No a los regalos
Por Rafael Comino Delgado***
Domingo, 20 de Marzo de 2011.-
En America, especialmente en Méjico, es relativamente frecuente que cuando un torero no ha triunfado, con sus correspondientes toros, regale un sobrero, tratando de cambiar las cosas, pero en España eso, que sin estar prohibido tampoco está claramente regulado, no suele hacerse, e incluso puede interpretarse como algo negativo, por los comentarios que de muchos aficionados he podido oír.
En America, especialmente en Méjico, es relativamente frecuente que cuando un torero no ha triunfado, con sus correspondientes toros, regale un sobrero, tratando de cambiar las cosas, pero en España eso, que sin estar prohibido tampoco está claramente regulado, no suele hacerse, e incluso puede interpretarse como algo negativo, por los comentarios que de muchos aficionados he podido oír.
Sin embargo este año, cuando aun llevamos muy pocos festejos, ya ha habido dos regalos, el de Juan Mora el 27 de Febrero en Vistalegre (Madrid) y el de Vicente Barrera ayer 12 de Marzo en Valencia.
Particularmente estoy totalmente en contra de esta práctica por múltiples razones, que seria demasiado prolijo relatar. Solo diré que cada torero tiene, habitualmente , dos toros con los que puede buscar el triunfo y si no puede ser otro día lo será. Si pretende lidiar otro toro tendrá que pedir autorización a los otros dos matadores, que si le autorizan tienen que fastidiarse, pues la corrida se prolonga y si le dicen no, serán tachados de malos compañeros. Por otra parte los acomodadores, porteros, areneros, cuadra de caballos, música, equipo médico, etc. han sido contratados para seis toros (salvo que por razones de fuerza mayor hayan de salir los sobreros).¿Se les pide permiso a todos ellos en caso de regalo?; pues sencillamente ni se les pregunta. El público ha calculado que la corrida durará dos horas y veinte minutos, más o menos, y ahora debe añadir 20 -30 minutos más.
Tal vez en alguna ocasión , ante circunstancias muy , pero que muy especiales, con todos los factores a favor podría autorizarse, pero en ninguno de los dos casos citados se daban dichas circunstancias. Concretamente en el caso de Valencia, entiendo que todo estaba en contra, en modo alguno estaba justificado. Llovía copiosamente, la gente se había ido en gran parte. Luego el matador cortó una benévola oreja, que de poco le servirá, pues he visto que algunas crónicas ni la mencionan.
En definitiva , lo del regalo, en general, me parece poco serio y, respetando cualquier otra opinión, mi voto es negativo.
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***Rafael Comino es catedrático de la Universidad de CádizEnlaces relacionados:
El toro no es lo único que se ragalaría en las corridas, hay que incluir las orejas que se dan, los aplausos de los divertidos paganos,y la poca vergüenza de los profesionale y de los presidentes cómplices. Un regalo constante es todo el engaño que lo envuelve y que está echando a las corridas a un pozo sin fondo. Lo único que no se regala son las entradas.
ResponderEliminarMenos serio me parece a mí ponerle al artículo fecha de hoy, es decir domingo 20 de marzo de 2011 y decir refiriéndose a los indultos "y el de Vicente Barrera ayer 12 de marzo en Valencia".
ResponderEliminarNacho
Pudo escribirse el articulo el dia 13 y no publicarse hasta el 20 pero la verdad es que el regalo de Barrera fue una tonteria, un sin sentido , se mire como se mire y asi lo ha interpretado mucha gente del toro.
ResponderEliminarMucho regalo y al final Barrera quiere que le paguen el toro sus paisanos por suscripción popular. ¿Y por qué no lo pagan los peperos, el presidente de la diputación y Rita barberá que obligaron al pobre policía del pàlco a hacer el ridículo autorizando esta comedia? Total, ese becerro costaría menos que un traje de Camps.
ResponderEliminarVicente P.
Hay que tener cara para pedir que le paguen el toro sus paisanos.Es cierto que se vio como Rita Barberá hablaba con unos y otros pero lo que está claro es Barrera pidio regalar el toro y le pidio a la alcaldesa que presionara al presidente.Si ridiculo fue aquello más ridiculo es pedir que le paguen el toro.
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