Pero como la fuerza interior del chaval, la mental, es infinita, aquella circunstancia antes dicha no le arredró, más bien le fortaleció en cuanto a sus convicciones se refiere. Había que empezar de nuevo; desde cero, que es todavía mucho más complicado. Entrenamientos, convicciones, charlas con los que saben; todo ello unido a la pasión de la que es dueño y autor Jorge Isiegas, le sirvió para fortalecerle cuando, lo lógico hubiera sido haberse derrumbado.
Isiegas tuvo una carrera novilleril de mucha brillantez, incluso llegó a cortar una oreja en Madrid que, de no haber fallado con el estoque podían haber sido las dos y, por ende, la puerta grande. Aquella etapa discurrió entre triunfos en distintos puntos de España hasta que, como decía, en el 2019, Isiegas encontró la oportunidad de oro para doctorarse en tauromaquia en el coso de la Misericordia de su ciudad natal.
Tras aquel mágico momento, como dije, las circunstancias no fueron las deseadas, ni para él ni para tantos otros que, en análogos momentos tuvieron que soportar aquel calvario que, para un empleado de banca no supuso nada pero, para un torero, que no se celebran festejos taurinos es una hecatombe tremenda. Había que seguir, empezar otra vez desde abajo, pero, siempre, pensando y viviendo en torero. Claro que, para colmo, Jorge Isiegas quiere caminar por el sendero de la ortodoxia al más alto nivel, algo que dificulta mucho más su carrera, pero, como el diestro confiesa, la pureza es el sueño que anida dentro de su ser si de toreo emblemático se refiere.
En estos años Isiegas ha toreado poco, cosa lógica dado el momento en que vivimos por aquella crueldad antes citada. Ya, el pasado año, si no recuerdo mal dejó muy buenas sensaciones en Bayona, lo que le sirvió para ilusionarse de nuevo, para llenarse de convicciones de que, pese a lo duro de su profesión, el éxito puede ser posible.
Viviendo en Madrid, un bello lance del destino le llevó a conocer al maestro Sanchez Puerto con el que entrena a diario y, según sus confesiones, las lecciones que ha aprendido junto al maestro referido son fantásticas; vamos que, Isiegas, cuando habla de Sánchez Puerto es como si hubiera conocido a Dios en persona, cosa muy lógica por otra parte. Aquello de encontrar una mano amiga y, sabia, todo a su vez, para que te oriente en las cuestiones técnicas, para cualquier diestro es un hecho memorable, algo que el diestro aragonés lleva a gala con una convicción admirable. Soy otro torero, me decía, desde que entreno con Sánchez Puerto.
Es fantástico saber que, Isiegas no viene del “hambre” como antaño se decía. El diestro es licenciado en empresariales, todo un mundo por descubrir con el que, pase lo que tenga previsto Dios para él, su vida está resuelta mediante el trabajo que, en su caso, ya tiene un nivel importantísimo pero, es el toreo, el arte, lo que le subyuga y, como quiera que es un chaval muy joven todavía le quedan muchos años por delante y como él confiesa, para ejercer la carrera le queda toda una existencia.
Se siente torero, es más, yo diría que huele a torero porque si el día de su doctorado estuvo muy bien, en el video que he podido ver del pasado quince en Cariñena, en su gran actuación en la que mató cuatro toros en el festejo en el que se homenajeaba a Ignacio Zorita, el que fuera su apoderado, allí dejó sensaciones muy importantes y, lo afirmo tras ver la filmación de su triunfal actuación; seis orejas y un rabo tras matar cuatro toros no es nada baladí, todo lo contrario.
Isiegas sigue tocando puertas porque, ante todo, se sabe torero; tiene las condiciones más que sobradas para poder triunfar en su profesión, la que él tanto ama tras su carrera como licenciado en empresariales. Sin lugar a duda, el triunfo citado es el que le ha aupado en lo más alto de su corazón para seguir en la brecha; Jorge Isiegas no es ningún niñato hijo de papá, es un tipo extraordinario que, sus acciones, tanto en el toreo como en su carrera universitaria lo dicen todo de él.
Por si faltaba poco, Isiegas es un gran conversador, se le nota la cultura, las formas, la educación, el respeto y otros muchos valores que la juventud ha perdido en aras de ese modernismo absurdo que, como todo el mundo sabe, lleva a los jóvenes por los senderos más inhóspitos, escapando el diestro de tales maleficios. El chaval logrará lo que el destino le depare, pero, de su parte no regateará jamás esfuerzo alguno. De igual modo, en su conciencia sabe que, llegar a lo más alto, condiciones de cada cual, hasta sabe a milagro pero, como él dijera, si Borjita lo ha conseguido, él puede ser un candidato perfecto para entrar en las ferias. Tiempo al tiempo.
Mientras dejamos el tiempo correr y esperar todo lo que la vida nos muestre para que lidiemos ese toro de la vida, Jorge Isiegas sigue entrenando a diario en Madrid junto al maestro Sánchez Puerto con el que, pese a todo lo aprendido, el chaval quiere seguir bebiendo en la fuente inagotable de la sabiduría de la que es dueño y señor, Antonio Sánchez Puerto. Suerte para ambos, de forma muy especial para Jorge Isiegas que, por condiciones merece la mejor de las suertes.
--En las fotos de Luis Barbero vemos los momentos brillantísimos de Jorge Isiegas en Cariñena.
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