenaza el miedo ante todo lo que sucedió en Cataluña porque, insisto, esos seres repugnantes que hemos votado son capaces de todo porque, para su desdicha, no tienen cerebro, de ahí el miedo que todos sentimos.

Claro que, como decía, la reacción de las gentes ha sido modélica al asistir en masa, en modo rebeldía, a los toros para frenar los ataques de esas gentes malditas que aspiran a destruir todo aquello que encuentren en su camino. Los aficionados a los toros, o quizás la gente que ha querido acudir a las plazas de toros con la ilusión de defender, les hemos dado una tremenda lección a los indeseables que, o rectifican o le haremos que rectifiquen.

Al final, pedimos poco, solo respeto. Pero claro, no he pedido yo casi nada, respeto, una palabra que no conocen los apestosos de la extrema izquierda y la gran mayoría de los que pregonan el socialismo. Como fuere, aunque tengamos que luchar contra viento y marea, sintámonos contentos porque la gente, en su conjunto, aficionados más o menos cabales, incluso incipientes que han llegado al mundo de la tauromaquia, seguro que se quedarán para siempre para sostener este espectáculo maravilloso y fascinante que, para mayor dicha, aporta, desde todos sus frentes, cientos, miles de millones para el bien de España en su conjunto.

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