Del toro al infinito: 3ª DE SAN ISIDRO.- CON LA VENIA...."EL ABONADO CONTRA LAS TABLAS" / Por Bocanegra

¿La Autoridad..?

La tercera también en la frente

Los presidentes rindieron pleitesía a "la afición"

EL ABONADO CONTRA LAS TABLAS

Por Bocanegra

Madrid.-9 de Mayo de 2010
Al sufrido e indefenso abonado de Las Ventas lo han dejado sin resuello, han conseguido neutralizarlo como a la sociedad española, lo tienen contra las tablas y tapándole la salida.

La empresa tendrá la obligación formal del cumplimiento del pliego de condiciones para la explotación de la plaza y el y el Consejo Taurino deberá velar para que se cumpla. Allá ellos con sus responsabilidades y su momento de rendir cuentas, pero es la Autoridad la que tiene la obligación legal de “defender los legítimos derechos de los espectadores y de la pureza que la fiesta requiere”. Lo dice una Ley y su Reglamento Taurino que la desarrolla.

La Autoridad en el festejo taurino la encarna el Presidente y su condición de funcionario le obliga doblemente a cumplir y hacer cumplir con el precepto legal. Un error lo puede tener cualquiera y su consideración no pasa de ser anecdótica, aunque siempre, en los toros, su consecuencia involuntaria es el perjuicio o beneficio que origina a algunos de los intereses legítimos que concurren en una corrida, incluidos los del público.

La contumacia en el error concluye en ineptitud del que ocupa el palco y decide en los corrales, y su mantenimiento en sus funciones obedecería a la desidia del órgano administrativo de la Comunidad de Madrid competente. Ay las competencias. Tiempo ha que salieron del denostado Ministerio del Interior para alojarse en las Autonomías ¿ y qué….?. El único celo mostrado para ejercerlas en la C.A.M. ha sido para aforar el burladero de cuadrillas de Las Ventas en beneficio de la Consejería correspondiente – los toros de gorra, ese anhelo tan arraigado en el corazón ibérico- y de aceptar cómodamente todo lo proveniente en la materia desde la Delegación de Gobierno.

Ayer se presentó una buena ocasión para tener en cuenta a los poseedores de abono de feria. De no haber sido aprobado por la autoridad un cuarto toro del hierro anunciado, el abonado hubiera tenido derecho a la devolución del precio de su entrada como establece el reglamento cuando se rechazan tres o más reses. Pues no, hay que sacar un toro como sea y aprobarlo del tirón y por la jeró.... si acaso hiciera falta. Ayer era el día ideal para quedarse en casa, con un cartel puro San Isidro, la Liga de fútbolen juego por las televisiones, y el invierno prorrogado en los madriles.

A lo mejor la autoridad no pensó en el mohín de la empresa y del afamado Consejo, y actuó de forma sibilina para la defensa del pagano, ¿quién sabe?, para que este regalara su localidad al cuñado pidón”, o contentar al portero de la casa, o quedar bien con algún amigo al que le debe gratitud y le paga con esta artimaña.

Bueno hombre, vale. Que no hay más remedio que aprobar lo que hay que aprobar, pues p’adelante y vámonos a la tarde; ya lo dice el taurino, que no hay que preocuparse, que “al tararí todos allí”.

Pero por Dios y por la Virgen, que aunque sean invitados a los toros también tienen derecho a que salgan reses con su trapío, que las saluden con el pañuelico verde esperanza cuando no se mantienen en pie, o que la suerte de varas no resulte un simulacro.

No hay que preocuparse, todo sale gratis e impune, la talanquera viendo aquello como las vacas cuando pasa el tren, y los amigos de la pancarta -los que se arrogan la cualidad de afición- haciendo su paripé sacando –mostrar y retirar rápidamente- una muy mona de “Consejo dimisión, ¡ya!”-.

Su módica su civilizada protesta ofrece su gratitud por el “agiormamiento” del palco con ellos, -en castizo queda mejor mamoneo- con los que fueron condenados por la justicia por injurias y difamación contra los que les precedieron en la presidencia. Esto es para listos pensará el okupa sobre el faldón.

De la corrida poco se puede decir. Que junto a las reses de correcta de presentación aparecieron las consabidas esmirriadas, dechados de mansedumbre y flojedad. Que el nombrecito de “buñuelos” como patrimonio exclusivo de Bañuelos, ye tiene una comunidad de propietarios, empezando por los de Osborne que acompañaron a los “toros del frío”, de Burgos, no de Siberia donde pastarían más a gusto.

Parece que las frigorías de los toros, en la fría tarde, alcanzaron también a los toreros, y por el ruedo de Las Ventas pasó Uceda Leal tal veterano ilustre con compás, nivel, y plomada en las manos.

A Capea la cayó el torillo que abortó la devolución en tarde ya abortada, y completó con el otro una actuación para no recordar.

No es que Javier Cortés debiera recibir ánimos y arrojo en el discurso de alternativa que le endilgó Uceda Leal, pero sí tendría que haberse traído en el esportón la rabia y el ímpetu juvenil del joven que sueña con un doctorado en Madrid.

La finas formas del toricantano con el mejor lote no fueron suficientes para acceder al escalafón de matadores con el triunfo que requiere para su futuro. Javier Cortés ha sido víctima del concepto del toreo que ve en otros, ya triunfadores, pero que no le vale a los que tienen que romper. Para triunfar con el toro hay que jugarse algo, como en la buena estocada al sexto, pero ello no bastó.