lunes, 12 de abril de 2010

OLIVA SOTO: DE SEVILLA A RIOBAMBA-ECUADOR

El torero de Camas rozó la Puerta del Príncipe
La confianza depositada por la empresa "Tauroproducciones" de la Feria de "Señor del Buen Suceso" de Riobamba, al contratar al matador Oliva Soto en tarde anterior a la de su actuación en la Feria de Abril de Sevilla, se ha visto recompensada por el gran triunfo logrado hoy por el camero ante la corrida del Conde de la Maza, lo que le imprime un nuevo impulso a las ilusiones de los riobambeños en su esperada feria taurina.
Oliva Soto coge la sustitución de Gallo en Ecuador
El matador de toros sevillano Alfonso Oliva Soto, que esta tarde cortó una oreja en la Feria de Abril de Sevilla y estuvo a punto de cortar algún trofeo más de no ser por la espada, ha encontrado los primeros frutos a su toque de atención.

El camero viajará estos días hasta Ecuador para participar en la Feria de Riobamba, ocupando el puesto que deja vacante el salmantino Eduardo Gallo los días 18 y 21 de este mes, debido a la lesión que sufrió en Guijuelo.


Oliva Soto en redondo una encastada embestida
Mario Juárez
Burladero.com

Sevilla 12 de Abril de 2010
Oliva Soto cuajó en Sevilla la tarde, hasta ahora, más importante de su carrera. Pero él solito, que arriba puso su actuación y acarició con la yema de los dedos la Puerta del Príncipe, se encargó de tirarlo todo por la borda con la espada.

Fue una pena, porque la tarde en sí, para Alfonso, tuvo muchas connotaciones. El reencuentro entre los Soto y la ganadería del Conde de la Maza, en Sevilla, dieciocho años después de la muerte de su tío Ramón, fue una prueba dura. Pero Oliva Soto no quiso dejarla pasar. Y no lo hizo.

A sus manos fue a parar el lote con más opciones de una desigual, desagradablemente ofensiva y mala corrida del Conde, que se salvó por un quinto de extraordinario son por el pitón derecho, que se vino pronto galopando, se empleó, fue largo y repitió con emoción. Alfonso, que había cuajado varias verónicas con temple y mimo en el saludo, comenzó su labor por bajo para hacerse con él y rápido le dio sitio. Y se puso a torear. Las dos primeras series brotaron con una emoción única, mecidas las manos, templado el muletazo y ligadas las tandas. Arrancó la banda y el torero se vino arriba en un esfuerzo notablemente visible.

No era lo mismo el toro por el izquierdo, donde no terminó de pasar ni de emplearse. Bajó un punto la faena, que rápidamente supo levantar el vuelo a derechas con el toro venido a menos y el de Camas a más. Pero la espada se interpuso en el camino. O el brazo, que nunca terminó de pasar, y le cerró la Puerta, porque le habrían pedido dos orejas.

Otra paseó del segundo, un toro de gran emoción pero nada fácil. Manso de salida, el del Conde tuvo correa y transmisión para dar y tomar. Era animal de un esfuerzo, y Alfonso lo hizo. Cuando iba a dar réplica a un quite de Nazaré, el toro lo prendió de fea manera. Voltereta y media de campana como para dejar noqueado a un gorila. Pero Oliva se vino arriba, terminó el quite y se creció con la muleta.

La faena fue intensa porque el toro fue un torrente de emoción. No menos lo fue el torero, que no se conformó, tiró la moneda de verdad y consiguió meterlo en vereda. La plaza contenía la respiración cuando el del Conde pasaba y estalló a cada remate. Pese al pinchazo, a la segunda viajó mejor la espada y Oliva pudo tocar pelo. Poco para como estuvo el sevillano.

También se quedó sin premio Diego Urdiales con el cuarto, al que mató mal. El riojano, que había sorteado un primero pariente de Barrabás que no pasó una vez y con el que cumplió dignamente, aguantó con paciencia los arreones del cuarto, un toro que se lo pensó siempre, que lo midió y marcó, pero que terminó pasando tras la muleta mandona y la bragueta tragona de Urdiales.

Sin rectificar un palmo, Diego aguantó el envite y consiguió los muletazos más puros y más importantes de la tarde con un toro que no descolgó, ante el que cada pase era un envite a grande y al que se sobrepuso con profunda naturalidad. Y mucha técnica. No debió parecerle suficiente al de la banda de marras, que el que se te arranque en esta plaza es como que te toque la lotería sin jugar boleto, y la gente vivió la cosa con demasiada frialdad. Pero Diego cayó de pie en Sevilla.

Peor papeleta fue la del local Antonio Nazaré. El tercero fue un cabrón con pintas con el que se gustó en el saludo capotero hasta los medios y con el que después pasó un mal rato aguantando hachazos. El burraco sexto, manso de salida, no terminó de emplearse. Tampoco el de Dos Hermanas de echársela de verdad, y cuando lo hizo, se habían acabado las diez arrancadas del toro, en las que no hubo limpieza. Después se quiso montar encima, se quedó muy quieto y dejó llegar al toro, pero era tarde.

SEVILLA, 12 DE ABRIL
4ª Feria de Abril. Más de media entrada.
Toros de Conde de la Maza, ofensivos. Deslucidos y complicados. El 2º, manso , encastado y con transmisión. 5º encastado y de buen juego, fuertemente ovacionado.
Diego Urdiales, silencio tras aviso y vuelta tras aviso.
Oliva Soto, oreja y vuelta al ruedo.
Antonio Nazaré, silencio y silencio.

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